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Crónicas de actualidad

Niños soldado, carne de cañón

Niños soldado, carne de cañón Tratando de poner fin a la situación de los niños soldado

ROMA, miércoles, 27 febrero 2008 (ZENIT.org).- Ha llegado la hora de penalizar a quienes utilicen a niños en guerras, se decía en un reciente debate del Consejo de Seguridad de la ONU. El 12 de febrero, el consejo tuvo una reunión de todo un día para analizar la cuestión de los niños soldado.

 

En su discurso a los asistentes, la representante especial para niños y conflictos armados del secretario general de la ONU, Radhika Coomaraswamy, se quejaba de la falta de actuaciones contra quienes utilizan a niños como combatientes en las guerras, informaba una nota de prensa de la ONU el 12 de febrero.

 

Recomendaba al consejo que considerara medidas como restricciones para viajar a los líderes, embargos de armas y limitaciones de asistencia militar. Durante el curso del debate, los portavoces que representaban a docenas de naciones hablaron del azote de los niños obligados a portar armas en conflictos.

 

El debate del Consejo de Seguridad siguió a un informe sobre el tema del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Según el informe publicado el 21 de diciembre, se sigue usando a niños en conflictos armados en más de una docena de países.

 

El informe nombraba Afganistán, Burundi, Chad, República Centroafricana, Colombia, la República Democrática del Congo, Myanmar, Nepal, Filipinas, Somalia, Sudán, Sri Lanka y Uganda, como los principales infractores. El informe, titulado «Niños y Conflictos Armados», cubre el periodo de octubre de 2006 a agosto de 2007.

 

El documento explicaba que, con frecuencia, el reclutamiento de niños está ligado al problema de los refugiados forzados a huir de conflictos. Por un lago, las familias se ven forzadas a huir de sus hogares y evitar que sus hijos sean apresados por grupos armados. Por otro, los campos de refugiados suelen ser objetivo de grupos armados puesto que tienen un gran número de niños indefensos.

 

Abusos sexuales

 

Los niños, tanto chicas como chicos, también sufren frecuentemente violaciones y abusos sexuales durante su participación forzada en los conflictos. Dada la extensión de este problema, el secretario general se mostró de acuerdo con la reciente decisión del Tribunal Penal Internacional de abrir una investigación en la República Centroafricana por acusaciones de violaciones y otros crímenes sexuales cometidos durante el conflicto entre el gobierno y las fuerzas rebeldes.

 

De los abusos no sólo son culpables los grupos rebeldes. El informe observaba que en algunos países los niños son usados como guías e informadores para las operaciones militares del gobierno, normalmente bajo coacción.

 

El secretario general trató también algunos problemas ligados a los conflictos que afectan a los niños. Con frecuencia los colegios y sus profesores son objetivos de los grupos rebeldes, lo que significa que los niños se quedan sin educación. Los niños también sufren al estar en medio de la lucha, y son más vulnerables que los adultos. Asimismo, el uso de bombas racimo y de minas en algunos países sigue causando bajas después de que haya cesado la lucha.

 

El 4 de febrero el Consejo de Seguridad también publicaba un informe titulado: «Niños y Conflictos Armados». Describiendo como «horrible» el impacto en los niños de los conflictos armados, el informe calculaba en más de 2 millones el total de niños asesinados en las zonas de guerra durante las últimas dos décadas.

 

Otros seis millones han sufrido lesiones o han quedado discapacitados de forma permanente, indicaba el informe. En cuanto al tema de los niños soldado, el Consejo de Seguridad afirmaba que «más de un cuarto de millón de jóvenes han sido explotados como niños soldado en al menos 30 países».

 

Necesidad de soluciones

 

El interés en el tema del Consejo de Seguridad ha aumentado desde que una resolución, en el 2005, estableció un mecanismo de seguimiento e información, junto con un grupo de trabajo, sobre el tema de los niños y los conflictos armados.

 

Sin embargo, este interés ha tenido efectos prácticos limitados, admitía el informe. Aunque ahora hay disponible más información, el informe observaba que hay una falta de respuesta a los problemas identificados.

 

El texto del Consejo de Seguridad enumera algunos resultados positivos. Un acuerdo el 2007 en la República Centroafricana dio como resultado la liberación de 400 niños de grupos armados. En mayo del año pasado el gobierno de Chad firmó un acuerdo de desmovilización de niños soldado. En Costa de Marfil, cerca de 1.200 niños fueron liberados tras un acuerdo en noviembre de 2005.

 

Estos éxitos han sido limitados, llevando al informe a concluir que: «se necesita una actuación más decidida, que incluya sanciones, contra los violadores persistentes así como procedimientos más sistemáticos para que se elaboren informes y se asegure su cumplimiento».

 

Quedan dudas, no obstante, de que esto pueda ocurrir. El informe confesaba que muchos de los miembros del Consejo de Seguridad son reacios a actuar de forma decidida contra los infractores.

 

Dudas similares comparten algunas organizaciones de derechos humanos implicadas en la campaña contra la utilización de niños soldado. Una de ellas, la Coalición para Poner Fin al Uso de Niños Soldado, publicaba un informe sobre el tema antes de la reunión del Consejo de Seguridad. La entidad, con sede en Londres, la crearon en 1998 varios organizaciones humanitarias y de derechos humanos.

 

En su documento, titulado «El Consejo de Seguridad y los Niños y los Conflictos Armados: Próximos Pasos para poner Fin a las Violaciones contra los Niños», la coalición reconocía los avances de Naciones Unidas frente al problema.

 

No obstante, el informe criticaba al Consejo de Seguridad por ser «inconsistente y generalmente débil» en su actuación contra los violadores persistentes que reclutan y utilizan niños soldado. Esto significa que los infractores, continuaba la coalición, pueden llegar a considerar que no se enfrentarán a penas significativas.

 

Los problemas de las chicas

 

Otro informe publicado con ocasión del debate de la ONU ha sido: «Bajas Olvidadas de Guerra: las Chicas en los Conflictos Armados», de la Alianza Internacional Save the Children. También con sede en Londres, la organización se ocupa de ayuda humanitaria para niños.

 

Estimando aproximadamente en 300.000 el número de niños que se han visto implicados en conflictos a lo largo del mundo, el informe calculaba que más del 40% eran chicas. Además de en la lucha activa, las chicas están implicadas en la limpieza y en proporcionar ayuda médica, y también son usadas como posesiones sexuales por los líderes de los grupos armados.

 

El informe defendía que las chicas suelen ser víctimas invisibles, cuyas necesidades no son tenidas en cuenta. Un caso ejemplar son los programas para los antiguos niños soldado una vez que terminan los conflictos. La alianza indicaba que con frecuencia se pasan por alto las necesidades de los niños y, en especial, de las chicas.

 

De igual forma, tras volver a casa, las chicas suelen ser marginadas y excluidas de sus comunidades, observaba el informe, puesto que se las considera o violentas o promiscuas. Esto ocurre incluso más si están embarazadas o vuelven con sus bebés.

 

La alianza pedía a la comunidad internacional que apoyase y financiase la liberación de niños de grupos armados, y también proporcionara fondos para programas que ayudasen en su integración a la comunidad. También pedía una atención especial y fondos para ayudar a las chicas a volver a la vida normal.

 

Eliminar la violencia

 

El Vaticano también ha mostrado su preocupación por el destino de los niños atrapados en los conflictos. El 23 de marzo del año pasado, monseñor Silvano Tomasi, observador permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, pronunciaba un discurso en la cuarta sesión del Consejo de Derechos Humanos.

 

Los niños suelen ser las primeras víctimas de las hambres y de las guerras, observaba monseñor Tomasi. Tras enumerar algunos de los problemas a los que se enfrentan los niños, el representante vaticano comentaba que: «El objetivo de eliminar la violencia contra los niños y proporcionar un contexto constructivo y sano para su desarrollo exige que el estado y la sociedad apoyen de forma concreta y favorezcan a la familia para llevar a cabo su tarea».

 

«El futuro de la sociedad depende de los niños y de cómo se preparen para ello, y su vulnerabilidad pide una especial protección», observaba.

 

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

 

 

 

Kosovo dependiente

Kosovo dependiente

Finalmente, la ONU ha sido incapaz de lograr un acuerdo  sobre el reconocimiento de la independencia de Kosovo. Quien tenga un poquito de memoria recordará que la OTAN fue a la guerra en 1999 para salvar a Kosovo de un genocidio (que nunca sucedió, dicho sea de paso) y para evitar la aparición de estados socialmente puros y homogéneos gracias a una política de limpieza étnica. Los miembros de la OTAN y de la UE defendían no sólo los estados multiétnicos como principio rector, sino también la no modificación de fronteras por la fuerza o la amenaza del uso de la misma.

 

Sorprendentemente, todo aquello por lo que se fue a la guerra hoy parece olvidado. Tampoco quien, como el actual gobierno español, hace de la ONU una institución sacrosanta, se muestra capaz de hacer respetar su opinión, marginales como somos en la escena internacional gracias a Rodríguez Zapatero. El mundo occidental camina inexorablemente hacia el reconocimiento de la independencia de Kosovo, declarada unilateralmente y en contra de la legalidad internacional.

 

Pero lo peor es quien quiera que haya viajado a esa provincia serbia sabe que como país no tiene ningún futuro a corto plazo. Sus instituciones son inexistentes o ineficaces; su economía incapaz de asegurar el mínimo para la subsistencia. Todo Kosovo, hoy por hoy, es una ficción subsidiada por la UE y la comunidad internacional. Kosovo es, más que nunca, dependiente. Tal vez no de Serbia, pero si de nosotros. ¿Queremos engañarnos reconociendo algo que es inviable sin nuestra ayuda y sustento?

 

Estados Unidos piensa que eso del nacionalismo es una cosa del pasado y que con Kosovo se pone fin a este fenómeno; la UE siempre ha preferido más estados a menos, siempre y cuando éstos fueran débiles. Pero unos y otros se equivocan. Kosovo no es algo del pasado, sino de pasado mañana, cuando empecemos a sentir las implicaciones de olvidarnos de nuestros principios y de nuestros intereses estratégicos. ¿No sería preferible reincorporar a Serbia a nuestro mundo? ¿Es este el momento de generar más tensión con Moscú?  ¿Para qué está la ONU?

 

Por Rafael L. Bardají

GEES, Notas nº 31   |  16 de Febrero de 2008

 

¿Los conservadores al borde de un ataque de nervios? Por qué la derecha no debería ver una victoria de McCain como el fin del mundo

¿Los conservadores al borde de un ataque de nervios? Por qué la derecha no debería ver una victoria de McCain como el fin del mundo

GEES, Colaboraciones nº 2183   |  15 de Febrero de 2008

 

(Publicado en Townhall.com, 7 de febrero de 2008)

Me viene a la memoria la historia de una joven monja que le preguntó a la madre superiora si estaba bien fumarse un cigarrillo mientras rezaba. La madre superiora montó en cólera ante la sola idea. Humildemente la monja planteó una segunda pregunta: “¿Está bien rezar mientras se fuma un cigarrillo?” La madre superiora respondió: “Eso no sólo está bien, sino que es encomiable”.

 

Entre conservadores, hay ahora mucho lamento y rechinar de dientes por la posibilidad de que John McCain sea el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos. En temas tan importantes como la inmigración, el cambio climático, la concesión de nuevos derechos a combatientes enemigos ilegales y libertad de expresión política, se dice (con razón) que las posiciones de McCain, son indistinguibles de las de un demócrata.

 

Pero imagine a un candidato presidencial demócrata que se oponga vehemente a la retirada americana de la batalla contra al-Qaeda en Irak; que comprenda claramente la amenaza a mayor escala planteada por el islamismo militante; que esté a favor de jueces que respeten la autoridad de la Constitución así como la santidad de la vida; que apruebe la política de menos impuestos y de responsabilidad fiscal. Un conservador podría decir que eso no sólo está bien, sino que es encomiable

 

Los conservadores – me cuento entre ellos – tienen derecho a luchar por el candidato más conservador. Pero ganar no es un derecho. Ni tampoco es conservador decir que si su candidato llega segundo, usted preferiría devolverles la Casa Blanca a los Clinton o darle las llaves a Barack Obama - un candidato respaldado por los extremistas de MoveOn.org.

 

Medido con el criterio de un conservador, todos los candidatos republicanos de esta temporada han sido deficientes. Rudy Giuliani revitalizó Nueva York, pero a duras penas es un conservador social. Mike Huckabee es un conservador social pero no es ni un conservador económico ni un halcón de seguridad nacional.

 

Ron Paul no es para nada un conservador sino más bien un libertario  dogmático (que es algo así como ser un anarquista obsesivo-compulsivo). Fred Thompson es un conservador de los pies a la cabeza pero parecía mirar la presidencia como una faena que estaba dispuesto a soportar más que como un reto deseoso de aceptar.

 

En cuanto a Mitt Romney, sus partidarios – que inclyuen a muchos de mis amigos y colegas – tienen razón al decir que es el candidato más conservador que quedaba. Pero sus críticos también tienen razón al decir que no siempre ha parecido ser tan firme en sus convicciones y no parece tener la habilidad de conectar emocionalmente con los votantes.

 

El movimiento conservador se encuentra en una posición incómoda. Una respuesta conservadora tendría dos partes (1) Hacer campaña intensamente, luego aceptar el veredicto del mercado en las primarias y, en las elecciones generales, no se convierta en el enemigo perfecto de lo bueno: Apoye al candidato más conservador. (2) Reconozca dónde se ha equivocado el movimiento conservador y esfuércese para hacer las cosas mejor.

 

La verdad es que la mayoría de los conservadores pasa la mayor parte de su tiempo predicando a los conversos, principalmente en radio, blogs y diarios de opinión. Los centros conservadores de investigación política ofrecen propuestas conservadoras a legisladores conservadores. Pero pocos conservadores sólidos hacen el trabajo duro de procurar atraer a independientes de mente abierta y a conservadores moderados – los votantes que más importan en la mayoría de elecciones. 

 

Las elecciones de este año serán extraordinariamente importantes. En 2006, los demócratas recuperaron el control de ambas cámaras del Congreso. Son demócratas la mayoría de los gobernadores y las legislaturas estatales. La izquierda ha reinado desde hace mucho en las universidades, en los principales medios de comunicación, en la industria del entretenimiento y en los sindicatos.

 

Una victoria de Clinton u Obama pondría todos los resortes del poder en las mismas manos. ¿Qué harían los jefes del Partido Demócrata con todo eso? ¿Qué tal dar la condición de estado a Washington, D.C. que proporcionaría dos nuevos votos demócratas al Senado? ¿Qué tal nominar jueces que miran la Constitución como si fuese arcilla y usan la política de inmigración para  ampliar los márgenes electorales de la izquierda? Éstas y otras maniobras creativas podrían crear una mayoría anticonservadora que duraría una generación o más.

 

Lo más preocupante de todo: Los americanos están librando un conflicto tan serio como ninguno otro anteriormente. Romney y McCain entienden eso. Quizás Hillary Clinton también lo entienda aunque uno no lo sabría después de escuchar lo que ella ha estado diciendo recientemente. Pero ¿Barack Obama? ¿O es que él piensa que todo es un gran malentendido que uno puede solucionar hablando, apaciguando, con programas globales antipobreza y el sincero esfuerzo de hacernos inofensivos ante aquellos que han jurado destruirnos?

 

Pensar arduamente sobre estas preguntas durante los meses venideros no sólo estaría bien; sería encomiable – y conservador.

 

 

 

 

 

Clifford D. May, antiguo corresponsal extranjero del New York Times, es el presidente de la Fundación por la Defensa de las Democracias. También preside el Subcomité del Committee on the Present Danger.

 

 

 

 

©2008 Scripps Howard News Service

©2008 Traducido por Miryam Lindberg

El surfista Zapatero

El surfista Zapatero La maratoniana entrevista que ha publicado el diario El Mundo con el presidente del Gobierno tiene la virtud de definir con más precisión algunos rasgos de la personalidad de José Luis Rodríguez Zapatero que ayudan a entender su cambiante y oscura gestión política.

Sus respuestas y sobre todo sus reacciones espontáneas ante algunas cosas que le suceden durante la charla con Pedro J. Ramírez revelan que el Zapatero real no se ajusta al retrato que a veces se ha pintado de él como gran ideólogo que, encerrado en su despacho, diseña fríamente una gran transformación de la sociedad española y de la estructura del Estado. El jefe del Ejecutivo es más bien un oportunista ambicioso que ha llegado al poder y se ha mantenido en él a lomos de una marea ideológica que se ha ido formando a lo largo de los últimos 30 años.

 

Zapatero es como un buen surfista que ha sabido encaramarse con su tabla a la cresta de unas olas que se empezaron a formar hace años y que ahora rompen con fuerza en las arenas de la política española arrastrando consigo a la conciencia colectiva. Durante estos cuatro últimos años ha surfeado, manteniendo el equilibrio, apoyándose algunas veces en partidos más moderados, más fieles a la Constitución, pero estableciendo sus principales alianzas con fuerzas extremistas del nacionalismo o de la izquierda, o bien grupos abiertamente antisistema.

 

Culturalmente, Zapatero se apoya en un pensamiento que se ha ido fraguando a lo largo de tres décadas. Son muchas las películas y novelas sobre la guerra civil y la posguerra las que han servido para crear una determinada visión mítica sobre la que se apoya la Ley de Memoria Histórica. Son muchas las películas y series de televisión que han servido para vender como algo normal y conveniente el individualismo, la soledad y las relaciones de interés sobre los lazos familiares y la amistad sincera, antes de poder sacar adelante leyes como la del matrimonio homosexual o el “divorcio-exprés”.

 

En este tipo de pensamiento confluyen la izquierda, buena parte del nacionalismo, el feminismo y el ecologismo, unidos en la creencia de ser los dueños del avance de la historia, del progreso, de la modernidad.

 

Oportunista obsesionado sólo con aquellos que le pueden mover la silla. Es muy ilustrativa su primera reacción ante el dato del 2% de superávit: “A más de uno le va a sorprender esta cifra…je, je”. Ésta no parece una reacción propia de alguien que debía considerarse presidente de todos los españoles, con la preocupación puesta en el interés general. Por eso sus acometidas más punzantes y las más habituales se dirigen siempre hacia un partido: el PP, por ser el único que puede disputar a los socialistas la victoria en las urnas y por tanto el acceso a la Moncloa. Es el enemigo a batir, más aún que aquellos que socavan el actual marco de convivencia, en los que el Gobierno se ha apoyado.

 

Pone los pelos de punta la pobreza de ideas que muestra el presidente cuando se le pregunta sobre la educación o las relaciones con la Iglesia. A pesar de decir que es el “tema más importante de la entrevista y en el que más ha trabajado”, las preguntas sobre la educación se las ventila hablando del alto índice de analfabetismo que había en España hace 30 años y de la importancia de aprender inglés, y deja traslucir en este asunto un conformismo muy preocupante.

 

De las polémicas suscitadas en torno a leyes como la del “divorcio-exprés” o el matrimonio gay sólo se defiende argumentando que el Gobierno ha cumplido los compromisos electorales del PSOE, pero lo cierto es que el matrimonio entre personas del mismo sexo con permiso para adoptar niños no estaba en el programa socialista, donde sólo figuraba una referencia a una ley de uniones de hecho. Un detalle que hace pensar que su calculada ambigüedad respecto a la cuestión del aborto se convertirá, en caso de que vuelva a presidir el Gobierno, en un apoyo a una ley de plazos que permita abortar en todos los supuestos.

 

Es excesivo considerar a Zapatero el responsable de la gradual desintegración del marco institucional y territorial, del deterioro de la familia y de la convivencia, del incremento del relativismo moral o de las ofensivas laicistas. No es el impulsor intelectual de todo eso, sino alguien que ha arrimado el ascua a la sardina, que ha aprovechado determinadas corrientes culturales e ideológicas en beneficio propio. Por ello, los empeños de quienes son conscientes de estas emergencias no deben centrarse tanto en derribar a Zapatero como en construir alternativas desde todos los ámbitos.

 

Ignacio Santa María

Páginas Digital, 14 de enero de 2008

El Gobierno contra la Iglesia: ¿hay gato encerrado?

El Gobierno contra la Iglesia: ¿hay gato encerrado?

Están enfermos. Literalmente: enfermos. La reacción del Gobierno contra la Iglesia es tan desmesurada que no puede explicarse desde criterios políticos sanos. Aquí hemos visto, en muy pocos meses, manifestaciones a favor de ETA en el País Vasco, ruidosos ultrajes a España y al Rey en Cataluña, proclamaciones unilaterales de referendos por la independencia, incluso agresiones verbales manifiestas por parte de un jefe de Estado extranjero… Nada de todo eso ha hecho la menor mella en la proverbial pasividad gubernamental. Pero ha bastado una concentración de familias bajo manteo eclesial, con un par de frases críticas hacia la política socialista, para que el PSOE declare la guerra a los cristianos en general y a la jerarquía en particular. Pepiño Blanco ha llegado a exigir explicaciones al Papa. Esto no es normal. Aquí hay gato encerrado. Pero, ¿cuál?                            

Hipótesis A: están preparando las elecciones. Los estrategas del PSOE saben que, al paso que van, les va a ser imposible obtener una mayoría ya no absoluta, sino ni siquiera suficiente, y piensan que la única manera de recuperar votos es crispar a un sector del electorado que, normalmente, se abstiene. ¿Por qué no? ¿Acaso no les funcionó en 2004? En aquel momento el PSOE se subió encima de los muertos del 11-M y, culpando de la tragedia al Gobierno en plena jornada de reflexión, logró una mayoría por la que nadie daba un duro veinticuatro horas antes. Ahora estaríamos ante una operación semejante. ¿Cuánta gente en España puede movilizarse por un discurso anticlerical de tipo clásico? ¿Un millón de personas? Pueden ser suficientes en una situación de “empate técnico”. Claro que, al mismo tiempo, la operación puede costar una buena porción de voto moderado. Para eso el PSOE espera poder seguir articulando ese doble discurso del que viene abusando desde hace años. Veremos.

 

Hipótesis B: tienen miedo. A lo largo de estos cuatro años ha crecido en España algo que antes no existía: una derecha social movilizada, presente en la edición, en Internet, en la radio, en las asociaciones, en la calle… Y ellos no lo soportan más. Antes la calle era suya, de la izquierda; ahora es de todos y, mayormente, de esa gente que sale a las manifestaciones como de paseo, en familia y con banderitas de España, y que forma multitudes como nunca antes se había visto por estos pagos. Eso les da miedo; mucho miedo. Esas multitudes representan, ni más ni menos, que la izquierda ha perdido el monopolio de la legitimidad popular, la que se construye en la vía pública. Por eso reaccionan como fieras heridas, extremando respuestas desmedidas, elevando a casus belli la menor crítica, denunciando como agresión injustificable la más comedida de las disidencias. Tienen miedo y se comportan como ratas acorraladas: mordiendo.

 

Hipótesis C: lo llevan dentro, es su verdadero rostro. Los socialistas consideran que la Iglesia es su enemiga y esa convicción, habitualmente implícita, se ha hecho explícita a raíz de la concentración católica de Madrid. Ya venían escocidos por las beatificaciones de mártires de la guerra civil, hace pocos meses; lo de la plaza de Colón ha hecho que aflore la llaga. El PSOE, y más específicamente el PSOE de Zapatero, lleva dentro el anticlericalismo como parte de su ADN ideológico. Esta generación sociata de ahora, que no hizo la guerra ni vivió sus consecuencias, que en muy buena parte son hijos y nietos de los vencedores de la guerra civil, se han inventado un socialismo vindicativo que pasa por blasonar de todos y cada uno de los errores del socialismo español en su larga historia, incluido el furibundo anticlericalismo de la II República y el Frente Popular. En el fondo, es una consecuencia inevitable de la Ley de Memoria Histórica: si uno vuelve a dividir a los españoles en buenos y malos (Peces Barba dixit) y ennoblece la memoria de los chequistas, nada más natural que retomar la ofensiva contra sus víctimas.

 

Tres gatos, pues. ¿Cuál es que se agazapa, encerrado, en la furibunda reacción anticlerical del PSOE?

 

Seguramente las tres hipótesis son ciertas. Y las tres son desoladoras. La primera, la del cálculo electoral, porque indica la bajeza moral de unos políticos que son capaces de jugar con fuego –y aquí no es sólo una metáfora- con tal de mantenerse en el poder. La segunda, la del miedo, porque manifiesta la incapacidad de la izquierda española para aceptar una vida democrática normal. La tercera, la de la ofuscación ideológica, porque demuestra hasta dónde llega el inmenso agujero negro del PSOE en materia de ideas, tan hondo que, a poco que se hurga, reaparecen los peores fantasmas de la España más negra.

 

Nada de todo esto es imaginable en ninguna otra izquierda europea y democrática. Esto sólo pasa aquí, en España, y entre nuestra izquierda, que se ha convertido en la huella más siniestra de nuestros pecados remotos. Urge dejar atrás a este navío fantasma.

 

José Javier Esparza

El Manifiesto, 9 de enero de 2008

Melchor, Gaspar y Baltasar tienen herederos, y están en peligro

Melchor, Gaspar y Baltasar tienen herederos, y están en peligro

Fernando Sánchez Dragó ha sido quizás el rostro más conocido y más eficaz en el motín nacional de este año contra Santa Claus y a favor de los Reyes Magos. Pues bien, sí, así están las cosas: es un importante signo de identidad saber quién trae los regalos a los niños de nuestra casa. No es inocente dejar que se nos meta por el balcón el tío barbudo de la Coca Cola después de haberse cargado a San Nicolás de Bari y de haber fagocitado los restos de unos cuantos mitos nórdicos. Si nos viene a ver ese huero advenedizo será una señal más de nuestra rendición a la modernidad ilustrada, inmanente, individualista y materialista. ¿Suena muy complicado? No debe de serlo tanto cuando ya se dieron cuenta los no menos lerdos nacionalistas vascos y se inventaron, o mejor dicho manipularon sin pudor alguno, su Olentzero, cargándose a su vez una interesante leyenda local para movilizar al personaje en funciones que nunca desempeñó en lugares a los que jamás llegó (curioso asunto, la identidad real frente a la recreada). No, no es una cosa sin importancia.

 

Llegan los Reyes Magos, y no es cosa de broma. Franco Cardini explicaba en 2000, traducido por Península en 2001, que los "magos" del Evangelio son sacerdotes o astrólogos paganos, de Oriente, ajenos a la tradición mesiánica judía pero adoradores de Dios encarnado. Que los primeros en reverenciar la divinidad del Niño hayan sido gentiles, como nuestros antepasados, fue señal de la universalidad –catolicidad- de la Encarnación; que hayan sido medas, zoroastrianos, caldeos o quién sabe qué es detalle menos importante. Realmente no es esencial saber si fueron o no indoeuropeos de origen o de lengua, pero sí lo es reconocer su importancia para nosotros: ya lo hizo el emperador Federico Barbarroja al entronizar sus reliquias en Colonia.

 

Porque los Magos nos importan también deben importarnos sus descendientes. Desde la frontera noroccidental de India hasta el Mediterráneo todos los posibles herederos y parientes de los Magos están en peligro. Hindúes en Pakistán, kafires en Afganistán, paganos en Irán, cristianos en Irak, en Siria, en Líbano y en Tierra Santa: unos u otros de ellos, o tal vez todos ellos, son lo que nos queda en 2008 de los Magos que adoraron al Niño. Están perseguidos, amenazados, oprimidos; son ilegales, alegales y en todo caso mirados con odio por los poderosos del lugar y con furia asesina por las masas. España, Europa, Occidente, para quienes el recuerdo de los Magos aún significa algo, no pueden lavarse las manos. Para que los Magos sigan viviendo, y no sólo en el recuerdo.

 

El Semanal Digital, 5 de enero de 2008

La extrema derecha se organiza electoralmente

La extrema derecha se organiza electoralmente Ignasi Perelló , Valencia

La ultraderecha española se está reorganizando. El objetivo: conseguir resultados electorales significativos. Pero sus diferentes intentos organizativos chocan con su tradicional fragmentación

MADRID. El 15 de noviembre, miles de personas protestaron en Vallecas por el asesinato de Carlos. / Quieres Callarte

Tras la autodisolución de Fuerza Nueva, a raíz de su estrepitoso fracaso electoral en 1982, la ultraderecha española no ha tenido ni un partido ni un líder que consiga aglutinar el voto ultra. Caracterizada por constantes enfrentamientos entre grupos y monumentales broncas entre sus líderes, la extrema derecha española mira con envidia los resultados de sus amigos del Frente Nacional francés y el liderazgo aglutinador de Jean Marie Le Pen. Sin embargo las diferencias persisten y en la apuesta por la vía electoral ya se perfilan varias corrientes claramente enfrentadas.

Manuel Canduela, líder de Democracia Nacional (DN), aglutina los residuos neofascistas más violentos y extremistas. En su órbita pululan otros grupos más minoritarios, como Alianza Nacional (AN), directamente vinculada al terrorismo ultra, o Combat España, una coordinadora de neonazis extremadamente violentos. Desde la llegada de Canduela a la dirección de DN, hace cuatro años, el partido que naciera como un intento de imitar los pasos de Le Pen, ha degenerado en un grupo filonazi.

Canduela, condenado por asociación ilícita, ve ahora con cierto vértigo el panorama que se presenta a raíz del asesinato en Madrid del joven antifascista Carlos Javier Palomino a manos de un soldado de extrema derecha simpatizante de su partido.

El máximo enemigo y competidor de Canduela, José Luís Roberto, líder de España 2000 (E 2000), tardó pocas horas en condenar el asesinato del joven antifascista refiriéndose a la culpabilidad de “quien ha convocado irresponsablemente una manifestación”, en clara alusión al presidente de DN.

España 2000

Y es que E 2000 “ha adquirido una vida y un rumbo propio que la han alejado progresivamente de la extrema derecha”, según una declaración publicada tras las elecciones municipales del pasado 27 de mayo. Elecciones en las que el partido de Roberto subió en votos y obtuvo representación en dos localidades valencianas de más de 15.000 habitantes. El citado documento, cuya autoría se atribuye al recién llegado Ernesto Milá, anuncia la nueva estrategia de los ultras. Esta vía lepenista pretende aglutinar a la Plataforma per Catalunya (PxC), que cuenta con 18 concejales, y a Iniciativa Habitable (IH), una candidatura ultra disfrazada de ecologista liderada por el ex falangista Manuel Leal Gil. Para ello pretenden, a imagen del FN francés, introducir su discurso fácil y populista contra la inmigración en las clases trabajadoras, especialmente en los cinturones industriales de las grandes ciudades. La estrategia es simple: adaptar su discurso a los nuevos tiempos, ganar presencia institucional y visibilidad mediática y convertir a los inmigrantes en auténticas bestias negras. En el País Valenciano y Cataluña, el discurso de los ultras se aleja -aunque sin abandonarlo ni mucho menos- del anticatalanismo y del españolismo a ultranza y abandera la islamofobia. Es el caso de las campañas del líder de PxC, ex miembro de Fuerza Nueva en Cataluña, contra las mezquitas. En Valencia el partido de Roberto suele organizar manifestaciones legales contra la inmigración y partidos de fútbol “sólo para españoles” en barrios de fuerte presencia extranjera caracterizados por una convivencia pacífica.

La llegada a E 2000, el pasado enero, de Ernesto Milá ha consolidado esta vía. Su alianza con José Luís Roberto tiene un claro objetivo: articular la representación de las tres formaciones -IH, PxC y E 2000 suman en total 30 concejales- y conseguir una candidatura unitaria para las elecciones al Parlamento Europeo. Pero el camino hacia la unidad está lleno de obstáculos. Uno de ellos es Madrid, donde Roberto y los suyos no tienen tanta influencia. En la capital española hay, además, competidores.

Cabe recordar que la nueva marca electoral del tradicionalismo español, el Frente Nacional, se presentaba en una manifestación el 28 de octubre secundada, según sus organizadores, por 5.000 personas. Su presidente, el falangista José Fernando Cantalapiedra, se postuló en una escenografía cuidada y moderna como el líder de la “nueva España”. Madrid es también el campo de batalla que se disputan DN y el FN, ya que en varias ocasiones han puesto a prueba sus capacidades de convocatoria con actos simultáneos. Por ejemplo, el 11 de noviembre convocaron separadamente marchas contra la llegada masiva de inmigrantes extracomunitarios. Una por el barrio de Salamanca, organizada por el FN; la otra, de DN, en Usera, cerca de donde moría Carlos.

El asesinato del joven antifascista hizo saltar todas las alarmas entre los ultras lepenistas. Las demandas de ilegalización de las organizaciones fascistas desde amplios sectores sociales y políticos -incluyendo al Partido Popular- pueden empañar los planes de la nueva ultraderecha española. La rápida condena por parte de Roberto del asesinato pretende distanciarle de las agresiones fascistas pero su impresionante historial y el de los suyos le delata. La nada discreta actividad de los fascistas que apadrina incluye palizas, agresiones, amenazas y acumula numerosas denuncias. Además, su partido E 2000, pese a una imagen renovada y a un ideario “populista social y democrático” no logra convertirse en la “casa común del patriotismo”.

Sus conexiones policiales, así como sus actividades empresariales en la prostitución, hacen recelar de sus proyectos políticos a muchos ultraderechistas, especialmente al fundamentalismo católico, capitaneados por el Movimiento Católico Español y Alternativa Española, y al racismo sin tapujos de DN y AN. Roberto es el cerebro de ANELA, la patronal de la prostitución y se lucra con dicho negocio (ver DIAGONAL nº 47). El que nueve de cada diez trabajadoras de los clubs de ANELA sean extranjeras también irrita notablemente a sectores ultras. Además Roberto acoge en sus listas a propietarios de burdeles, lugares que se han convertido en auténticos centros culturales para los ultras valencianos. Y como líder tiene defectos: sus apariciones televisivas resultan desastrosas.

Por su parte, el FN francés reclama unidad a sus colegas pero al tiempo ha diversificado sus contactos. Pese a preferir a DN, casi todas las organizaciones ultras españolas participan en los encuentros del Frente Nacional francés. Alain Lavarde, el delegado de Le Pen en el Estado español, observa a sus camaradas desde su residencia en Benidorm. Antiguo capitán paracaidista del ejército francés en Argelia y ex miembro de la organización ultra OAS, Lavarde es fundamental para los proyectos electorales ultras: puede ser la llave del apadrinamiento político y económico del FN francés.

PANORAMA ULTRA

El cerebro

El proyecto de renovar el movimiento ultra español tiene, según diversas fuentes, como principal ideólogo a Ernesto Milá Rodríguez. Nacido en Barcelona hace 55 años, ha sido un activo dirigente de los grupos neofascistas españoles más violentos desde la Transición. Estrechamente vinculado al terrorismo fascista europeo de los ‘70 -era amigo íntimo del fascista italiano Stefano Della Chiae, implicado en numerosos atentados-, la Policía española lo consideró el ultra mejor relacionado con las tramas negras internacionales. En 1995 ingresa en la dirección de DN, pero unos años más tarde abandona la formación tras la llegada de Canduela. En enero de 2007 se integra en el partido España 2000, del que es responsable de prensa. Tras las elecciones municipales de mayo, a Milá se le atribuye la autoría de la declaración estratégica “Preparemos la respuesta identitaria del movimiento antiinmigración”.

Un barniz ecologista

Manuel Leal Gil, nacido en Madrid en 1968, es el fundador de la plataforma electoral Iniciativa Habitable/Madrid Habitable, de la que es el coordinador para todo el Estado. Pese a un nombre amable que suena a ecologista y un programa aparentemente de centroizquierda, es una plataforma xenófoba. Además, el pasado de Leal lo delata: número 12 en la candidatura de Falange Española por Madrid en 1996, candidato de España 2000 al Congreso por Madrid en 2000, posteriormente aparece en las listas del partido nazi Movimiento Social Republicano (MSR) en las municipales de 2003 y estatales de 2004. Su gran éxito, los diez regidores en Extremadura que Iniciativa Habitable conseguía en las elecciones municipales de 2007, con la alcaldía de Miramontes y sobre todo la misma representación que PSOE y PP -cinco concejales- en la localidad de Talayuela, tras liderar una campaña contra la construcción de una mezquita.

El tradicionalismo

La corriente quizá más dividida y esperpéntica del panorama ultra español es la que agrupa al tradicionalismo. Además de la avanzada edad de buena parte de sus bases, son crónicos sus enfrentamientos. Por ejemplo, hay cinco organizaciones que se reclaman falangistas. Sin embargo, algunos sectores del tradicionalismo pretenden renovar su discurso españolista incorporando el rechazo a la inmigración. Así, el presidente del Frente Nacional (FN), José Fernando Cantalapiedra, que recientemente ha abandonado La Falange, afirmaba en el acto de presentación de esta iniciativa electoral querer defender a “los trabajadores españoles frente a la inmigración”. La nueva marca electoral tradicionalista, que cuenta con el respaldo de Infonacional, portal ultra de referencia, pretende presentarse a las elecciones de marzo y a las europeas de 2009. Propone “cerrar las puertas a los inmigrantes no europeos”.

Hablando catalán

“En estos momentos en Cataluña no nos interesa relacionarnos con todo lo franquista, la bandera española, el águila, que las llevamos en el corazón, pero políticamente no nos interesa”. Estas declaraciones de José Anglada Ruis emitidas hace unos años por un canal de televisión valenciano le retratan, porque aunque Anglada habla catalán habitualmente, tiene una larga militancia españolista. Líder de Fuerza Nueva en Cataluña, tras su disolución pasó por diversas organizaciones ultras hasta formar parte de la candidatura de la Agrupación de Electores Ruiz Mateos al Parlament de Catalunya en el ‘92. Heredero del discurso del Moviment Patriòtic Català y del grupo terrorista Milicia Catalana, que envolvía de catalanismo una realidad fascista y españolista, es el creador del partido ultra PxC. Afirma que “el Islam es un peligro. La gente de la calle está harta de la invasión”. En las pasadas municipales triplicó sus votos en Cataluña.

http://www.diagonalperiodico.net/article5074.html

España (y Europa) se juegan su futuro en Kosovo: y vamos perdiendo

España (y Europa) se juegan su futuro en Kosovo: y vamos perdiendo

Vientos de guerra y de independencia en los Balcanes. Y de incertidumbre para España. Kosovo romperá la Europa de Zapatero y su secesión conviene sólo a Bush. Palabra de José María Aznar.

                                            

Ha habido sorpresas en España por lo que José María Aznar explicaba este martes en una entrevista a ABC: la inminente independencia de Kosovo no es una buena noticia para España, no es jurídicamente fácil de defender, conviene a los enemigos de una Europa fuerte y de unas verdaderas naciones-Estado soberanas, está patrocinada por grupos islamistas y terroristas y se asienta en el lugar de origen de la delincuencia organizada más peligrosa. A Estados Unidos puede interesarle en este momento, pero no a España. Lo dice Aznar, que carga aún con el sambenito de "proamericano" por su relación con George Bush, y que sin embargo deja muy claro que "la confianza entre naciones no consiste en opinar siempre lo mismo", sino en ser fiable defendiendo cada uno su interés. ¿Sabe Zapatero cuál es el de España?

 

¿Qué está pasando?

 

La presidencia de turno eslovena de la Unión Europea tiene que afrontar la mayor crisis interna de la UE en décadas, mayor incluso que el fracaso constitucional. La provincia serbia de Kosovo está bajo ocupación de la OTAN desde la guerra de 1999. Entonces una campaña mediática sobre supuestos abusos serbios contra la minoría albanesa musulmana se convirtió en casus belli y legitimación de la injerencia internacional. Hoy Kosovo es parte de Serbia pero Belgrado no participa en la administración. Las autoridades locales, albanesas y avaladas por la ONU, van a proclamar su independencia. Si Europa reconoce esa soberanía se abrirá una nueva era en las relaciones internacionales, en la que España no tiene nada que ganar.

 

Una historia complicada

 

Kosovo, el "campo del mirlo", fue el escenario histórico más antiguo del pueblo serbio. Al final de la Edad Media Serbia intentó sin éxito detener en Kosovo la invasión turca de Europa. Durante siglos el actual territorio de Kosovo fue ocupado por los musulmanes, que fomentaron su islamización y la inmigración albanesa, con un progresivo descenso del porcentaje de población serbia y cristiana. Kosovo es desde entonces multiétnico y multireligioso, y con esas características fue autónomo dentro de Serbia en la Yugoslavia de Tito. Cuando los países occidentales fomentaron la partición de Yugoslavia en los años 90 del siglo XX Kosovo siguió dentro de Serbia, pero la represión serbia de los actos terroristas del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) dio pie a la intervención militar de la OTAN, liderada por Estados Unidos y Alemania, avalada después por la ONU. Hoy la ocupación extranjera puede convertirse en secesión, y Serbia, con el respaldo de Rusia, ya ha advertido que quien reconozca esa independencia ha de atenerse a las consecuencias. Europa, presidida por Eslovenia, parece dispuesta a dar ese paso.

 

El problema jurídico

 

El gran problema, aún no resuelto del todo en dos siglos de liberalismo y nacionalismo, es quién es una nación y quién no tiene derecho a constituirse en Estado. Una nación no es cualquier conjunto de personas con unas características comunes; hay una serie mucho más compleja de requisitos –que no es el lugar de debatir- para esta indefinible creación intelectual de Europa Occidental. Y además no está escrito que todo grupo humano que diga ser una nación, o del que sus gobernantes locales digan tal cosa, haya de serlo o que por serlo deba ser soberano. Como dijo Aznar, "es un grave error cambiar las fronteras; y sería además un precedente muy negativo en Europa reconocer un principio de libre determinación". Si se aceptase semejante premisa jurídica se habría anulado cualquier posibilidad de orden y de paz en Europa, a escala mucho mayor incluso que cuando se escuchó a Woodrow Wilson.

 

Wilson no fue culpable de que los Balcanes sean como son, pero sí de mucho de lo que ha sucedido en Europa tras la Primera Guerra Mundial. En Kosovo se está a punto de aceptar una locura equivalente a los 14 Puntos más el tratado de Versalles, como si los europeos no supiésemos que negar a los Estados –Serbia en este caso- el derecho a resolver sus asuntos internos, anulando su soberanía, sólo ha traído guerras y genocidios. De no haber muerto en 1924 el principal acusado de Nuremberg debió ser Wilson, y en futuros juicios lo serán los gobernantes europeos si dan ahora este paso. También Alemania deberá responder por lo que en su momento hizo con Eslovenia y Croacia, que está en la raíz de este nuevo abismo.

 

El peor precedente posible para España

 

No hay por qué andarse con rodeos. Si los precedentes de la doctrina que puede hacer de Kosovo un Estado son nefastos, las consecuencias pueden ser aún peores. Si Kosovo sale adelante cualquier minoría supuestamente nacional de cualquier país europeo podrá invocar el precedente. Alegar unas diferencias respecto al conjunto del país, de uno u otro signo, de diferente entidad, con los oportunos medios de presión en la opinión pública exterior, sumados a una supuesta represión supuestamente cruenta: he ahí todo el negocio. Habrá derecho/deber de injerencia para unos y habrá derecho a la autodeterminación para otros. Y nadie que apoye esto ahora podrá después escandalizarse cuando minorías danesas, vascas, flamencas, laponas, galesas, bretonas o sorabas lo planteen. Y no olvidemos que este "debate político profundamente inmaduro" planea sobre la "charca en la cual el nacionalismo quiere construir unas naciones al margen de España".

 

El trasfondo ideológico, lo único no totalmente negativo

 

Es curioso que hoy aparezcan en franca decadencia las tendencias individualistas radicales que han impugnado durante dos siglos, y sobre todo durante el último medio, la dignidad del concepto de Patria. Hoy a bastantes pueblos les parece que sólo se puede resistir a los torbellinos de la anarquía y de la globalización si plantan los pies en la tierra nativa y renuevan (o inventan) una tradición nacional. La idea del Estado-Nación parece ser, de nuevo, la única capaz de devolver cierto valor a la vida de una civilización como la nuestra, en la que se han devaluado demasiado los principios espirituales y han desaparecido casi todos los puntos de referencia común para la conducta de los hombres. Como ha dicho Aznar, "cuando el jefe de tu gobierno dice que no sabe si existe la nación, tenemos motivos para estar preocupados; y cuando ese mismo jefe de gobierno, dos años después de decirlo se envuelve en la bandera nacional para todo, hay motivos para estar preocupado. Entonces, lo digo claramente: yo creo en la nación española, yo creo que España ha hecho grandes cosas históricamente; creo que como todas las naciones del mundo hemos tenido nuestros aciertos y nuestros errores, pero podemos confiar razonablemente en ella". La nación- pero la nación real, no las inventadas- vuelve a ser protagonista de la política en Europa.

 

Las palabras que durante milenios han iluminado la mente, reconfortado el corazón y servido a las gentes de nuestra estirpe para reconocerse entre la marea de pueblos han perdido hoy poder sugestivo. Pero la palabra "Patria" sube su cotización y se enriquece con valores cada vez más numerosos, de naturaleza moral, cultural, económica y social. Al margen de matices, que haya europeos dispuestos a fundar un Estado o a defender una nación es algo mejor que el individualismo y su inexorable consecuencia, el relativismo. El gran problema es que algunas de esas identidades son hijas del relativismo y caballos de Troya del mismo, en vez de baluartes de identidades objetivas. Pero, como ha explicado magistralmente Jesús Laínz, "el problema de los nacionalismos no es la idea de nación", sino la manipulación de ésta y sus falsificaciones. "No hay que atacar a las falsas construcciones identitarias por ser identitarias sino por ser falsas": que es el problema de Kosovo.

 

La geopolítica: Zapatero está del lado equivocado

 

El Derecho, tal y como se ha entendido en Europa en los siglos del Ius publicum europaeum, rechaza la independencia de Kosovo. Crear un Estado artificial en los Balcanes puede interesar al mundo islámico y a los Estados Unidos, pero no a Europa, y esto lo dice Aznar, para escándalo de quienes lo creían en otras coordenadas ideológicas. Esa independencia es un precedente pésimo para la paz en el continente, y además puede extenderse hacia el Oeste. No hay derecho a esa secesión, y a España además le conviene oponerse a ella por todos los medios. Dentro de todo, la única buena noticia es que la Rusia de Vladimir Putin no es la de Boris Yeltsin, y eso es especialmente bueno para los Estados mediterráneos de la Unión, inmovilizados ante esta locura colectiva del bloque alemán y de sus semicolonias danubianas. Serbia tiene razón, y una parte de su razón es la de España.

 

Pascual Tamburri

El Semanal Digital, 27 de diciembre de 2007