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Políticamente... conservador

¿Guerra de sexos?

¿Sexismo contra el sexismo?

¿Sexismo contra el sexismo?

¿A qué espíritu elemental se le ha podido ocurrir que una mujer, sólo por el hecho de serlo, va a defender los intereses de las mujeres mejor que un hombre? ¿De qué caletre atrabiliario ha podido brotar la peregrina idea de que las mujeres forman una clase social? ¿A qué esa euforia de alguna supuesta progresía por el rechazo del Tribunal Constitucional al recurso que solicitaba la supresión de los artículos de la Ley de Igualdad relativos a la composición de listas electorales, los que obligan a que en ellas figuren parecido número de hombres y de mujeres? Ese recurso, independientemente de las posibles segundas o torticeras intenciones de quienes lo presentaron, introducía un poco de cordura en ese apartado de la Ley que, diga lo que quiera el Alto Tribunal, conculca el principio constitucional de no discriminación por razón de sexo, cual se puso de manifiesto al prohibir que en un pueblo de Tenerife saliera adelante una candidatura integrada exclusivamente por mujeres.

 

¿Cómo alegrarse por el recorte de la libertad que supone que los ciudadanos no puedan agruparse como les venga en gana para solicitar el voto de sus semejantes? La cuestión esencial es que los ciudadanos no son exactamente hombres y mujeres, sino personas, y cuando se meten en política no lo hacen, o no deberían hacerlo, en función de su sexo, sino de sus ideas. ¿O cree alguien, por ejemplo, que una marquesa reaccionaria y clasista va a defender los derechos de sus criadas porque éstas son, como ella, mujeres, siendo esto lo único que tienen en común? ¿Quién puede suponer que un varón partidario a ultranza de la igualdad y de la justicia no va a defender las reivindicaciones y los intereses de sus conciudadanas porque no son hombres? Una ley contra el sexismo que rezuma sexismo por todos sus poros ha perdido una magnífica ocasión para rezumar un poco menos.

 

Rafael Torres

Diario Directo, 30 de enero de 2008

Por qué es importante el padre

Por qué es importante el padre Informes muestran que los niños necesitan la presencia de ambos progenitores

ROMA, domingo, 11 noviembre 2007 (ZENIT.org).- Los niños necesitan más que nunca la presencia y guía de su padre. Según una reciente recopilación de ensayos, un significativo cuerpo de investigación científica documenta claramente el papel vital que desempeña un padre en los años formativos de la vida del niño.

El libro se titula «La importancia de los padres y de su implicación con los hijos» («Why Fathers Count: The Importance of Fathers and Their Involvement with Children», Editorial Men’s Studies Press).

 

Sean E. Brotherson y Joseph M. White, editores y autores también del primer capítulo, dan el tono al libro con una revisión de los argumentos sobre la importancia de los padres para los hijos. La presencia de un padre tiene un impacto positivo de muchas maneras, observa, puesto que los niños con padres tienen menos problemas de comportamiento, obtienen mejores resultados académicos y están mejor económicamente.

 

Brotherson y White también dejan claro que no quieren en modo alguno minimizar la aportación hecha por las madres a la vida familiar. De hecho, indican, ambos padres cuentan: padres y madres. No obstante, como confirman ampliamente las estadísticas, se ha dado un marcado aumento de las familias sin padre en las últimas décadas, de ahí que el libro se centre en los padres.

 

Rob Palkovitz, profesor en la Universidad de Delaware, dedicaba un capítulo al tema de la transición de los hombres hacia la paternidad. Los hombres pueden convertirse en padres en el sentido biológico, observaba, pero no siempre hacen los ajustes psicológicos y de comportamiento necesarios para abrazar el papel de padre.

 

Palkovitz explicaba que ser padres conlleva un tipo diferente de responsabilidad de la de ser marido y requiere un compromiso adicional. Este cambio afectará a las elecciones, comportamiento y prioridades del hombre en su vida diaria. Esto lleva tiempo, y la paternidad es un papel que los hombres desarrollan gradualmente.

 

La transición a la paternidad, continuaba, es un punto de inflexión monumental en la vida de un hombre. Si los hombres quieren entablar esta relación con sus hijos será a través de grandes cambios en la vida y desarrollo del hombre como persona, concluía Palkovitz.

 

El factor matrimonio

La relación entre los esposos y su impacto en los padres lo examinaba un capítulo de H. Wallace Goddard, profesor de la Universidad de Arkansas. Cuando las parejas tienen una sólida relación pueden usar sus diferencias para complementarse mutuamente, y reforzarse el uno al otro, y hay muchas más posibilidades de tanto la madre como el padre desempeñen bien su función, sostenía.

 

Goddard también observaba que de muchas formas la cultura contemporánea contribuye poco a preparar a las futuras parejas para el compromiso de llevar adelante y proteger un matrimonio. Una cultura que sobredimensiona el romance y los flechazos rápidos, apuntaba, hace poco para preparar a las parejas para los inevitables periodos de dificultades que atraviesa todo matrimonio.

 

Brotherson, de la Universidad Estatal de Dakota del Norte, examinaba lo que él denomina «conectividad» en la relación entre padres e hijos. Esta conexión implica construir un lazo durante el tiempo que es más que el solo amor que tiene un padre por su hijo, sino también el grado en que un hijo percibe este amor y aceptación.

 

La conectividad, añadía Brotherson, se desarrolla en los detalles de amor hacia otra persona y en la confianza y proximidad que desarrolla en dicha relación.

 

Citando diversas fuentes de investigación sobre la vida familiar, Brotherson explica que cuanta más conexión sienta un niño con sus padres más posibilidades tendrá de confiar en los demás y gozar de relaciones estables con sus compañeros y adultos fuera del hogar. Una relación familiar estrecha es también más eficaz para proteger de problemas como la depresión, el suicidio, la actividad sexual precoz y el abuso de drogas.

 

La parte final del capítulo ofrecía sugerencia a los padres sobre cómo pueden conectar con sus hijos. Brotherson recomendaba jugar juntos con los hijos, y también ayudarles en su educación. Ser accesible para confortarlos en tiempos de necesidad, expresar afecto, y compartir actividades espirituales como rezar juntos estaban entre los puntos mencionados.

 

Amor paterno

Los académicos Shawn Christianson y Jeffrey Stueve escribían sobre la importancia del amor de un padre para sus hijos. La mayor parte de la investigación sociológica, indicaban, no reconoce suficientemente el lazo que forman los padres con sus hijos con su amor y cariño hacia ellos. No sólo hay pocas menciones al amor en la teoría familiar, sino que las principales teorías contemporáneas se centran en el propio interés.

 

El amor de un padre por sus hijos se suele expresar en los sacrificios que hace, sea en tiempos de crisis o en las elecciones diarias de la vida familiar. Obviamente, algunos padres no se responsabilizan de sus hijos, reconocían Christianson y Stueve. Al mismo tiempo, sin embargo, muchos colaboran con sus esposas en criar a su hijo.

 

La mayoría de la investigación en esta área se ha hecho sobre los padres de hijos más jóvenes. Esta ha mostrado que los padres son capaces de verdad de ser sensibles a las necesidades de sus hijos y pueden mostrar afecto.

 

Definir el amor paterno no es fácil, observaban Christianson y Stueve. Una forma de intentarlo es demostrar la forma en que un padre está presente en la vida de un hijo, ayudándole en las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales. El compartir tiempo, actividades, conversación y a uno mismo, significa un apoyo constante que los niños perciben que durará en sus vidas.

 

Vicky Phares y David Clay, profesora y estudiante de doctorado respectivamente en la Universidad de South Florida, trataban la influencia de los padres en el bienestar psicológico de los hijos. Apuntaban tres principales estilos de paternidad: autoritativa, autoritaria y permisiva.

 

Guía

Phares y Clay explicaban que los padres cuyo estilo de paternidad es autoritativo – combinación de control con calidez y respeto – tienen más posibilidades de que sus hijos se sientan seguros y muestren una buena salud mental.

 

Otro factor que influye es la disposición emocional de los padres. Implicarse en la vida del hijo y responder a sus necesidades emocionales es importante en el sano desarrollo de los niños y adolescentes.

 

Terrance Olson, de la Universidad Brigham Young, y James Marshall, de la Universidad de Kansas, analizaban el papel de los padres en el desarrollo moral de sus hijos.

 

Apuntaban que el tener influencia moral se manifiesta de diversas formas. Puede ser algo tan simple como mantener una promesa hecha a un hijo, o poner ciertos límites que dejen claro qué comportamientos son aceptables y cuáles no.

 

En este sentido, aunque es importante la cantidad de tiempo que los padres dedican a sus hijos, también es vital cómo reacciona el padre ante las necesidades y el comportamiento de su hijo. El ejemplo personal que da un padre, y cómo enseña a sus hijos a tratar a los demás en la comunidad, son otras oportunidades de enseñar. De esta forma los padres tienen muchas posibilidades de transmitir actitudes y valores a sus hijos y enseñarles las implicaciones de la responsabilidad moral.

 

Benedicto XVI ha continuado con sus frecuentes comentarios sobre la importancia de las familias en su discurso al nuevo embajador eslovaco ante la Santa Sede, Jozef Dravecky, el 13 de septiembre.

 

«La familia es el núcleo en el que una persona aprende primero el amor humano y cultiva las virtudes de la responsabilidad, la generosidad y la preocupación fraternal», comentaba el pontífice.

 

«Las familias sólidas se construyen sobre la base de matrimonios sólidos. Las sociedades sólidas se construyen sobre la base de familias sólidas», continuaba el obispo de Roma. Animaba a los gobiernos a reconocer, respetar y apoyar el matrimonio, en el que un hombre y una mujer se unen en un compromiso de por vida.

 

Por el padre John Flynn, L. C.

Rechazo del ECOSOC. Las ONG’s que apoyaron. Se acentúa el sectarismo gay.

El pleno del Consejo Económico Social de la ONU (Ginebra, 21-07-06), siguió el dictamen del Comité para las ONG’s y rechazó concederle estatus consultivo a tres grupos gay-lésbicos: la federación LGTB alemana (LSVD), ILGA-Europe y de la organización danesa de lesbianas, LBL. (Ver NG 777). Así lo informó en un comunicado fechado el 24 de julio, la organización italiana Acigay.

El Comité para la ONG’s del ECOSOC había recomendado, en febrero y mayo pasados, no otorgarles el estatus consultivo por los vínculos de estas asociaciones con grupos de pedófilos.

Para la negativa fueron decisivos los votos de los Estados Unidos, Australia y Polonia, único país de la Unión Europea con representación en el ECOSOC que votó en contra de los gays. Polonia está soportando la presión de la “internacional rosa” que acusa a su actual gobierno de “racismo anti gay”, en su afán de imponer en la opinión publica mundial la idea que no reconocer los supuestos derechos de las “minorías sexuales” es equivalente al racismo, la discriminación y la xenofobia.

Apoyo a la pretensión

El estatus consultivo es una categoría que pretende recuperar Internacional Gay-Lébica (ILGA) porque con ella tendrían entrada, por ejemplo, a las reuniones de la Comisión de Derechos Humanos y así presionar para que la ONU reconozca la “orientación sexual” como un derecho humano.

Algunas ONG’s que apoyaron las pretensiones de ILGA y sus afiliados son: Action Canada for Population and Development, Canadá, Amnistía Internacional, España; ARC International, Suiza/Canadá; Arcigay, Italia; Asociación Hombres y Mujeres Nuevos de Panamá (AHMNP), Panamá; Associação Brasileira Interdisciplinar de AIDS-ABIA, Brasil; Canadian HIV/AIDS Legal Network, Canadá; Centro para el Desarrollo de la Democracia y los Derechos Humanos, Rusia; COC Netherlands, Holanda; Col•lectiu Tal Qual de Lesbianes, Gais, Transsexuals i Bisexuals de Castelló i Comarques, España; Colombia Diversa, Colombia; Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Argentina; Concertación Interamericana de Mujeres Activistas por los Derechos Humanos de las Mujeres, Costa Rica; Coordinadora Gay-Lesbiana, España; Egale Canada, Canadá; El Closet de Sor Juana, México; Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT), España; Fundación Arcoiris, México; Fundación Triángulo, España; Global Rights International, USA; Human Rights Campaign, USA; Inclou, gais i lesbianes en l'educació, España; Intergroup on Gay and Lesbian Rights in the European Parliament, Unión Europea; Comisión Internacional de Juristas, Suiza; International Gay and Lesbian Human Rights Commission (IGLHRC), USA; International Service for Human Rights, Suiza; International Working Group, USA; La Colectiva Mujer y Salud, República Dominicana; Movimiento Nacional por los Derechos Humanos, Guatemala; Pax Romana, Suiza; Red Lésbica Cattrachas, Honduras; Youth Coalition, Canadá.

Se acentúa el sectarismo gay

Mientras tanto la National Union of Teachers (NUT) del Reino Unido ha exigido al Departamento de Educación del gobierno inglés que a partir del preescolar, es decir de los tres años, los niños reciban “una educación que combata los estereotipos de género, el lenguaje negativo y los prejuicios”. La NUT se queja que los chicos todavía usan un lenguaje “homofóbico”.

En Calgary (Canadá) los activistas homosexuales denunciaron ante la Comisión Federal de Derechos Humanos y la similar del estado de Alberta, a tres páginas web que difunden “información crítica al estilo de vida homosexual”, y exigen su desaparición.

También en Canadá (Nueva Escocia), el profesor David Mullan de la Cape Breton University, fue multado por enseñar que la “homosexualidad repugna a la naturaleza y es la apoteosis del deseo desenfrenado”. Esa universidad -y no es la única- cuenta con una “oficina de la diversidad sexual”, que vigila que la enseñanza esté de acuerdo con las doctrinas “políticamente correctas”. Además Mullan cometió otra “falta”: dirigió dos cartas a las autoridades de la Iglesia Anglicana del Canadá criticando que habían aceptado el “matrimonio homosexual”. La multa ascendió a 2.100 dólares canadienses.

El profesor Mullan, tras destacar que el grado de intolerancia a favor de la “ideología homosexual” crece en la sociedad canadiense y se ha enquistado en los tribunales de Derechos Humanos, dijo que no acepta la pena impuesta y que es su deber seguir combatiendo a esa ideología sobre todo porque involucra a estudiantes jóvenes.

Mientras tanto en Noruega, en donde el socialismo consiguió imponer la legislación sobre el “crimen de odio” que condena cualquier crítica, oposición u ofensa al estilo de vida homosexual, el editor del diario Farsunds Avis, Steinar Spjelkaviknes, y Odd Djøseland del Partido para el Progreso y miembro de una comisión municipal de salud pública, fueron denunciados a la justicia por “promover la discriminación en base a la orientación sexual”.

El medio periodístico publicó una carta del político en la que se denunciaba el “acoso” de los homosexuales a los heterosexuales en playas, balnearios, piscinas, etc. FIN, 06-08-06

Fuentes: Propias; Life Site 13, 17, 25 y 31-07-06; ILGA; Acigay. NG 785 y sus referencias.

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NOTICIAS GLOBALES, Año IX. Número 665, 36/06. Gacetilla nº 788. Buenos Aires, 06 agosto 2006

Noticias sobre temas que se relacionan con la PROMOCIÓN Y DEFENSA DE LA VIDA HUMANA Y LA FAMILIA. Editor: Pbro. Dr. Juan Claudio Sanahuja.

E-mail: noticiasglobales@noticiasglobales.org

Página web: http://www.noticiasglobales.org

La Plataforma Popular Gay se querella contra Acebes, Elorriaga y Fernandez-Díaz por “coacción a los alcaldes del PP” que ofician bodas gays

El resultado de la polémica dentro del Partido Popular se ha saldado con una querella criminal contra el secretario general del PP, Ángel Acebes, el secretario ejecutivo de comunicación, Gabriel Elorriaga, y el secretario general del Grupo Parlamentario, Jorge Fernández Díaz, por discriminación, incitación a la discriminación y coacción a los alcaldes del PP para que no cumplan una Ley en vigor, la que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo

El presidente de la Plataforma Popular Gay, Carlos Alberto Biendicho, explicó a Europa Press que se ha presentado el escrito ante el Juzgado de Guardia de León, dirigido a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo por tratarse los afectados de aforados. "Están presionando a todos los alcaldes y ediles del PP para que no apliquen una normativa que, a pesar de estar recurrida ante el Tribunal Constitucional, en la actualidad está plenamente en vigor y hay que cumplir, como ya han afirmados otros líderes del PP, como Josep Piqué, Alberto Núñez Feijoo, Celia Villalobos o Manuel Lamela", advirtió.

La Plataforma presenta esta querella después de que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, oficiara el pasado sábado su primera boda entre personas del mismo sexo, al casar a dos militantes del PP.

En una entrevista en RAC1, Fernández Díaz apuntó que "muchos votantes del PP se sienten agredidos en sus convicciones y en sus sentimientos delante de determinadas iniciativas políticas".

El 'número dos' de los diputados del PP en el Congreso agregó, en referencia al mismo tema, "que un político que se presenta a elecciones tiene que tener presentes sus convicciones, sensibilidad y sentimientos de sus votantes".

El secretario general del Grupo Popular en el Congreso ya había reprochado a Ruiz Gallardón su deslealtad. De hecho, el Partido Popular continúa inmerso en una polémica tras la boda entre dos homosexuales oficiada el sábado por el alcalde de Madrid. Como ya hizo el pasado viernes, el secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Jorge Fernández Díaz, apoyó el discurso del secretario popular de Comunicación, Gabriel Elorriaga, un reproche a Gallardón por el daño inflingido a la imagen del PP. La cuestión es más de fondo: el matrimonio verdadero es la unión de un hombre y una mujer.

Las leyes, se esté de acuerdo o no con ellas, se tienen que acatar. Sin embargo, el alcalde de Madrid no estaba obligado a oficiar una boda gay. Para Jorge Fernández, la ley se puede aplicar “con discreción y con prudencia" o, "como en el caso de la boda gay, con trompetería, convirtiendo un acto, una boda, en un acto político".

El alcalde de Villalonga oficia una boda gay para "cumplir la ley"

Juan Ros, del PP, alcalde de una pequeña población de la comarca valenciana de La Sabor, reconoció ayer que ofició la boda gay entre dos vecinos homosexuales “para cumplir la ley”. Así, argumentó que "la Ley está para cumplirla" y que habrá que acatar "lo que sea legal".

El alcalde, abogado de profesión, aseguró que no tuvo "ninguna duda" cuando los dos vecinos de la población se lo pidieron. Sin embargo, y a diferencia de la boda que ofició el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, el alcalde de Villalonga y la pareja de novios quisieron mantener total discreción del acto que se realizó en el Consistorio.

Análisis Digital, 2 de agosto de 2006

Supongamos que Ruiz-Gallardón tiene razón, aunque sea sólo un poco

Supongamos que Ruiz-Gallardón tiene razón, aunque sea sólo un poco

El PP, metido en un anacrónico debate entre laicismo militante y confesionalismo rancio. Zapatero encantado y Rajoy callado. ¿Alguien ha leído algo en la derecha en los últimos cien años?

Alberto Ruiz-Gallardón, el alcalde de Madrid, lo ha conseguido. Niño en el bautizo, muerto en el entierro, novio en la boda. Bueno, novio no, pero sí protagonista absoluto de una polémica que le ha dado mucho espacio en los medios de comunicación. ¿Qué más quiere un político con mucho oficio y talla sobrada, en una España en la que empieza a escasear el sentido común?

Hay quien opina que el PP debe arriesgarse a perder las elecciones para defender los que se llaman ahora "valores". Y hay quien opina que el PP debe ganar elecciones renunciando a lo que sea y aceptando los "valores" de la izquierda si hace falta. Tal vez Gallardón intuya que las dos posturas implican una renuncia cómoda y cobarde a pensar, y en definitiva una sumisión total de la derecha española a principios que no son los suyos.

La cuestión es que Zapatero, al que llamaban tonto, ha conseguido exactamente lo que quería. Está desarrollando su programa revolucionario, dando un giro tercermundista a nuestra política exterior, abriendo las puertas a la inmigración masiva, afirmando la existencia de varias naciones en España y negociando con ETA, y mientras ha conseguido crear problemas de conciencia al PP con asuntos absolutamente demagógicos –mucha ignorancia y mucha propaganda, vaya- como la "memoria histórica" o esto del matrimonio. Con un poco de suerte hasta logrará estimular una escisión en el PP o la aparición de un tumor maligno en la axila derecha, y con eso el zapaterismo podría durar décadas. Qué bien.

El péndulo progre

Ahora resulta que los gustos sexuales tienen que ver con las ideas políticas, con los principios culturales y con las convicciones religiosas de cada uno. En realidad esto es una solemne tontería, pero la izquierda lo está afirmando y se ha encontrado con una derecha –en su sentido más amplio: que nadie huya de sus culpas- dispuesta a aceptar la memez.

Vamos a escandalizarnos todos. Jean Marie Le Pen está a favor de las uniones entre homosexuales, entre otras cosas porque demuestran que "el matrimonio está reconquistando un prestigio que se temía que hubiese perdido". Bueno, por eso y porque muchos homosexuales franceses votan a la derecha nacionalista, que obviamente no discute lo que cada uno se lleve a la cama, sin por ello negar la evidencia de qué es un matrimonio y qué no lo es. Y si en Catania se celebró en 2004 la Gay Mediterranean Expo es, entre otras cosas, porque el concejal de cultura es el homosexual postfascista Nino Strano, y porque entre un quince y un veinte por ciento de los homosexuales italianos son capaces de votar a la derecha-de-la-derecha.

¡Escándalo!, aúllan en coro los sedicentes progres y los píos conservadores de sacristía. "Pero esas cosas no pasan en España", responden, sospechosamente unidos. Y si están unidos es porque en el fondo creen lo mismo, que sexo, política, convicciones y fe deben marcar disciplinadamente el paso. Ninguno de ellos se ha fijado en los resultados electorales del distrito de Chueca, en Madrid. Los laicistas no han preguntado a los homosexuales si de verdad quieren mayoritariamente desvirtuar la noción de matrimonio, metiendo en ella con calzador algo muy distinto, como son las garantías civiles para las parejas de gays; tampoco les han preguntado si quieren servir de ariete contra la Iglesia o contra el PP. Y los supuestos conservadores tampoco son mucho mejores, pero en conjunto todo beneficia a Zapatero y su izquierda.

Más papistas que el Papa

¿Es coherente Gallardón? Realmente no tengo muy claro con quién debería serlo, más allá del PP que lo colocó en sus listas, de los ciudadanos que lo votaron, de la Iglesia a la que pertenece y de la nación cuya bandera besó como alférez paracaidista que se confiesa orgulloso. Gallardón busca un equilibrio en una España desequilibrada, en la que parece imposible hallar una respuesta que no sea –casi- la homosexualidad obligatoria o –casi- el confesionalismo impuesto. Pues vaya.

A todo esto, ¿qué es un matrimonio? Una unión entre hombre y mujer abierta a la concepción y educación de hijos. Es decir, un núcleo familiar. Así que, se pongan como se pongan los progres, y diga lo que diga la Ley, el matrimonio excluye que dos personas del mismo sexo se casen entre sí. Ahora bien, como ha dicho el actor Aldo Buzzanca, afiliado a Alleanza Nazionale, "precisamente porque soy de derecha no soy ningún puritano y combato todas las formas de discriminación", aunque "el matrimonio está ligado a la procreación y por eso tampoco apruebo la adopción por parejas de gays". Es, en suma, una posición como la que el PP defiende y para nada incompatible con lo que la Iglesia cree, en nombre del Derecho natural.

Y es que, salvo que alguien quiera volver al Estado confesional –sí, sí los hay, pero afortunadamente pocos-, hay que separar netamente las normas jurídicas vigentes para todos de las normas morales vigentes sólo para los católicos. En común, una misma idea del hombre y de la comunidad, que es inherente al ser de España. Pero el Estado no debe meterse en la cama con los españoles, ni en un sentido ni en el otro. De hecho, la Iglesia afirma la dignidad y los derechos individuales de los gays, y no pide a los políticos que los nieguen, sino sólo que defiendan la verdad sobre el matrimonio. ¿Alguien desea ir más allá? Hará un flaco favor a cualquier derecha posible o imaginable.

¿Intenta Gallardón mirar al futuro?

Tengo la impresión de que Gallardón, muy consciente de sus capacidades y de sus posibilidades, no sabe hacia dónde ir. Si va hacia el confesionario corre el riesgo de sumergirse en una parte de la derecha sociológica que, manipulada, aspira a veces a ser toda la derecha, sin ser a menudo otra cosa que un resto del naufragio tradicionalista del siglo XIX. Es decir, derrota segura. Pero si va hacia el laicismo terminaría aceptando lo que Zapatero afirma y la izquierda impone, con lo cual toda victoria sería para la izquierda. Y da bandazos, intuyendo pero no sabiendo que es posible una derecha, sintética y no sincrética, firme y no monolítica, que venza en el siglo XXI.

Claro, esto es más fácil de decir que de hacer, pero hay que intentarlo. Hace falta una derecha capaz de aceptar que en España hay homosexuales, y que muchos están en sus filas, sin identificar a los gays con la manipulación progre de una tendencia sexual que no es precisamente de hoy. Una derecha católica pero no confesional, en la que estén los católicos pero sin llevar sólo monaguillos en las listas. Una derecha capaz de combatir con dureza las drogas pero cuyos líderes no se sonrojen si en su juventud fumaron un porro. Normalidad, en suma, con visión a largo plazo. Sentido común, a ser posible con sentido del humor, como cuando el ex ministro Francesco Storace explicó a su manera este asunto: "A veces hacemos chistes de gays, ¿y qué? También hacemos chistes de curas y de militares, y no por eso despreciamos a la Iglesia o al Ejército".

Gallardón y Rajoy lo tienen muy fácil para hacer la tarea: que salgan a la calle y que se limiten a ver cómo vive de hecho su gente, que intuitivamente va encontrando la manera de vivir hoy con los principios de siempre. Seguramente Gallardón se equivocó con lo de la boda, pero el intento, algo torpe, tiene el mérito de no ser sectario, rancio, nostálgico ni gruñón, cualidades hoy por hoy muy necesarias. Como quien dice, una derecha capaz de llevar en la misma lista electoral, si hace falta, al actor porno heterosexual (y de derechas) Rocco Siffredi y a los diseñadores gays (y de derechas) Domenico Dolce & Stefano Gabbana, a los que corresponde el análisis más claro de este lío: "Zapatero ha instrumentalizado la cuestión gay".

PS. Anticipo mis disculpas a puristas y puritanos por el muy libre uso que hago de la palabra "derecha". Los lectores normales entienden.

Pascual Tamburri

El Semanal Digital, 2 de agosto de 2006

Fernández Díaz reprocha a Gallardón su intento de “parecer progre”

El secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Jorge Fernández Díaz, volvió a criticar ayer al alcalde de Madrid por haber oficiado en la víspera un matrimonio homosexual. Fernández Díez reprocha a Ruiz Gallardón su deslealtad, y afirma que, tras este gesto, el PSOE está “frotándose las manos”

El Partido Popular continúa inmerso en una polémica tras la boda entre dos homosexuales oficiada el sábado por el alcalde de Madrid. Como ya hizo el viernes, el secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Jorge Fernández Díaz, argumentó en términos de lealtad al partido, a lo que añadió, en líneas el discurso del secretario popular de Comunicación, Gabriel Elorriaga, un reproche a Gallardón por el daño inflingido a la imagen del PP. En otras palabras: desde el PP, apenas se ha querido entrar, hasta ahora, en el fondo del asunto: ¿Se puede llamar matrimonio a la unión entre dos personas del mismo sexo? ¿Es el matrimonio una institución natural, o una creación del Estado?

"Al margen de las creencias de cada uno –dijo Fernández Díaz-, cuando uno milita en un partido, y más cuando milita en puestos de responsabilidad, ha de ser especialmente leal con las decisiones que legítimamente adopta su partido, y nuestro partido es público y notorio se ha manifestado muy claramente: votamos en contra de esa Ley en el Congreso y en el Senado y, además, la tenemos recurrida ante el Tribunal Constitucional".

Díaz recuerda también al alcalde de Madrid que la ley no le obliga a oficiar personalmente una boda homosexual, y "mucho menos con esa trompetería y parafernalia". Eso no significa que el Ayuntamiento de Madrid deba negarse a casar a homosexuales. “Es evidente que las leyes, independientemente de que estés de acuerdo o no con ellas, se tienen que acatar. ¡Faltaría más! Pero la ley no obliga a que el alcalde de Madrid oficie una boda”, dice Fernández a Europa Press. Lo que hizo Ruiz Gallardón, por tanto, “es un acto de muy de clara deslealtad política". Lo correcto hubiera sido conciliar "el cumplimiento de la ley con la solidaridad y lealtad con las decisiones del PP, y haber actuado en este tema como mínimo con discreción y con prudencia".

La explicación a la actitud del alcalde es muy simple, a juicio del secretario del Grupo Popular en el Congreso: "A algunos lo que les interesa es hacer mucha trompetería para parecer muy progres", mientras que "los que defendemos posiciones de lealtad, solidaridad y de sentido común parecemos carcas".

El mayor beneficiario de toda esta polémica es el PSOE, en el que hoy “están frotándose las manos". En concreto,"López Garrido y Zerolo están encantados con lo que ha hecho Gallardón, quien ha creado un problema donde no existe trasladando una imagen de división del partido absolutamente artificial".

Análisis Digital, 31 de julio de 2006

Familias sin hijos

Los informes revelan cambios en las actitudes hacia los niños

PISCATAWAY, sábado, 29 julio 2006 (ZENIT.org).- La vida sin hijos es una realidad social en aumento para un creciente número de adultos norteamericanos.

Ésta es la conclusión de la edición 2006 del informe sobre el matrimonio, «El Estado de Nuestros Matrimonios», publicado hace dos semanas por National Marriage Project, que tiene su sede en Rutgers, la Universidad Estatal de Nueva Jersey.

Hasta hace poco tiempo, la mayor parte de la vida adulta trascurría con los hijos jóvenes que formaban parte del hogar. Sin embargo, la combinación de una edad tardía para casarse, menos hijos y una esperanza de vida más larga ha dado como resultado que una parte significativamente mayor de la vida adulta trascurra sin que haya niños en el hogar.

El informe, titulado «Vida sin Hijos», tiene como autores a Barbara Dafoe Whitehead y David Popenoe. Comienzan observando el gran número de recientes publicaciones que se quejan de las dificultades en la crianza de los hijos. Muchas entrevistan muestran también que los padres informan de menores niveles de felicidad en comparación con quienes no son padres. De hecho, un creciente número de parejas casadas ven actualmente a los hijos como un obstáculo para su felicidad marital.

Esto no quiere decir que la mayoría de las parejas rechacen tener hijos. Sin embargo, existe una sensación cada vez mayor de agitación a la hora de adquirir las responsabilidades de la paternidad. Por supuesto que nunca ha sido fácil criar a los hijos, pero hay buenas razones por las que un número creciente de padres sienten que aumenta la presión, explica el informe.

El debilitamiento de los lazos conyugales contribuye a las dificultades de tener hijos. Las mujeres que cohabitan, explica el informe, pueden posponer la maternidad hasta que tengan una mejor sensación del futuro de su relación a largo plazo. Si esperan demasiado, sin embargo, esto las coloca en el riesgo de no tener nunca hijos. Tener un matrimonio infeliz es otra fuente de incertidumbre. Las parejas que se preocupan sobre si se divorciarán son las que más probablemente no tengan hijos.

El cambio en las familias
Citando informes de la Oficina del Censo, Whitehead y Popenoe presentan cuánto han cambiado las estructuras familiares.

- En 1970 la edad media del primer matrimonio para las mujeres era de menos de 21 años. La edad del primer matrimonio ha subido actualmente un poco por encima de los 26. En el caso de las mujeres que han cursado carreras universitarias de cuatro años la edad es incluso mayor.

- En 1970, el 73,6% de las mujeres, con edades entre los 25 y los 29 años, habían entrado en la etapa de edad en que estaban dedicadas a criar a sus hijos, y vivían con al menos un niños menor a su cargo. En el 2000, esta proporción cayó hasta el 48,7%. Para los hombres, en el mismo arco de edades, en 1970, el 57,3% vivían con sus propios hijos en el hogar. En el 2000 esto se ha precipitado hasta el 28,8%.

- En 1960, el 71% de las mujeres casadas tenían su primer hijo en los primeros tres años de matrimonio. En 1990, esta proporción se ha dividido por la mitad, hasta el 37%. Así, tras casarse, las parejas actualmente pasan más años sin tener hijos.

- En 1970, el 27,4% de las mujeres y el 39,5% de los hombres, en edades entre los 50 y los 54 años, tenían al menos un menor a su cargo en su hogar. En el 2000, esta proporción ha caído hasta el 15,4% y el 24,7%, respectivamente.

- Además, un creciente número de mujeres no tienen ni un solo hijo. En el 2004, casi una de cada cinco mujeres en sus primeros cuarenta no tenía hijos. En 1976, era sólo una de cada diez.

- La proporción de hogares con hijos ha descendido desde la mitad de todos los hogares en 1960 a menos de un tercio actualmente – la proporción más baja de la historia de Norteamérica.

En general, por tanto, hace unas décadas la vida antes de tener hijos era corta, con poco tiempo entre el fin de la escolarización y el comienzo del matrimonio y la vida familiar. La vida después de los hijos también era reducida, con pocos años antes del fin de la edad laboral y el comienzo de la ancianidad.

Menos divertido
La cultura contemporánea ha reflejado rápidamente los cambios en la vida familiar, observa el informe. Cada vez es más común encontrarse con que los años dedicados al cuidado de los hijos son presentado como menos satisfactorios, comparados con los años anteriores y posteriores.

La vida adulta sin hijos es presentada como si tuviera un significado y un propósito positivo, y como si estuviera llena de diversión y libertad. La vida con los hijos, por contraste, es vista llena de presiones y responsabilidades.

En general, la vida sin los hijos se caracteriza por centrarse en uno mismo. «De hecho, el mandato cultural para los jóvenes sin hijos y los mayores libres de ellos es ‘cuídate a ti mismo’», comenta el informe.

Los años pasados criando a los hijos son justo lo contrario. Ser padres significa centrarse en aquellos que son dependientes y subordinar las necesidades adultas a los requerimientos de los hijos.

Por medio de la compensación, la cultura tradicional celebraba normalmente el trabajo y el sacrificio de los padres, pero esto ahora ha cambiado. Cada vez más, la imagen popular de los padres es negativa. Los nuevos estereotipos van del hiper competitivo padre deportivo que gritan a sus propios hijos, a aquellos que ignoran los problemas que sus hijos indisciplinados causan a otros en los lugares públicos.

La última variante son los así llamados «padres helicóptero», que reciben el nombre de la forma en que supuestamente sobrevuelan sobres sus hijas y descienden para rescatarlos de las consecuencias negativas de su comportamiento.

Los programas televisivos se han reído mucho de los padres, observa el informe. Desde hace poco las madres también están siendo mostradas como inadecuadas, incapaces de sobrellevar sus responsabilidades sin la ayuda de una asistenta, o siendo excesivamente indulgentes y negligentes.

En contraste, algunos de los programas de televisión más populares en Estados Unidos en los últimos años, como «Friends» y «Sex and the City», han celebrado la vida glamorosa de los solteros jóvenes de ciudad.

Prejuicios contra los hijos
Qué puede traer esto en el futuro, se pregunta el informe. Para empezar, menos apoyo político a las familias. En las últimas elecciones presidenciales, los padres formaban menos del 40% del electorado. Menos votos se traducen en menos apoyo a la financiación de escuelas y actividades juveniles. Algunas comunidades a lo largo del país están intentando ya mantener los impuestos de propiedad restringiendo la construcción de casas asequibles para una sola familia.

En términos culturales este prejuicio en contra de los hijos es probable que aumente. El entretenimiento y los pasatiempos para adultos – juego, pornografía y sexo – son uno de los sectores de la economía que más rápido crece y de los más lucrativos.

Por el contrario, ser un padre devoto es cada vez más un motivo de descrédito despiadado, observa el informe. De hecho, la tarea de ser madre es ahora vista por un creciente número de personas como indigna del tiempo y los talentos de una mujer educada. De esta forma los valores clave que apoyan la crianza de los hijos – el sacrificio, la estabilidad, la formalidad y la madurez – reciben menos atención.

«Es bastante duro criar hijos en una sociedad que está organizada para apoyar esta tarea tan esencial», observa el informe. «Considere cuánto más difícil se hace cuando una sociedad es indiferente, en el mejor de los casos, y hostil, en el peor, a aquellos que se ocupan de la siguiente generación», concluye.

La familia, «fundada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer», es el lugar donde el hombre y la mujer «puede nacer con dignidad, crecer y desarrollarse de un modo integral», explicaba el Papa en su homilía en la Misa conclusiva del Encuentro Mundial de las Familias, en Valencia, España, el 9 de julio.

«La alegría amorosa con la que nuestros padres nos acogieron y acompañaron en los primeros pasos en este mundo es como un signo y prolongación sacramental del amor benevolente de Dios del que procedemos», observaba.

Esta experiencia de ser acogidos y amados por Dios y por nuestros padres, explicaba Benedicto XVI, «es la base firme que favorece siempre el crecimiento y desarrollo auténtico del hombre, que tanto nos ayuda a madurar en el camino hacia la verdad y el amor, y a salir de nosotros mismos para entrar en comunión con los demás y con Dios». Un fundamento que cada vez se ve más erosionado en la sociedad de hoy.
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La boda gay oficiada por Ruiz Gallardón divide al Partido Popular

La posición del Partido Popular "no ha variado en absoluto", dice el secretario de Comunicación del PP: la Constitución “no permite hablar” de matrimonio homosexual y el alcalde de Madrid debe ser “consecuente” con la línea de su partido. De cara a la opinión pública, sin embargo, el mensaje no queda tan claro. Varias personalidades del PP apoyaron la actitud de Ruiz Gallardón, aunque con palabras muy medidas para evitar un cisma o un enfrentamiento directo con la Iglesia. El portavoz socialista en el Congreso, López Garrido, sí explotó esta línea y calificó de “inaceptable en un Estado de Derecho” la aposición al matrimonio homosexual tanto de “algún sector del PP” como de “la Iglesia católica”

El alcalde de Madrid desoyó las peticiones del Arzobispado de Madrid y del secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Jorge Fernández Díaz. Antes de oficiar el matrimonio entre dos militantes varones de su partido, se limitó a afirmar que cumplía con la legalidad, sin entrar en el fondo del asunto. A la ceremonia, entre otros, asistieron la diputada y ex ministra Celia Villalobos, algunos concejales del PP y el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela. No lo hicieron, pese a estar invitadas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ni la secretaria de Política Social del PP, Ana Pastor. Rodrigo Rato, desde Washington, envió una carta de felicitación, según reveló uno de los maridos.

Fue el secretario de Comunicación del PP quien transmitió la opinión oficial que este acto merece a su partido. Gabriel Elorriaga tildó a Gallardón de “incoherente” y reiteró que la oposición del PP al llamado matrimonio homosexual "no ha variado en absoluto". Según Elorriaga, los populares defienden las regulación de las "uniones estables entre personas del mismo sexo", aunque de forma "distinta" al matrimonio, ya que la Constitución "no permite hablar" de matrimonio homosexual.

Con respecto a los cargos electos locales, Elorriaga dijo que deben al partido "coherencia y solidaridad". Es una cuestión sobre todo de imagen: "Es evidente que los miembros del PP en las corporaciones municipales tienen que cumplir la ley, y una cosa es que el partido discrepe y otra no aplicar la ley, algo que no nos hemos planteado; pero es cierto que en determinadas circunstancias la visibilidad de determinadas decisiones tienen una trascendencia política que va más allá del mero cumplimiento de las leyes".

Preguntado sobre esta cuestión, el presidente del Partido Popular de Cataluña, Josep Piqué, se limitó a afirmar que “la ley está en vigor y hay que cumplirla". Piqué no entró a valorar el suceso y añadió, en primera persona del plural, que "nosotros [el PP] tenemos discrepancias puntuales” con la modificación del Código Civil que permite el llamado matrimonio homosexual.

Distinto fue el mensaje que quiso transmitir el presidente del PP de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Para él, esta es una "asignatura zanjada en Galicia", y aludió indirectamente a su presencia en una boda entre dos varones militantes de su partido. "A mí no me reprime nadie", añadió. Ahora bien, Feijóo consideró que "es normal que la Iglesia dé su opinión" y se preguntó si "sólo pueden tenerla los partidos". La Iglesia "dice lo que tiene que decir".

Los maridos, en cambio, no ahorraron críticas contra la Iglesia, y llegaron a decir que, entre los invitados, había sacerdotes. La “jerarquía” debe bajar “a la base” y tener en cuenta las opiniones “de los marginados y de los más necesitados”, dijo uno de ellos.


La Iglesia, fuera de la ley

El portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, siguió por esta línea, y sugirió que la dirección del PP y la Iglesia sostienen opiniones que están al margen del Estado de Derecho: “El alcalde Ruiz Gallardon actúa como un alcalde democrático, como debe ser. Lo que es llamativo es que algún sector del PP y de la iglesia católica se nieguen a aceptar la legalidad democrática. Eso es inaceptable en un Estado de Derecho, del que habla tanto siempre el PP".

A los miembros de su partido en Madrid, en cambio, no pareció hacerles tanta gracia el gesto del alcalde, quizá por temor a que el PP les robe apoyos que daban por seguros entre el colectivo homosexual. El portavoz de Juventud del PSOE en la Asamblea de Madrid, Javier Gómez, pidió al alcalde que no hiciera de la boda "un espectáculo mediático". Para el concejal socialista y activista homosexual Pedro Zerolo, "llama la atención" que el alcalde "apueste por una ley en la que no cree", con el único fin de hacerse "una foto con gays y lesbianas".

Análisis Digital, 30 de julio de 2006