Una silla para dos
Uno es un conservador de hierro; el otro, un auténtico liberal, aunque respecto al aborto no es tan demócrata. Es el desafío que tiene a América con el alma en vilo.Los americanos han tenido en general grandes dificultades para entender cuáles han sido las cuestiones decisivas para el reciente desenlace electoral italiano. Puesto que también en América habrá elecciones importantes dentro de pocos meses, he querido hacer un elenco de los asuntos que separan a los candidatos nacionales para ocupar los asientos del Senado y de la cámara de representantes. A nivel local también se pueden tocar otros temas, que tal vez sean los decisivos, pero ésta es una lista de cuestiones de ámbito nacional. Éstos son los temas: aborto, medio ambiente, sanidad, economía, control de armas, empresa, criminalidad, derechos civiles, drogas, educación, energía y petróleo, familia e infancia, guerra y paz, inmigración, trabajo, libre comercio, política exterior, seguridad social, principios y valores, reforma gubernamental, reforma fiscal, seguridad nacional, tecnología, bienestar social y pobreza.En este momento, me parece, los problemas que atraen mayoritariamente la atención de la opinión pública son: aborto, sanidad, empresas (en particular los beneficios de las compañías petroleras), energía y petróleo (aumento del precio de la gasolina), guerra y paz (la guerra en Iraq y la guerra contra el terrorismo), inmigración, principios y valores (gays) y seguridad nacional. No es que las otras cuestiones sean menos importantes, pero éstas son las que más se oyen en el bar y en la radio. Teniendo cuenta todo esto, el duelo más interesante a nivel nacional, es el que se libra por el puesto de senador en Pensilvania. Allí los electores tendrán una clara posibilidad para escoger entre un republicano conservador (el senador Rick Santorum, que también está sopesando la posibilidad de presentarse como candidato a la presidencia de los Estados Unidos en el 2008) y un demócrata auténtico (Bob Casey Jr., hijo de uno de los gobernadores más populares de Pensilvania). Casey es un demócrata liberal tradicional, porque lo que resulta ser el adversario perfecto para Santorum en todos los temas, menos uno. La cuestión sobre la cual Casey piensa de forma diferente a la mayor parte de los demócratas es el aborto. Tanto Casey como Santorum están claramente en contra del aborto.El giro de los progresistasResulta increíble, en cualquier caso, que Casey haya tenido la oportunidad de presentarse como candidato de los demócratas, pues no hace mucho tiempo a su padre, que había sostenido a Bill Clinton y al Partido Demócrata sobre todas las cosas menos el aborto, le ha sido negado el permiso para hablar en el congreso del partido. Por lo que parece, este extraño cambio de ruta por parte de los demócratas no es una casual. Recientemente, el presidente del Comité Nacional Demócrata, Howard Dean, ha admitido que los demócratas no vencerán si no dan espacio a antiabortistas como Casey. Como consecuencia, también algunos de los más favorables al aborto están empezando, aunque de mala gana, a aceptarlo como su candidato.Tanto Rick Santorum como Bob Casey Jr. son católicos practicantes. En resumen, no hay que sorprenderse si todos tienen los ojos mirando hacia Pensilvania.Lorenzo Albacete(traducido por Carolina Gómez)Páginas Digital, 30 de mayo de 2006
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