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Políticamente... conservador

"Muy parecido a Azaña". Payne ve a Zapatero como un "iluso"

"Muy parecido a Azaña". Payne ve a Zapatero como un "iluso" El historiador hispanista Stanley G. Payne -que se posiciona en torno a los neocon norteamericanos- comparó a José Luis Rodríguez Zapatero con Manuel Azaña: “Azaña era un iluso, muy parecido en cierto sentido a Zapatero”.

Payne, de 72 años, continuó su comparación: “Ambos han tenido mucha confianza en su capacidad de combinar contradicciones. Zapatero carece de talento literario o del poder de la palabra de Azaña, pero en esto de formar frentes populares y de intentar conciliar contrarios no le va a la zaga. A Azaña la situación acabó yéndosele de las manos. El balance para España fue desastroso, como pasará, me temo con Zapatero”.

Todo esto, lo dijo en una entrevista publicada ayer en La Gaceta de los Negocios, cuando el periodista Miguel Villarejo se refirió al debate sobre el Estatut catalán de 1932, en el que Azaña se decantó por dar a los catalanes la oportunidad de "vivir de otra manera dentro del Estado español".

"Ante un abismo"
Asimismo, Payne consideró que los españoles “estamos ante un abismo de mucha crispación, de competencia entre las regiones, y posiblemente, si la cosa no sale bien para los fascistas de ETA, de vuelta al terrorismo”.

Sin embargo, para Payne, lo que sucederá, en relación al abismo mencionado, “no” será tan desastroso como la Guerra Civil. “La situación es completamente distinta”, matizó. Y explicó que “entonces había grandes movimientos revolucionarios violentos. La opinión pública tampoco está hoy tan movilizada. No le interesa mucho la política y eso favorece a Zapatero”.

Payne afirmó que “Zapatero ha introducido la doctrina de los políticamente correcto en España y ha convertido el país en un laboratorio de ideología radicales, como ya sucedió en los años 30 con la Segunda República”.

“Apuesta peligrosa”
El también profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison no discute que algunas de las iniciativas de Zapatero puedan funcionar un tiempo como las bodas homosexuales, pero sostuvo que otras son una “apuesta peligrosa”. Según él, la creencia de que todas las culturas son igualmente respetables es “una bomba de relojería”: “Occidente no puede aceptar la formación de enclaves de inmigrantes que no comparten sus valores y rechazan la tolerancia”.

De la misma forma, Payne se mostró crítico con la política antiterrorista del Gobierno. “El llamado proceso de paz le va a salir muy mal. Zapatero ha anunciado que los límites de la negociación será la ley y la Constitución, pero lo que los fascistas -de ETA- le están reclamando es la semiindependencia y la anexión a Navarra. Se ha puesto en una situación imposible”, dijo.

“El PP no hace nada”
A la hora de evaluar la actitud del PP, Payne afirmó que no ve que esta formación “aliente la crispación”. Según él, tampoco ve “que el PP haga nada. Su oposición es muy débil”. No obstante, echa un cable al partido que lidera Mariano Rajoy: “¿Cómo te levantas contra un señor -por Zapatero- que dice que lo va a cambiar todo, pero sin molestar a nadie?”.

En opinión de Payne, el PP tiene que “ocupar el terreno ideológico de un modo más agresivo y desenmascarar al PSOE, que es un partido muy dogmático, muy poco respetuoso de la democracia, que utiliza al Gobierno para controlarlo todo, desde la prensa hasta los tribunales”.

Junto a la extrema derecha
Precisamente, Payne es colaborador de la macrofundación del PP, que preside José María Aznar. A principios de año, el neocon escribió un artículo en Cuadernos de Pensamiento Político de FAES, en el que acusó a la izquierda de querer revisar la realidad histórica cuando “siempre ha mostrado escaso respeto por la historia”. Además, decía que en España existen “indicios” preocupantes de un proceso de radicalización de la vida política provocado “por un debate ligero y superficial de una segunda transición en España”.

Por otra parte, Payne es uno de los mayores admiradores de la obra del revisionista Pío Moa. “Introduce un chorro de aire fresco en la historia contemporánea”, es uno de sus piropos hacia él.

En el mismo marco de revisionismo historico, hace un mes, la revista Época dedicó un número a explicar las perversidades de la II República. Stayne colaboró con un análisis sobre Azaña -al igual que Ricardo de la Cierva y César Vidal- en el que salía muy mal parado: “Siempre mantenía una política sectaria, de buenos y malos”.

 

Elplural.com, 8 de agosto de 2006

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