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Montan un lobby para reformar la Constitución: España "es objeto de todo tipo de vandalismo"

Montan un lobby para reformar la Constitución: España "es objeto de todo tipo de vandalismo" Alejo Vidal Quadras. (Efe). Un grupo de entidades cívicas se han constituido en lobby para conseguir una reforma de la Constitución al considerar que ésta “ha sido liquidada” por José Luis Rodríguez Zapatero y su agenda territorial, en especial con el nuevo Estatuto de Cataluña. La propuesta “pone orden a la casa, una casa que ha sido objeto de todo tipo de vandalismo”, explica a El Confidencial Alejo Vidal Quadras, europarlamentario popular, quien ha formado todo un eje de acero para elaborar el documento junto a Iñaki Ezkerra, del Foro de Emua, y expertos en derecho público que desean permanecer en el anonimato.

Los impulsores pretenden que la reforma de la Constitución forme parte del debate público durante las próximas elecciones generales. Para ello han constituido una plataforma de asociaciones cívicas – llamada Por la concordia nacional y la reforma constitucional- en la que se han integrado Convivencia Cívica Catalana, Foro Ermua, Fundación Concordia, Fundación para la Defensa de la Nación Española y Fundación Papeles de Ermua.

 

Proponen reformar la Carta Magna para cerrar “las vías de agua abiertas” en el edificio construido en 1978. A juicio de sus promotores, la situación actual pone en peligro la propia supervivencia de España a causa de los “abusos y desmanes” cometidos. Simultáneamente, asisten con preocupación a la ofensiva de los partidos nacionalistas: “todos, desde ERC a los que se definen moderados, como CiU o PNV, quieren referendos de autodeterminación”, sentencia Vidal Cuadras, que los tilda de “fuerzas secesionistas-separatistas”.

 

En su intento por demostrar que la reforma es posible, han elaborado un documento de cien páginas donde proponen una modificación de casi cuarenta artículos de la Constitución y que presentarán a la sociedad el próximo jueves, 25 de octubre, en el casino de Madrid. Les guía una convicción: regresar al espíritu de 1978 y que el Estado garantice la unidad nacional y la igualdad ante la ley de los ciudadanos en todo el territorio español, así como la cohesión y la solidaridad por encima del lugar de residencia.

 

La reforma que buscan requiere necesariamente del acuerdo entre socialistas y populares, pero parten de una llamativa premisa: creen necesario que, primero, el PSOE sea derrotado en las elecciones de marzo y este partido sustituya a su actual secretario general “por una persona dotada de sentido de Estado y del bagaje conceptual y moral apropiado para dirigir un gran partido nacional”, proclama uno de sus documentos.

 

Desde su paradigma, ven imposible hacer nada si Zapatero continúa al frente del PSOE. Y construyen el siguiente escenario político: que el presidente del PP, Mariano Rajoy, asuma sus postulados en el programa electoral de marzo de 2008; que éste gane las elecciones y que los socialistas se libren de un Zapatero fracasado y un nuevo PSOE se alíe con el ganador para reformar la Constitución. Tal alianza sería en forma de pacto de Estado o bien por medio de un gobierno de coalición, la famosa Grossen Koalitionen alemana.

 

Impulsados por Vidal Quadras -vicepresidente del Parlamento Europeo, ex presidente del PP catalán y catedrático de física-, en el documento han trabajado un grupo de expertos durante casi dos años. Entre ellos se encuentran catedráticos de derecho constitucional, abogados del Estado y juristas que han pedido que no se revele su identidad. “La gente está inquieta, ve que Zapatero ha puesto en peligro el sistema y quieren una reacción”, diagnostica el político catalán. Esgrime como prueba que en la reciente recepción del Día de la Hispanidad se le acercaron una decena de personas “para pedir que se haga algo, que esto no puede ser”. Reconoce que eran invitados “de las fuerzas armadas y la sociedad civil en general”.

 

Alfonso Guerra conoce la propuesta

 

El lobby ya está en marcha. Los impulsores se han reunido con Rajoy para explicarle el documento, con la esperanza de que lo incluya en su programa electoral, pero aún no tienen respuesta. También ha sido detallado a dirigentes socialistas críticos, incluido Alfonso Guerra, ex vicepresidente del Gobierno, inspirador de la Carta Magna y presidente, precisamente, de la Comisión Constitucional del Congreso.

 

El consenso entre PSOE y PP es necesario porque los artículos a alterar tienen las máximas garantías de blindaje de la Constitución. Cualquier cambio de texto exige del procedimiento más grave y sereno de los dos existentes. Es lo que técnicamente se denomina reforma agravada (artículo 168): modificación aprobada por mayoría cualificada de dos tercios de las Cortes, disolución inmediata de las Cámaras y convocatoria de elecciones legislativas, que son las que elaborarían la reforma, y referéndum posterior.

 

 

El documento defiende devolver al Estado aquellas competencias que le son propias, delimitarlas claramente y suprimir el artículo (150.2) que permite transferir las competencias del primero. También pretende garantizar la igualdad de los españoles, incluida la educación, y el uso del castellano como lengua común y oficial del Estado, sin perjuicio de las restantes lenguas españolas.

 

Respecto a Navarra, recomienda acabar con su interinidad suprimiendo la disposición adicional que deja la puerta abierta a su anexión al País Vasco. Además, pide la supresión de la distinción entre “nacionalidades” y “regiones” (artículo 2) y, en su lugar, explicar en el Preámbulo cómo surgió la unidad nacional: a través de las antiguas Coronas de Castilla y León y de Aragón, con las posteriores incorporaciones a la primera de los territorios históricos vascos y del Reino de Navarra.

 

@Julia Pérez

El Confidencial, 23/10/2007

 

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