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Políticamente... conservador

El congreso «Europa por la vida» sale en defensa del embrión humano

MURCIA, viernes, 5 mayo 2006 (ZENIT.org-Veritas).- El congreso «Europa por la Vida» que se celebra del 4 al 7 de mayo en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) se ha convertido en una articulada defensa del embrión humano.

El encuentro fue inaugurado este jueves con una conferencia del cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, en la que reconoció que el hombre «no puede volverse objeto de las de aventuras de la ciencia, por muy arrogante que ésta sea».

Según el purpurado, la discusión sobre si el embrión es o no persona es una discusión que ya se había cerrado hace muchos años, e indicó que la reapertura de este «dilema superado por la ciencia» se debe a una serie de intereses «que no tienen nada de científicos».

«No hay un Estado que pueda arrogarse el derecho sobre la vida de un niño, porque el hombre no es una cosa, sino una imagen que viene de Dios», añadió, constatando que la familia y la defensa de la vida humano son «un sello» del pontificado de Benedicto XVI.

En este sentido se expresó también el obispo de Cartagena y presidente de la Subcomisión para la Familia y la Vida de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Reig Pla, quien afirmó que «la Iglesia siempre ha enseñado que el ser humano debe ser tratado como persona desde el momento de la concepción y por tanto se le deben reconocer los mismos derechos que a toda persona, especialmente el derecho inviolable a la vida».

Derechos asesinos
En su discurso inaugural, el presidente de la UCAM y consultor del Consejo Pontificio para la Familia, José Luis Mendoza, centró la atención del congreso «en aquellos atentados, que hacen referencia a la vida naciente y en fase terminal, que suscitan graves problemas por el hecho de que en la conciencia colectiva tienden a perder el carácter de “delito”, para pasar a ser un derecho, hasta el punto de obtener su reconocimiento por parte de los estados, y su ejecución, mediante la intervención gratuita de los mismos agentes sanitarios».

Mendoza criticó la «inversión de grandes sumas para la obtención de productos farmacéuticos que hacen posible la muerte del embrión en el seno materno, sin necesidad de recurrir a la ayuda del médico», así como «la política antinatalista dirigida contra los países pobres».

«No menos graves son las amenazas que afectan también a los enfermos incurables y a los terminales, en un contexto social y cultural, que haciendo más difícil afrontar y soportar el sufrimiento, agudiza la tentación de resolver el problema del sufrimiento eliminándolo en su raíz», añadió.

Se refirió también a la aprobación del «matrimonio homosexual»: «Esta medida ha generado un grave desorden social y moral por parte de los gobiernos que lo han impuesto de manera dictatorial; hecho que en España ha sido rechazado por millones de españoles en diversas manifestaciones».

Censura en los medios
Por su parte el sacerdote y periodista Santiago Martín, consultor del Consejo Pontificio para la Familia, denunció que se da una censura en los medios de comunicación, basada en el silencio, la tergiversación o la ridiculización de los argumentos de las instituciones que defienden la vida y la familia.

La familia, patrimonio de la humanidad
Por su parte, el cardenal Ricardo María Carles, arzobispo emérito de Barcelona, afirmó este viernes que «si se quiere desestructurar una sociedad, hay que comenzar por desestructurar el matrimonio».

Para el purpurado «la decadencia de estabilidad de la vida familiar está intrínsecamente ligada a la decadencia de la democracia, entendida en el sentido filosófico, como un sistema de gobierno que reconoce el valor soberano del hombre».

Por este motivo se preguntó si ha llegado el momento de pedir que «el matrimonio sea patrimonio de la humanidad».
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