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Crítica social

La prostitución, ¿un trabajo como cualquier otro?

La prostitución, ¿un trabajo como cualquier otro?

Intentos por legitimar la «profesión más antigua»

 

ROMA, domingo, 13 abril 2008 (ZENIT.org).- La renuncia del gobernador del estado de Nueva York, Eliot Spitzer, debida a la revelación de sus escapadas con una prostituta, ha renovado el debate público sobre la venta de sexo.

 

Escribiendo en las páginas de opinión del Los Angeles Times, el 12 de marzo, Patty Nelly, profesora de antropología en la Universidad George Washington, afirmaba que la prostitución es parte de nuestra cultura y debería despenalizarse.

 

Desde Canadá, la articulista Jeet Heer comentaba que es probable que los políticos frecuenten prostitutas con regularidad. De igual forma, en su artículo del 12 de marzo opinaba que la prostitución debería considerarse sólo otro trabajo más y legalizarse.

 

Antes del escándalo Spitzer, David Aaronovitch, columnista de opinión del Times de Londres, afirmaba en su artículo del 15 de enero que no veía nada malo en que se pagara por sexo entre adultos. Las autoridades británicas han debatido desde hace tiempo posibles cambios en las leyes sobre prostitución, aunque cualquier cambio parece haberse dejado de lado por el momento.

 

Algunos artículos de periódicos ingleses se oponían a cualquier legalización. El 19 de enero el Times informaba de un libro publicado recientemente en Francia por una persona conocida únicamente sólo como Laura D., de 19 años. Pagó su primer año de estudios universitarios trabajando como prostituta y escribiendo el libro para advertir a otras que no siguieran su ejemplo.

 

En su libro, según el Times, describe lo desagradable de la experiencia, tachándola de dominación económica. También afirmaba que, incluso tras abandonar la actividad, es difícil tener una relación con el sexo opuesto.

 

Janice Turner, escribiendo el 23 de febrero en el Times, comentaba que la mayor parte de las mujeres implicadas en la prostitución desean escapar. Describía los burdeles legalizados en Holanda como «imanes del crimen organizado, de los traficantes de droga». La situación de los centros legalizados para la prostitución en Nevada no es mejor, añadía, con muchas mujeres que sufren un trato cruel.

 

En Canadá, en el periódico National Post del 13 de marzo, Barbara Kay contestaba al artículo de Jeet Heer, afirmando que la prostitución de ninguna manera es un trabajo más. «Las prostitutas hacen algo que es fundamentalmente deshumanizante para dar acomodo a instintos que en un verdadero ‘mundo mejor' serían canalizados a relaciones más fructíferas y dignas», afirmaba Kay.

 

«Vender tu cuerpo no es un comportamiento del que se pueda estar orgulloso, puesto que como humanos nos construimos psicológicamente, el sentido de respeto propio de una mujer está invariablemente ligado a su comportamiento sexual», añadía.

 

Víctimas

 

Coincidiendo con la aparición de los detalles sobre el caso Spitzer, se publicaba un libro en Gran Bretaña que examinaba el tema de la política del gobierno y la prostitución. En «Prostitution, Politics and Policy» (Prostitución, Política y Programas Políticos) (Routledge Cavendish), su autor, Roger Matthews, recogía sus conclusiones de 20 años de investigación y estudio de la prostitución.

 

Matthews, profesor de criminología en la Universidad londinense de South Bank, apuntaba algunas desventajas de la legalización de la prostitución. Quienes están a favor de su despenalización describen la prostitución como un crimen sin víctimas, observaba. Esto, replica, es una afirmación muy superficial.

 

Quienes están implicados en la prostitución, especialmente las mujeres que la practican en las calles, constituyen el grupo social con más víctimas, sostiene Matthews. Muchas de las mujeres implicadas tienen largas historias de abusos y abandono, y un gran número son adictas a las drogas. Las estimaciones varían, observa, pero los estudios llevados a cabo en diversos países apuntan que del 50 al 90% de las prostitutas callejeras han sufrido abusos o abandono cuando eran niñas.

 

Como grupo también es probable que sufran de falta de hogar, desempleo y pobreza. Su vulnerabilidad y su baja autoestima suelen hacer que muchas de estas jóvenes sean explotadas por quienes las llevan a la prostitución, añadía Matthews.

 

Al contrario de quienes presentan la prostitución como una elección libre o como un medio de liberación para las mujeres, Matthews apunta que muchas de las mujeres lo hacen para financiar su dependencia de las drogas o para lograr dinero para otras necesidades acuciantes. También citaba investigaciones que apuntan que del 10 al 15% el número de las que se ven obligadas por proxenetas a prostituirse.

 

Los medios algunas vecen presentan una visión de la prostitución llena de glamour, pero según Matthews: «Detrás de la fachada de independencia y autonomía hay un gran número de mujeres desilusionadas, cuyo sentido de autoestima está continuamente erosionándose». Un problema que se vuelve más penoso conforme las mujeres envejecen y empeora su aspecto.

 

Una solución superficial

 

La legalización, junto con el hecho de sacarla de la calle, puede parecer que resuelve algunos problemas asociados con la prostitución, pero esta opción sólo es atractiva superficialmente, explica uno de los capítulos del libro.

 

Matthews ha considerado la experiencia del estado australiano de Victoria y ha descubierto que la legalización no sólo ha llevado a una explosión en el número de burdeles, sino también a un aumento de la prostitución ilegal. Las condiciones laborales en muchos casos no han mejorado y ha aumentado el número de mujeres sometidas a tráfico. La violencia contra las mujeres, otro problema asociado con la prostitución, ha aumentado igualmente con la legalización.

 

Los mismos problemas han surgido en Holanda, comentaba Matthews, lo que en los últimos tiempos ha llevado a las autoridades a cerrar muchos burdeles legales. En cuanto a Alemania, afirmaba que más bien que reducir la prostitución callejera, la legalización ha animado su expansión.

 

En cuanto a la afirmación de que los análisis sanitarios regulares llevados a cabo en los establecimientos legalizados son una medida positiva, Matthews mantenía que esto es muy poco para mejorar el tema puesto que los análisis no se realizan a los clientes. Los análisis sanitarios, continuaba, son de un valor limitado y pueden incluso llevar a una falsa sensación de seguridad.

 

Ofensa a la dignidad

 

La enseñanza de la Iglesia sobre la prostitución es clara. El Catecismo de la Iglesia Católica observa que quienes se implican en proporcionar tales ser servicios hieren su dignidad, puesto que se reducen a meros instrumentos de placer sexual. El número 2355 también critica a quienes pagan por sexo como culpables de un pecado grave.

 

En los últimos tiempos la Iglesia ha puesto un énfasis particular en la prostitución como violación de la dignidad humana. El documento del Concilio Vaticano II «Gaudium et Spes» hace una lista de ofensas contra la vida y la integridad de la persona humana, entre ellas la prostitución. Estas ofensas «envenenan la sociedad humana», comentaba el concilio (No. 27).

 

En su encíclica «Veritatis Splendor», el Papa Juan Pablo II mencionaba la lista de ofensas de la «Gaudium et Spes», colocándolas en el contexto de actos que son por su naturaleza «intrínsecamente malos», y por tanto siempre gravemente erróneos (No. 80).

 

Juan Pablo II volvió a esta lista en su encíclica «Evangelium Vital». Citaba los pecados recogidos en la «Gaudium et Spes» y afirmaba que 30 años después «una vez más y con idéntica firmeza los deploro en nombre de la Iglesia entera» (No. 3).

 

Benedicto XVI habló sobre los problemas causados por la prostitución en su discurso del 13 de diciembre al nuevo embajador de Tailandia ante la Santa Sede. Se refirió a la preocupación de la Iglesia por «la plaga del sida, la prostitución y el tráfico de mujeres y niños, que sigue afligiendo a los países de la región».

 

El Papa lamentaba la trivialización de la sexualidad en los medios y el problema de la degradación de las mujeres e incluso el abuso de niños. Afrontar tales crímenes llevará a punto de inflexión de esperanza y dignidad para todos los implicados, auguraba el pontífice.

 

Sentimientos compartidos por los muchos que están preocupados por el destino de las mujeres atrapadas en la prostitución.

 

Por el padre John Flynn, L. C.; traducción de Justo Amado

Somos líderes en pornografía infantil... y en otras cosas

Somos líderes en pornografía infantil... y en otras cosas

La información facilitada por el Inspector Jefe de Delitos Tecnológicos del Cuerpo Nacional de Policía, en Cataluña, con motivo de la presentación del “Libro Rojo del cibercrimen”, no ha tenido el relieve necesario, a pesar de que el dato que apunta es grave y, junto a otros, señala en una misma y negativa dirección.

 

El hecho es el siguiente. España ocupa el segundo lugar, detrás de EEUU, en el ranking mundial, de visitas a webs con contenido de pornografía infantil.

 

En otras palabras los pedófilos abundan en nuestra sociedad, que parece haber abolido todos los límites. Es evidente que no todos ellos son o evolucionarán hacia la pederastia. Pero resulta evidente que a mayor masa crítica de los primeros, los pedófilos, mayor posibilidad de los segundos, y por consiguiente de que se produzcan agresiones sexuales a los pre-púberes.

 

La pregunta que debe formularse esta sociedad es ¿por qué esto es así? ¿Cuáles son las razones de esta singularidad?

 

La respuesta salta a la vista. España ha mutado sin control de una rígida moral a la más completa cultura de la desvinculación donde lo único que importa es la satisfacción de la pulsión del deseo.

 

El relativismo moral que lo acompaña conduce necesariamente a una sociedad donde las disfunciones sociales crecen. Lo hacen además, no solo porque el marco de referencia, la cultura dominante lo aplaude, sino porque las leyes establecen principios como este: hemos de reconocer los fenómenos sociales en nuestra legislación, y si la gente quiere divorciarse hay que ponérselo fácil, y si quiere abortar, pues que aborte.

 

La teoría del reconocimiento social del fenómeno prescindiendo de su bondad social solo genera sinsentido, el todo vale.

 

España también destaca en las visitas a las páginas de pornografía en general, dado que el 42% de los cibernautas españoles visitan páginas de este tipo. Hay que subrayar además que una parte de estos contenidos están dotados de una pornografía directamente violenta contra la mujer, donde el sexo y agresión andan de la mano.

 

La idea de un cierto feminismo y de la ideología de género, que vende que la agresión contra la mujer nace de una concepción tradicional de la misma, se revela, una vez más, a la luz de los datos, como falsa. La edad y características de los feminicidios ya lo ponían de manifiesto. Este otro dato lo completa, porque es del todo evidente que los mayores usuarios de Internet son personas que se sitúan por debajo de la franja de los 40 años y la gente más joven poco tiene que ver con la idea tradicional de la mujer. Pero esta idea “nueva” no evita ni el asesinato, la violencia, la pornografía y la prostitución.

 

Porque en este campo, el de la prostitución, España es uno de los grandes emporios de Europa y, por consiguiente, el lugar donde se ha desarrollado una gran trama de tráfico de mujeres y de dinero relacionado con el delito. Hay una ruptura en el sistema de valores de España que arroja a las personas de esta sociedad por una pendiente que parece no tener fin.

 

De los primeros en pornografía, en pornografía infantil, en prostitución, también, rápidamente, hemos accedido a los primeros lugares del ranking en uso de drogas.

 

Primeros en solo dos años en divorcios, últimos en natalidad, a la cola en productividad y competitividad.

 

Un fracaso escolar que dobla a la media europea.

 

Una implosión demográfica por falta de nacimientos que se carga el estado del bienestar y la renta futura.

 

Un crecimiento desmedido de la violencia doméstica, hombres contra mujeres, padres contra hijos y éstos contra madres.

 

Alcoholismo masivo del botellón, y diversión centrada en la noche, fenómenos insólitos en toda Europa, violencia creciente en el ocio juvenil.

 

¿Tan difícil es ver, si uno contempla la vida de cada persona como un todo y no como dimensiones aisladas, que todo esto se interrelaciona y que la responsabilidad es de la cultura todavía dominante, el imperialismo de lo políticamente correcto, la destrucción de los fundamentos sociales mediante la cultura de la desvinculación y la ideología de genero, y las desastrosas políticas, que fundadas en ello, practica el gobierno?

 

Vivimos una crisis moral, cultural y política, por eso es preciso que renazca el sentido religioso, impulsemos una revolución moral y regeneremos la política.

 

Josep Miró i Ardèvol

Forum Libertas, 11 de abril de 2008  

 

¿Dónde están los progres para defender al Tíbet contra la dictadura comunista china?

¿Dónde están los progres para defender al Tíbet contra la dictadura comunista china?

De nuevo la izquierda española y sus escuadrones de intelectuales a sueldo nos dan toda una lección de su hipócrita compromiso con la defensa de los derechos humanos. Contra las dictaduras de derechas, como las del cono sur americano, siempre un paso adelante, contra las dictaduras comunistas, como la china,  siempre un paso atrás.

 

No hay manifestaciones de repulsa ni manifiestos firmados por Bardenes, Cuerdas o Almodovares, en solidaridad con el pueblo tibetano. Por cuarta vez desde 1950, los comunistas chinos aplastan las ansias de libertad del Tíbet.

 

En 1950 el poderos y victorioso ejército rojo de Mao invadió el pequeños país del techo del mundo, derrotando fácilmente su mal llamado ejército. China se anexiona el Tíbet y mantiene, en aras de evitar un levantamiento popular, al Dalai Lama como jefe espiritual sometido a los cada día más humillantes dictados de Pekin, hasta que en 1959 el pueblo se alza contra la dictadura comunista. Entonces se abre la época más dura de la represión. Los comunistas se emplearon duramente contra un levantamiento que termino con miles de tibetanos masacrados y con el Dalai Lama en el exilio. Durante la Revolución Cultural el patrimonio histórico-religioso del Tíbet fue destruido y cientos de monjes budistas asesinados, en lo que sin duda ha constituido un autentico genocidio cultural.

 

En los enfrentamientos ocurridos la  semana pasada en Lhasa perdieron la vida 19 personas y más de 600  fueron heridas, según la agencia de noticias estatal china Xinhua. Sin embrago el gobierno tibetano en el exilio habla de 99 rebeldes muertos, 80 en Lhasa y 19 en Gansú, además de miles de heridos.

 

Nosotros nos preguntamos ¿dónde están los progres de Barcelona que durante el Foro Universal de las Culturas se apresuraron a sacarse la foto con el Dalai Lama? ¿Dónde están esos que tan solidarios se mostraban con el pueblo iraquí invadido con los malvados USA? ¿Dónde están las rosas blancas por la paz? O mejor aún ¿Dónde está Zapatero y su caterva de de seguidores en busca del ansia infinita de paz?

 

Minuto Digital, 23 de marzo de 2008

Izquierda e islamismo. Derechos para pocos, sharia para todos

Izquierda e islamismo. Derechos para pocos, sharia para todos

Parece que el Gobierno de Zapatero seguirá con su política de extender eso que él llama "derechos sociales", que no consiste en otra cosa que en forzar a una mayoria insoportablemente silenciosa a atender las reivindicaciones de una activa minoria, gay, cristofóbica o islamista.

 

Tanto si todo se limita a una estrategia para captar votos elección tras elección, como si se trata de una sincera forma de "dar derechos", lo cierto es que la forma de actuar es la misma: despreciar, atacar y desmontar paulativamente el conjunto de valores filosóficos, morales y culturales –griegos, romanos, judeocristianos– que constituyen la personalidad europea.

 

Recordemos que la democracia parlamentaria sólo es posible mediante la combinación de unos valores compartidos y un pluralismo político y social posterior. Esta particular combinación de unidad y diversidad es lo que constituye la democracia occidental. Pero hoy la izquierda se dedica a reivindicar constantemente lo diverso, lo distinto, lo "nuevo", lo diferente. Da alegremente "derechos" a unos, a otros y a los de más allá, sin fundamento jurídico, moral o intelectual alguno. Les basta con dinero y propaganda. Pero esto ni sale ni saldrá gratis.

 

La actitud de la izquierda hacia la moral, la Iglesia o los valores tradicionales socava los principios que sustentan la democracia europea. A ella le encanta, pero lo que está haciendo es de una gravedad extrema: están vacíando de contenido la cultura europea, dejando un vacío moral, cultural e histórico cada vez más grande.

 

¿Le parecen al lector antiguos la moral cristiana o los fundamentos antropológicos y jurídicos de nuestro derecho? ¿Cree que está bien no creer en nada, hacer de España y Europa un inmenso hueco moral donde no exista ninguna creencia ni principio ético? Pues espere a que el islamismo se haga cargo de ese hueco. Porque lo hará, de eso no cabe duda. Y lo avalan dos hechos.

 

El primero, que mientras los europeos rechazan cada vez más su propia cultura, los musulmananes, en España y en Europa, reclaman la suya con una insistencia cada vez mayor. Hoy los europeos no van a misa, critican su historia y desprecian su moral. Por el contrario, los musulmanes acuden a las mezquitas, son cada vez más reivindicativos, y exigen que su religión sea reconocida y sus "derechos satisfechos".

 

Por otro lado, las proyecciones demográficas para España y Europa no dejan lugar a dudas; los europeos tienen cada vez menos hijos y los musulmanes cada vez más. Cada vez más niños que ni se integran ni tienen intención de hacerlo, y que reivindican que los valores islámicos sean políticamente reconocidos en el continente.

 

Por eso, islamistas e izquierdistas hoy caminan juntos. Éstos últimos se dedican a desmontar alegremente todo el aparato cultural e ideológico occidental; aquellos les apoyan con entusiasmo. ¡Cómo no! La izquierda está haciendo el trabajo sucio, convirtiendo la cultura europea en una inmensa zona cero donde luego el islamismo construirá sus mezquitas, su educación, su religión y su ley civil.

 

Atacando la cultura europea, la izquierda europea en general, y la española en particular, esta allanando el camino a una nueva forma de totalitarismo. Lo malo es que no serán los politicos actuales los que sufrirán las consecuencias, sino sus hijos y los hijos de sus hijos. A ellos les tendrán que explicar por qué se dedicaban a dar derechos a unos pocos mientras abonaban el terreno para que se acabara imponiendo la sharia para todos. Ocurrirá. Y nosotros estaremos ahí para recordárselo.

 

GEES

Libertad Digital nº 1409,  16 de Marzo de 2008

 

Ganó Chikilicuatre

Ganó Chikilicuatre


La gente aplaudiendo y sacando adelante una canción deliberadamente chabacana, estúpida y obscena, cantada por un personaje deliberadamente grotesco, para que represente a España en Eurovisión: he ahí la imagen fidedigna del país actual.

 

En fin, Chikilicuatre Zapo ha ganado. No lo habría logrado sin ese PP que usufructúa el voto de la España seria, pero falta de liderazgo, sin los chikilicuatres del perfil bajo y la nena futurista que habla inglés. Pero, en definitiva, qué más da, ahí están las Nuevas Degeneraciones peperas: "¡Da unos botes, Mariano! ¡Da unos botes, que hemos perdido pero a chikilicuatres no nos ganan los sociatas, no nos ganan los titiriteros!".

 

No toda la sociedad es así, claro, pero así son sus líderes y comparsas. Y la España chikilicuatre, la España del botellón, la telebasura y la pornopolítica, va ganando por goleada. De momento. Cualquier análisis en detalle de las elecciones debe partir de esta evidencia.

 

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Por desgracia, UPD no aparece hoy como el comienzo de una izquierda democrática influyente, por lo que los separatistas quedan árbitros de la situación y se harán pagar muy caros sus favores. La línea donjulianesca y liberticida de Zapo puede ir a más, pero el coste y las tensiones de sus chanchullos con terroristas y secesionistas, así como la inquietud internacional que susciten, podrían empujar a Zapo a una mayor conciliación con el PP.

 

Y en el PP puede acentuarse el perfil bajo –Gallardón– o puede surgir algo diferente. Mayor Oreja, Vidal Quadras, Esperanza Aguirre, tienen de nuevo su oportunidad, si bien su flojera durante la pasada legislatura no autoriza grandes optimismos.

 

Señalaba Arcadi Espada la ausencia de la política exterior en la campaña electoral chikilicuatre que hemos sufrido. Cierto, es otro dato clave de la situación: España carece de política internacional. También ha estado ausente la cuestión judicial, otra de las más graves y amenazantes para democracia española. Chikilicuatria.

 

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Dice Rajoy que seguirá defendiendo los intereses de España. No, Mariano, por favor.

 

Pío Moa

Libertad Digital, 10 de marzo de 2008

Crisis de militancia en toda la sociedad

Crisis de militancia en toda la sociedad El militante romántico que pegaba carteles en la calle es ya un objeto de arqueología: hoy hay que contratarlos. 

La militancia es una realidad que cobra fuerza en la modernidad, a partir de la convicción de que toda persona es protagonista de su historia. Pero hoy ese protagonismo se ve empañado por el desencantamiento con el optimismo ilustrado.

 

El pesimismo de la razón nos invade, generando desesperanza y favoreciendo que la militancia se reconvierta frecuentemente en otra cosa.

 

Los ideólogos de las formaciones políticas y asesores de campaña ya no saben qué hacer, ni qué decir para ilusionar a las personas. El ausentismo electoral crece y todavía crecerá más y, con ello, también el desprecio por la cosa pública.

 

La gran protagonista de estas elecciones generales, cuanto menos en Cataluña, es muy probable que sea la abstención. En el caso que el pronóstico se cumpla, ésta podrá ser interpretada, legítimamente, como un voto de castigo, de desgana y de desdén por la denominada clase política.

 

De este modo, el proyecto de futuro al que sirven las organizaciones que se pretenden transformadoras de la sociedad acaba siendo frecuentemente sustituido por finalidades propias de la organización y de sus élites dirigentes.

 

El resultado es una crisis de militancia en partidos y sindicatos, que hace que sean cada vez más escasas las referencias militantes en la sociedad: en partidos y sindicatos hay cuadros o afiliados, pero la figura del militante se ha desdibujado bajo el predominio de la burocratización.

 

Todo se profesionaliza y se convierte en negocio. El militante romántico que pegaba carteles en la calle es ya un objeto de arqueología. Siempre quedan, a pesar de todo, algunos resistentes de la vieja guardia que todavía son capaces de dar tiempo y gastar fuerzas para hacer realidad un proyecto de país.

 

Ser militante hoy es asumir, más que en otras épocas de nuestra historia reciente, esa condición minoritaria, resistiendo a la marea que barre las motivaciones del compromiso. Requiere una gran dosis de estoicismo, porque no es fácil soportar el sarcasmo de los cínicos, de los que vienen de vuelta de todo.

 

Es preciso aceptar esa condición minoritaria sin asomo de elitismo, porque la educación para la militancia se contrapone a la educación para ser élite y quien es militante está llamado a mantener su fidelidad a la masa, al pueblo del que procede y con el que comparte básicamente valores y cultura.

 

Quien vive la militancia, vive una fidelidad hacia su pueblo, aunque ese pueblo no resulte especialmente digno de ese compromiso militante ni valore su acción a favor de la comunidad.

 

El militante se entrega por su pueblo no porque éste sea en sí mismo merecedor de tal entrega. Quien es militante se siente, a la vez, parte de ese pueblo y conoce y experimenta sus limitaciones y necesidades; pero se sabe también llamado a asumir la doble responsabilidad de anunciar a su pueblo la conversión y de mostrarle los caminos que puedan transformar una realidad negativa e injusta hacia un futuro de libertad y de solidaridad.

 

El declive de la militancia es un grave desafío a la democracia tal y como la conocemos en la actualidad. El pleno desarrollo de ésta no sólo requiere de personas conscientes de sus deberes de ciudadanía, sino también capaces de entregarse a una causa más grande que su propio yo.

 

Francesc Torralba Roselló   

Forum Libertas, 3 de marzo de 2008

Socialismo para multimillonarios: Casi el 90% de las grandes fortunas defraudan a Hacienda

Socialismo para multimillonarios: Casi el 90% de las grandes fortunas defraudan a Hacienda

Las mayores bolsas de evasión fiscal pertenecen a contribuyentes con más de diez millones de euros que no declaran Patrimonio

 

Es una regla de tres matemática: a mayor fortuna, mayor evasión fiscal; o sea, los más ricos defraudan más. Esa viene a ser la conclusión de un estudio presentado por el colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que muestra que casi el 90% de los contribuyentes con más de diez millones de euros defraudan al fisco.

 

Según los cálculos de Gestha, alrededor del 86% de las “fortunas españolas” con un patrimonio superior a esos diez millones elude sus obligaciones fiscales al no declarar el Impuesto sobre Patrimonio.

 

Los expertos de Hacienda han llegado a esta conclusión cruzando los datos de los tramos de la base imponible del Impuesto sobre Patrimonio con los datos de la banca privada.

 

El resultado es que también el 18% de las personas con unos bienes de entre medio millón y un millón de euros defrauda actualmente a Hacienda. La evasión fiscal sube hasta el 45% en aquellos patrimonios estimados entre uno y diez millones.

 

A los que pillan, les sueltan

 

Por otra parte, cabe resaltar el hecho de que, a la vista de lo que ha ocurrido en el caso de ‘los Albertos’, cuando los pillan, acaban soltándoles. El conflicto destapado en la cúpula de la Justicia por la absolución de Alberto Cortina y Alberto Alcocer ha llevado al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, a criticar con dureza la decisión del Tribunal Constitucional de anular la sentencia contra ellos.

 

Hay que recordar que ambos estaban implicados en la estafa del caso Urbanor. Pumpido afirmó que está “total, radical y profundamente” en desacuerdo con el Constitucional, que en su opinión permite “que los condenados se queden con el dinero de la estafa”.

 

Volviendo al informe de Gestha, éste señala que “las mayores bolsas de evasión fiscal” de las grandes fortunas se centran, sobre todo, en aquellas propiedades relacionadas con capital mobiliario e inmuebles, que representan aproximadamente el 93% de todos los bienes y derechos declarados.

 

 

Otros “focos sospechosos de fraude”, aunque en menor cuantía patrimonial son los bienes vinculados a actividades económicas, seguros y rentas, vehículos, pieles, joyas y objetos de arte, añaden los expertos.

 

Pocos, muy pocos

 

Los datos recabados por Gestha indican que actualmente son pocos, muy pocos, los contribuyentes que declaran un patrimonio superior a los 30 millones de euros, tan sólo 132 ciudadanos, lo que supone unos ingresos para las arcas de Hacienda de casi 42,5 millones, es decir, una media de 322.000 euros por cabeza.

 

Alrededor de 2.525 ciudadanos declaran un patrimonio neto total entre 6 y 30 millones de euros, aportando el 10% de la recaudación del Impuesto de Patrimonio.

 

Ya en octubre de 2006, desde ForumLibertas.com informábamos de que a Hacienda se le escapan 138.000 ricos, según los datos de la consultoría Merrill Lynch y Cap Gemini.

 

De los 141.000 contribuyentes que entonces superaban inversiones de 800.000 euros, el ministerio que dirige Pedro Solbes sólo contabilizó 3.092 declaraciones superiores a los 601.000 euros.

 

De hecho, la misma consultoría constataba entonces que el colectivo que más impuestos paga a través del IRPF es el de aquellos contribuyentes con unos ingresos medios por debajo de los 30.000 euros.

 

Ante esta realidad, sumada a la que ahora denuncia Gestha, hay que preguntarse si el actual Gobierno español no practica un ‘socialismo para multimillonarios’, al no hacer más efectivas las inspecciones de Hacienda.

 

 

 

Ejemplo a seguir

 

En ese sentido, los expertos de Gestha sugieren al Ejecutivo de Zapatero que siga los pasos dados recientemente por la Cancillería que preside Angela Merkel, que ha iniciado una operación contra un millar de “adinerados” sospechosos de haber ocultado al fisco grandes cantidades de dinero transferidas al paraíso fiscal de Liechtenstein.

 

Esta operación llevada a cabo en Alemania es “ejemplarizante” y debe servir de modelo a la Administración Tributaria española para actuar contra los focos principales de economía sumergida, dicen los Técnicos de Hacienda.

 

Este “exitoso golpe” contra la evasión fiscal, dirigido por los servicios secretos germanos, Hacienda, las fiscalías de delitos fiscales y la policía alemana contrasta con la “tímida colaboración y coordinación” con que el Gobierno español dirige la lucha contra el fraude.

 

La Agencia Tributaria española es “muy reacia a compartir bases de datos, personal y actuaciones con las administraciones autonómicas y locales” a la hora de combatir el fraude fiscal, critican los expertos.

 

Isabel Ordóñez   

Forum Libertas, 22 de febrero de 2008

Santa Sede ante la ONU: El tráfico de seres humanos, «uno de los fenómenos más vergonzosos»

Santa Sede ante la ONU: El tráfico de seres humanos, «uno de los fenómenos más vergonzosos»

VIENA, jueves, 14 febrero 2008 (ZENIT.org).- El tráfico de seres humanos es uno de los fenómenos más vergonzosos de nuestra época, ha denunciado la Santa Sede.

El arzobispo Agostino Marchetto, secretario del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, intervino el miércoles en el foro contra el tráfico de seres humanos convocado por la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODD), que se celebra en Viena del 13 al 15 de febrero

 

La Santa Sede, dijo el representante del Papa, «aprecia e impulsa los esfuerzos emprendidos en varios ámbitos para combatir el tráfico de seres humanos, que es un problema multidimensional y uno de los fenómenos más vergonzosos de nuestra era».

 

El prelado destacó, según recoge la crónica de «Radio Vaticano», «el peligro real que sufren las numerosas personas que, ante la pobreza, así como la falta de oportunidades y de cohesión social, se ven impulsadas a dejar sus países de origen, buscando un futuro mejor».

 

 

Sin olvidar que también hay otros factores que contribuyen a extender este crimen, como son los conflictos armados, la ausencia de reglas específicas y de estructuras socio-culturales en algunos países, así como la falta de conocimiento de sus propios derechos de parte de las mismas víctimas, monseñor Marchetto hizo hincapié en que «la Santa Sede alienta todas las iniciativas justas que contribuyen a suprimir este fenómeno inmoral y criminal y a promover la recuperación y el bienestar de las víctimas».

 

«La Santa Sede ha seguido constantemente la gravedad del tráfico de seres humanos», recordó monseñor Marchetto, evocando al Papa Pablo VI, que en 1970, estableció la Pontificia Comisión --hoy Consejo-- para el cuidado y la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, dedicándose con especial esmero a las víctimas de este crimen, que son «los esclavos de la época moderna».

 

En esta misma perspectiva, este dicasterio pontificio ha organizado dos Congresos Mundiales. El primero, para la liberación de las mujeres de la calle y, el segundo, para los niños de la calle, informó.

 

 

Asimismo, la Santa Sede indica sin cesar que todos los esfuerzos para afrontar las actividades criminales relacionadas con este flagelo deben centrarse en los derechos humanos y dirigirse también a los que protagonizan la demanda de la explotación sexual, afirmó el prelado.

 

A los hombres --jóvenes y mayores-- a los maridos y a los padres, para intervenir en las razones que motivan el maltrato y la falta de respeto de las mujeres.

 

Entre las actividades concretas impulsadas por la Iglesia católica, Marchetto recordó las que han realizado numerosos obispos y conferencias episcopales, citando algunos ejemplos como España, Nigeria e Irlanda. Actividades que han implicado además la acción directa de organizaciones e instituciones católicas, que asisten a las víctimas. Las escuchan, les brindan ayuda material, incluyendo la forma de escapar de quienes las esclavizan por medio de la violencia sexual. Creando hogares de acogida, promoviendo los pasos necesarios para la reinserción en la sociedad y patrocinando la prevención.

 

Monseñor Marchetto presentó también la decidida actividad de la Iglesia católica en aquellos países que sufren violentos conflictos, como República Democrática del Congo, Sierra Leona y Liberia, para salvar a los niños soldado, que también acaban siendo vendidos.

 

Son numerosas las acciones de la Iglesia católica, gracias también a las iniciativas que impulsan las congregaciones religiosas, en favor de estos menores.

 

«Se trata no sólo de salvarlos de semejantes horrores, sino también de curar sus heridas físicas y emocionales y de sostener a las familias y comunidades. Admitiendo que no existen soluciones fáciles, la Santa Sede subraya la importancia de tutelar a las víctimas del tráfico de seres humanos, de establecer penas justas para castigar este crimen y de promover medidas preventivas. La prevención abarca el conocimiento también de las causas de este horrible fenómeno, incluyendo la situación macro-económica», afirmó.

 

Por lo que se refiere a la ayuda que se debe otorgar a las víctimas el Arzobispo Marchetto insistió en los cuidados médicos y psicológicos, así como en los permisos de residencia y de empleo que faciliten su reinserción social.

 

Recomendando asimismo que cuando se les ayuda a volver a sus países de origen es indispensable acompañar esta ayuda con proyectos y microcréditos, que se podrían financiar con la incautación de las ganancias de los mismos traficantes.

 

Como conclusión, Marchetto citó las palabras de Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi: «La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. Esto es válido tanto para el individuo como para la sociedad. Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana» (n. 38).