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Políticamente... conservador

La verdadera razón del ataque del gobierno a la Iglesia

La verdadera razón del ataque del gobierno a la Iglesia A todo observador imparcial le habrá sorprendido la furibunda y amenazante reacción del gobierno contra los obispos españoles por su nota para orientar a los católicos ante las próximas elecciones.

No es un dato menor que la mayoría de medios de comunicación hayan hurtado a la opinión pública el conocimiento del texto, por otra parte breve. Leyendo sus puntos no se desprende ninguna novedad, nada que no se haya dicho y reiterado antes. En definitiva el Magisterio de la Iglesia es poco voluble.

Además, la forma es extraordinariamente cuidada, matizada. Tanto es así que la impresión de los propios periodistas que asistieron a la rueda de prensa del portavoz de la Conferencia Episcopal, Martínez Camino, que dio a conocer el texto, volvieron a sus redacciones con la opinión de que el texto era realmente matizado y muy ajustado.

 

¿Qué cambió entre este momento y la explosión de los medios de comunicación de la mañana siguiente?

 

Pues, lo que modificó el panorama fue la decisión del gobierno de actuar con una contundencia insólita contra la Iglesia, e intentar mantener esta tensión el máximo de días posible. Algunos analistas ya ligaron esta desmesura con las dificultades de Zapatero durante la semana anterior: el ninguneo de Merckel, Sarkozy y Brown en la reunión de líderes europeos para tratar del tema económico, que dañaba uno de los puntos clave con que Zapatero intenta presentarse ahora, el del líder del gobierno del país que más ha crecido económicamente.

 

También la calurosa recepción de la dirigente alemana y el presidente francés a Rajoy en París.

 

Incluso el desplante inusual de la primera ministro germana, en la rueda de prensa conjunta con Zapatero, después de la reunión que estaba prevista desde hace tiempo entre ambos países.

 

No es frecuente que tal y como hizo Merckel, en un acto tan formal declare sus simpatías por el candidato que pretende echar a Zapatero.

 

El fracaso de la medida elaborada por la beautiful people de la Oficina económica del presidente del gobierno, con David Taguas y el ex de dicha oficina, Miguel Sebastián, a la cabeza, destinada a repartir 400 euros, también se añade al cómputo negativo.

 

Miguel Sebastián en un reciente artículo todavía defendía esta medida como ejemplo de política anticíclica, un planteamiento que tiene su equivalente en alguna de las medidas adoptadas por Bush en EEUU. No deja de ser sorprendente esta semejanza para un dirigente que alardea de rojeras. Y es que lo de los 400 euros no solo sonaba mal sino que era todo lo contrario a una medida redistributiva, como se encargó de precisar Solbes. Solo cobrarían aquella cifra los que más pagan a hacienda, muchos se limitarían a percibir 180 euros y otros nada.

 

Pero el factor realmente desencadenante de la decisión gubernamental de poner en primer plano un desmesurado conflicto con la Iglesia fue el conocimiento del dato que el martes siguiente, el 5 de febrero, explotó en todos los periódicos: el extraordinario crecimiento del paro, la cifra más alta para enero de los últimos 24 años.

 

Desde la mitad de la semana anterior Zapatero conocía este resultado, y su equipo estuvo considerando como podía desviar la atención. La nota de los obispos muy cogida por los pelos, les dio la ocasión.

 

Esta es la verdad pura y dura del comportamiento del gobierno y el PSOE. Dice mucho de la irresponsabilidad de todos ellos y de su voluntad de manipular la opinión de las personas, y dice también del potencial de los medios de comunicación para transmitir imágenes falseadas de la realidad y excitar los instintos.

 

Ambas cuestiones son de una gravedad que incluso van más allá de la simple campaña electoral, porque reducen a quien es el teórico ciudadano a un muñeco al que se puede agitar y mover a base de inundarlo de falsas informaciones y opiniones de adoctrinamiento.

 

Editorial de Forum Libertas, 6 de febrero de 2008

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