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Políticamente... conservador

La injuria como arte

Yo insulto mucho en mis artículos, pero también soy insultado, lo cual no es una justificación, sólo un hecho. Recibo insultos de toda índole, desde el casi cariñoso de "tonto y envidioso" a lo de "tránsfuga profesional" (Joaquín Leguina), pasando por "fascista" y "chivato" (Haro Tecglen).

Haro Tecglen fue algo así como un campeón de los insultos, y se ensañó tanto conmigo que sus señoritos le obligaron a no mentarme más, porque me estaba haciendo una publicidad exagerada. Ser tan frecuentemente insultado por semejante rata me procuraba mucho prestigio, mucho más que varios honoris causa. Con lo cual se demuestra que los insultos no siempre obtienen los resultados deseados. 

Pues resulta que, pese a mi experiencia de insultador e insultado, no alcanzo a encontrar insultos dignos de esas heces que se firman Miguel Ángel Aguilar y José Vidal-Beneyto. No son los únicos, desde luego, pero éstos tienen en común lo de ser tránsfugas o renegados del Opus Dei. Cuando se llamaba Pepín Vidal, opusdeísta, fue el correveidile de Calvo Serer en París, y concretamente en Ruedo Ibérico, que auxilió financieramente con dinero de la Obra, o suyo, no sé; pero debieron de ser sumas considerables para que Pepe Martínez aceptara publicar varios libros del asimismo opusdeísta Calvo Serer, porque Pepe era tan sectario que prefería editar sólo libros de extrema izquierda; de cualquiera de las izquierdas extremas: castristas, trotskistas, estalinistas, maoístas, y hasta anarquistas. Pero libros del Opus, ¡jamás! Salvo, sí... Es cierto que sus problemas económicos fueron reales y muy graves. 

Pepín Vidal hace mutis por el foro y aparece José Vidal-Beneyto, enchufado en la burocracia de la UE y columnista en El País. Forma parte de los más histéricos plumíferos antimundualistas y anticapitalistas. Con lo cual demuestra su transformismo, porque si algo tiene de bueno el Opus es su procapitalismo. Recuerden, por ejemplo, el "Gobierno de los López", o "del Opus", y sus excelentes resultados.  

Su frenesí reaccionario es tal (porque yo le considero mucho más reaccionario hoy que cuando apoyaba a Ruedo Ibérico) que no puede limitarse a su vómito semanal y escribe "cartas al director" para insultar a Mario Vargas Llosa y a Václav Havel. A éste, por denunciar la dictadura castrista, y al primero por defender a Hirsi Ali. ¿Cómo encontrar insultos para calificar semejante monstruosidad? 

Yo no soy muy aficionado a las hipérboles, pero considero que esta "diputada holandesa de origen somalí", como la definen los papeles, es una mujer excepcionalmente valiente, inteligente, magnífica, en una palabra, cuya lucha contra el islam radical, a partir de la condición infame que sufren las mujeres en esa "civilización", pero no únicamente, me parece ejemplar. Y está amenazada de muerte, lo cual en todos los países, pero aún más en España, donde hay tantos asimismo amenazados de muerte por ETA, debería enaltecer nuestra más firme solidaridad. No para Vidal Beneyto, claro, quien la tilda de "extrema derecha" y, por lo tanto, justifica cualquier medida contra ella: expulsión, cárcel, ¿muerte? 

Si yo no había hablado aún de las medidas injustas y cobardes que la ministra Rita Verdonk había tomado contra ella es porque consideraba que en los Países Bajos esas medidas carcas no podrían aplicarse. En eso discrepaba, está visto que con razón, de Vargas Llosa, aunque aplaudí su artículo en defensa de Hirsi Ali, y admito que, teniendo en cuenta su fama internacional, es muy probable que su artículo haya tenido influencia en Holanda. Es siempre preferible exagerar en defensa de la libertad que quedarse corto, pazguato y mudo ante sus amenazas.  

No es el caso de Vidal Beneyto, que no se queda ni corto ni pazguato a la hora de asesinar verbalmente a la libertad; y además hace el ridículo afirmando que tiene "amigos de derecha". ¿Nos lo dice o nos lo cuenta? También hay imbéciles de derecha, y sobre todo tratándose del islam radical. 

Por otra parte, la decisión de Hirsi Ali de aceptar la invitación del American Enterprise Institute y marcharse a EEUU, siendo algo personal, la respeto, no faltaba más. Comprendo que esté harta de las amenazas de muerte perpetuas, y de los problemas de toda índole que ha tenido que afrontar en Holanda; y me digo, además, que desde allí puede perfectamente seguir luchando por sus ideales de libertad y democracia, sobre todo en los países musulmanes.  

Desde luego, como el AEI no es una institución anti Bush, no faltarán beneytos para echarle en cara su "traición". ¿Traición? A la libertad, desde luego, no. Nuestro enemigo no es Bush, ni los USA; nuestro enemigo es el terrorismo, el fanatismo y la tiranía.  

A propósito de tiranía: tampoco conozco insultos lo bastante fuertes para definir la enrevesada defensa de Vidal de la Cuba socialista y sus ataques al líder de la "revolución de terciopelo" anticomunista, Havel. 

El otro es peor. El renegado opusdeísta Miguel Ángel Aguilar (la Obra debería cuidar más quiénes son sus socios, fieles o miembros) es peor porque ni siquiera tiene el tono exagerado, cómico y reaccionario de Pepín. Aguilar sienta cátedra, con aparente mesura y saliva académica en la comisura de los labios, para defender lo que sea, lo que le ordenen, hasta el crimen. Pero siempre con el tono pausado del que se pasa del sitio. Sólo pierde los estribos con dos personas: Pedro Jota, debido a viejos odios y deseos de venganza, en relación con la dirección perdida de Diario 16, y Federico Jiménez Losantos, sencillamente porque es el mejor. 

Eso no puede perdonarlo nadie, y sobre todo quien quiso que El Sol aplastara  a El País y después de otros fracasos se ve condenado a ser el más conformista de los columnistas de este último diario, y el perrito faldero de otro fracasado y amargado, Javier Pradera. Ya que no ha logrado ser amo, Aguilar finge deleitarse siendo el más servil de los esclavos. 

Con el lameculismo que pretende ejercer, laboriosamente, semana tras semana, para vendernos la magna labor de Rodríguez y sus sicarios, en su última cagadita, 'Con ETA ni hablar' (El País, 27-VI-06), llega a decir sandeces como que lo que está haciendo el Gobierno es bueno ¡porque Aznar hizo lo mismo! ¿En qué quedamos? ¿Aznar es un "monstruo criminal" o un ejemplo? Para mí, claro, un ejemplo. Y ya que hay que repetir, repetir y repetir, repetiré que el Gobierno de Aznar tuvo, sí, contactos con ETA en Suiza; y tuvo razón: había que explorar todas las posibilidades, incluso sin creer en ninguna, pero jamás cesó su lucha contra el terrorismo etarra, jamás invitó a todos los partidos a firmar el entierro de España, su Constitución y su democracia.  

Da la casualidad –pero ¿es casualidad?– que, en la misma página de El País en que deposita su crotte, se publica una foto en la que se ve a dos etarras sometidos a juicio, Echevarría y Aramburu, ejercer de bestias, pero de bestias que saben que han ganado.  

Y, puestos a repetir, repito: ¿cuándo se discute la entrega de las armas de los terroristas? ¿Cuándo va a cesar la extorsión? ¿Cuándo va a clararse en serio aquello de Euskal Herria? ¿Es que los navarros están de acuerdo? ¿Es que alguien piensa (no me refiero a Aguilar, quien desde Calvo Serer ya no piensa: Pradera lo hace por él), es que alguien piensa seriamente que se va a discutir "pacífica y democráticamente" con ETA sobre la anexión de una región de Francia? ¿Y cuándo va a cesar el terror en las calles de las provincias vascongadas? Me importaría un bledo llamarlo Euzkadi, pero a condición de que se trate de paz, precisamente, y somos algunos los que no vemos paz por ningún lado, sólo rendición.  

Ya podéis echarle mierda y mentiras al asunto: no hay guerra sin vencedores y vencidos, y no habrá paz hasta que no se rinda ETA. Que el vencedor sea más o menos generoso con el vencido, eso sí que se merece negociación y consulta popular, pero primero hay que vencer y no rendirse.  

Carlos Semprún Maura 

Libertad Digital, suplemento Fin de semana, 1 de julio de 2006

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