Fernández Díaz, nueva revelación mediática
Alberto Ruiz Gallardón utiliza la imagen que le han fabricado de hombre centrado y centrista. Sus enemigos, en su partido, no le perdonan que sea considerado el mejor político popular desde las filas socialistas. Esa es su traición. A mi entender, ocupar la centralidad política es entender hacia donde va la sociedad e incorporarse a su curso. Pero eso se debe hacer a tiempo, en el preciso instante en que las cosas suceden y no cuando ya no aporta nada tu incorporación. El Pp se opuso a la España de las Autonomías y ahora es su mayor defensor, era alérgico a la ley del divorcio y es la derecha española la que con más entusiasmo la utiliza. Con el Estatut pasará lo mismo, así como con las bodas entre personas del mismo sexo. Se apuntarán tarde, pero se apuntarán.
Pero en medio de este barullo de la boda popular-gay que se celebró la semana pasada en Madrid hemos ganado algo. Hemos conocido a una nueva revelación mediática. O mejor dicho, ya lo han conocido todos, porque algunos ya lo conocíamos por desgracia. Ha nacido una estrella y se llama Jorge Fernández Díaz. Ha sido gobernador civil, concejal, diputado en el Parlament, senador, diputado en el congreso, secretario de estado y cocinero del CIS. Lleva viviendo del tema toda la vida. A quien sabe que ha estado con Aznar siempre le pregunta: ¿te ha hablado de mi?. Es capaz de pasarse una rueda de prensa reordenando una y otra vez la posición de sus gafas y después de haber hablado durante media hora no haber dicho nada. Sin embargo, desde que milita en sectores católicos ultra conservadores, se dedica a repartir estampitas con imágenes religiosas a todo aquel que no sea capaz de esquivarlo con acierto. Pidió al alcalde de Madrid que no acatara una obligación legal, aceptó como buenas las órdenes del Arzobispado de Madrid pidiendo a los políticos católicos que obedezcan a los obispos. Es la mano derecha de Zaplana en el congreso y ariete de la familia más conservadora y opusiana del PP.
En el principal partido de la oposición todo vale a fin de acabar con el inquietante Gallardón. En la COPE pasaron de la crítica al insulto y en Génova de la espada a la navaja. Entre todos los héroes de cloaca que pretenden mantener firme el estandarte del neocatolicismo popular destacará el chulangano Jorge Fernández Díaz. Ya lo veréis.
MARC VIDAL
Elplural.com, 4 de agosto de 2006
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