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Políticamente... conservador

La televisión, educadora por defecto de la sociedad

Entrevista con Brent Bozell

ALEXANDRIA (EE.UU.), viernes, 17 marzo 2006 (ZENIT.org).- Hollywood debería tener el valor de promover los valores tradicionales en cine y televisión porque encontraría una audiencia muy motivada, asegura un experto en medios de comunicación.

Brent Bozell, 49 años, es profesor, columnista, comentarista de televisión, empresario, publicista, padre de cinco hijos, fundador y presidente del Consejo de Padres para la Televisión de Estados Unidos, una organización radicada en Hollywood que promueve la responsabilidad en la industria del entretenimiento.

Zenit ha conversado con Bozell, graduado en la Universidad de Dallas, sobre sus puntos de vista sobre los medios de comunicación.

--Recientemente se propuso un plan en el Congreso para pedir a las cadenas de televisión por cable que ofrezcan precios a la carta; es decir, los abonados no deberían pagar por canales que no usan. ¿Piensa que esta propuesta resolvería las dificultades de los padres para controlar la programación que entra en sus casas?

--Bozell: La posibilidad de elegir, en la televisión por cable, ciertamente ayudaría a los padres a controlar la programación, pero no ayudaría a hacer una televisión más limpia. De hecho, es una licencia para programar, aunque sea con más filtros.

Sin embargo, quienes encuentran la programación ofensiva tendrían que ser capaces no sólo de evitar que entre en sus casas; sería más importante que pudieran detener las suscripciones, que ha sido el mayor pecado.

Lo que no podemos olvidar es que las compañías por cable han obligado a los consumidores a financiar una programación vulgar que éstos consideran ofensiva. El cable a la carta acabaría con este fraude.

--Dado que los niños pueden acceder a material dudoso en cualquier lugar --en casa de sus amigos, Internet, etc.--, ¿que debería hacer un progenitor? ¿Qué otros apoyos existen en la formación moral de los más jóvenes?

--Bozell: Los controles están bajando. La media de tiempo que un niño pasa ante la televisión es de 4 a 6 horas al día. Ese mismo niño pasa sólo, como media, un cuarto de hora con su padre.

Actualmente, un muchacho antes de llegar a la universidad ha pasado más tiempo ante la televisión que ante el profesor. ¿Qué significa esto? Que la televisión es «el gran educador» de la sociedad.

Es importante que los padres controlen la televisión por los bajos valores que enseña a sus hijos.

--En su Guía para el tiempo de máxima audiencia, usted clasifica los programas. Los canales de televisión, ¿ofrecen programas para una audiencia más familiar?

--Bozell: No, aunque en los últimos años ha habido buenos programas como «Touched by an Angel», de la CBS, y «Seventh Heaven» de WB, que fueron también muy populares.

De hecho fueron espectáculos número uno, pero Hollywood parece que tiene alergia a la idea de seguir haciendo algo bueno. Cuando NBC lanzó «Friends», tuvo un gran éxito y hubo otras 34 imitaciones antes de que «Friends» lograra la máxima audiencia.

Lo interesante es que aquí hay un mercado definido para cualquier programa positivo, tanto en televisión como en el cine, como atestigua «La Pasión de Cristo» y la reciente película «Narnia». Los dos han ganado centenares de millones de dólares.

Pero Hollywood, en contra de lo que dice, no se guía por los beneficios. Si fuera así, debería lanzar más espectáculos como éstos.

--¿Cuáles son algunas de las señales que indican que un chico está siendo influido negativamente por la televisión? ¿Qué debería notar un padre?

--Bozell: Hay muchos estudios científicos que confirman cosas que son de sentido común: un chico impresionable que copia lo que hacen sus modelos en los espectáculos de su televisión favorita, imitará su conducta.

Las investigaciones demuestran que los chicos expuestos a escenas de sexo en TV cuando son pequeños, tienen más probabilidad de iniciarse en él muy jóvenes, y los chicos expuestos a escenas violentas muy pequeños, son más proclives a ser violentos. Es de simple sentido común.

Vayamos más allá. Si un chico está viendo la televisión y se divierte con la programación de MTV, como consecuencia querrá emular su conducta.

No debería sorprender a nadie que los chicos de hoy blasfemen como carreteros si lo oyen en MTV. Y los mismo se puede decir de otros patrones de conducta: falta de respeto a la autoridad, desdén por la religión, actitudes cínicas. Todas estas conductas enseñadas por la televisión son fotocopiadas.

--Algunos expertos aconsejan a los padres hablar con frecuencia con sus hijos sobre los contenidos de la TV. ¿Cómo funciona esta práctica?

--Bozell: El senador Joe Lieberman observó que, mientras los buenos padres tratan de instilar buenos valores a sus hijos a la hora de comer, en ese mismo día por la tarde la «caja tonta» les dirá a los niños que su padre debería irse a «freír espárragos».

Sería estupendo si hubiera un papel a la inversa: los padres deberían enseñar a sus hijos cómo y por qué lo que están viendo no es sólo ofensivo sino inmoral.

Ningún padre quiere hacer esto y algunos padres pueden creer que ya están haciendo un trabajo excepcional impidiendo que sus hijos vean programas repugnantes. Pero la triste realidad es que de un modo u otro los chicos los verán. Los padres no tienen otra salida que afrontarlo.

--Parece que las películas que promueven los valores familiares son muy populares. ¿Está Hollywood respondiendo a esta demanda?

--Bozell: No todos en Hollywood se oponen a los valores tradicionales. Hay gente maravillosa que hace cosas estupendas, como Phil Anschutz y Walden Media, pero están nadando contra corriente.

La cultura de Hollywood es radicalmente opuesta a los valores tradicionales. Quien tuvo realmente valor fue Mel Gibson. Hoy tener valor significaría hacer una película que retratara a Juana de Arco como una santa y no como una «Juana la loca».

Auténtico coraje sería hacer películas que defiendan los valores tradicionales pero no hay suficiente gente que lo tenga.
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