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Políticamente... conservador

Navarra: como siempre, como ahora

Los partidos políticos independentistas vascos,  PNV, Batasuna (éste no legal), EA, Aralar, y el sindicato LAB, reafirman siempre, ahora, sus objetivos sobre Navarra. A ellos presta ETA su fuerza armada. En todo caso, con o sin armas, plantean la integración de Navarra -dicen- como requisito indispensable y base necesaria para acceder, en el plazo más breve posible, a - si es el caso- un autogobierno federalista y luego a la autodeterminación que permitirá conseguir la independencia a un “Euzcadi con buenas relaciones con España” (frase ésta de Ibarreche, después de la entrevista con el Presidente del Gobierno Español, y no contestada por éste). Todo ello resulta inviable sin contar con el ámbito territorial y la legitimidad histórica de Navarra.

Unas conclusiones iguales aprobó la Asamblea “Nacional” Extraordinaria del PNV el 27 de junio de 1981 al revisar su actuación política sobre Navarra y actualizar entonces la estrategia a seguir en le proyecto de absorción por incorporación de esta región española en el inventado “Euzcadi”. Desde entonces el PNV y sus corifeos se muestran también como partidos políticos de Navarra y para Navarra; y presentan la integración como una exigencia natural - y posteriormente, un natural resultado – de la “naturaleza vasca” de Navarra; a la vez que esos separatistas aparecen como la única alternativa de política socio-económica apta para Navarra. A este efecto proponen frente al sistema capitalista o al social-marxista, un orden social nacido de “nuestro propio ser vasco, primando al trabajo”.

 

Aquella estrategia, aquellos planes de 1981 han variado poco y hoy se vuelcan otra vez sobre Navarra las campañas fanáticas para “euskadizarla”; para convencer a los navarros que “Euzkotaren aberria, Euzkadi da” (los navarros son vascos, su Patria es “Euzcadi”, no España)

 

Campañas políticas, culturales, deportivas (¡ésas horribles!), económicas y lúdicas, con derroche de millones de euros, muchas veces con el apoyo, a veces ignorante y casi siempre cobarde, de otros partidos políticos y de gobiernos que llevan en sus programas el defender la unidad de España. Ahora, del 2006 en adelante, esas campañas cobrarán renovada violencia, mayor vigor, toda vez que todo un gobierno socialista español está consiguiendo, con tanta hipocresía como mentira, que se arrumbe en la cuneta lo “español” del partido, del PSOE. Y es que existe una Internacional Socialista.
Por eso pienso yo que se dieron y se dan otras más ocultas y profundas intenciones en los apoyos del PSOE a estas reformas en los estatutos de las Autonomías: hoy el catalán, mañana el “euzcadiano”, pasado mañana, y al otro, y al otro, a los 14 restantes estatutos o Autonomías (Navarra es foral, no estatutaria); apoyo, digo, en el camino a la soberanía a través de las reformas, hechos al margen de la propia constitución de 1978; y aún en contra de ésta.
Así, según mi pensamiento, cabe que si el PSOE consigue en el 2007 una mayoría absoluta en el gobierno, logre confederar las autonomías en una “Unión de Repúblicas Socialistas Ibéricas” (la Monarquía no presidirá esa “Unión”), con sus gobiernillos respectivos y un “Gobierno de las nacionalidades”. Este será quien realmente lleve el timón de toda la “Unión”.

 

(¿Rebuscado?... Bueno, una cosa así sucedió en Rusia, luego URSS o “Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”, con gobiernos autonómicos, de “nacionalidades”, supeditadas en todo a Stalin – autor de la idea – y al Politburó Nihil novum sub sole!).

 

Por los caminos políticos españoles de hoy pudiera llegarse, con visión tremendista, primero a un “crack” económico que lleva al desorden social; este a la violencia anarquizante; luego (pues no se puede vivir sin un orden político-social) a esa “Unión de repúblicas ibéricas”, gobernada desde el centro por un partido que no tolerará que se le opongan otros “autonómicos-soberanistas”.

 

(¿Visión tremendista?...pues fue realidad, desde 1931 a 1975, en España, tanto en la República, como en la guerra, como en los años de Franco. De 1931 a 1939 se “despiezó” España y fueron desapareciendo autonomías estatutarias y los partidos políticos que las apoyaron. El PC (los comunistas) era, ya  en 1937, el que gobernaba la nación española al compás de las conveniencias de la URSS. Acabaron con los catalanistas, los “euzcadianos”, los republicanos, los troskistas del POUM, y nada de los anarquistas de la CNT y la FAI. Sí, y con todos sus órganos de gobierno. Sólo quedó un “Gobierno rojo” y un “Ejército rojo”, derrotados por el “Ejército nacional” al mando de Franco, y éste y sus gobiernos, ni permitieron autonomías soberanistas; ni partidos políticos tampoco. Ergo…),

 

Volvamos al hoy y a Navarra, y siempre olvidando que pueda darse una reacción defensiva que devuelva a España y a la española Navarra esos “espacios de la memoria” en los que han de plantearse la supervivencia de la Patria y de la Nación; toda vez que como enseñaba Juan Pablo II y ha recogido Benedicto XVI: “La memoria nos da las raíces en las que aprendemos el sentido de la vida. Cuando no se reconoce el pasado, se pierde también el futuro, a favor de un presente vacío”.

 

Esperemos que eso no suceda; que España y Navarra no pierdan la memoria. Mientras tanto, pensemos que hace pocos días el PSOE – en sus filiales de Cataluña y “Euzcadi”- parece dejar vía libre a esa pérdida de memoria española; y que su filial Navarra, el PSN, deja de lado – se abstiene- la defensa del ser de Navarra a los que queremos que esta no sea “moneda de cambio” en los pactos con los separatistas de “Euzcadi”. Parece, asimismo, que el PSN, abandona la E de “español” y apoya, tanto en lo cultural, como en lo social y aún en lo económico, los planes estratégicos de los partidos políticos “euzcadianos” sobre Navarra: Alianzas municipales; aportaciones culturales y “folklóricas”; pasividad en las huelgas, aún sabiendo que pueden arruinar a sus afiliados (ejemplo inmediato: la actuación, mejor dicho, la hipócrita falta de actuación de UGT en la huelga y paros de la Volkswagen en Pamplona); enfrentamientos radicales con UPN y CDN y así sucesivamente.

 

Sí, todo parece corresponder con los planes y perspectivas de futuro de los separatistas (que ahora apoya) como del propio PSOE para un gobierno de muchos años instalado en el poder (y entonces no habrá otra soberanía distinta de la del “partido”). Será en el 2007 cuando, desde una mayoría, junto con los partidos de izquierda y separatistas, intente a través de todos esos planes que Navarra, ya integrada en “Euzcadi”  forme parte de la, no por utópico menos imposible, “Unión de Repúblicas socialistas Ibéricas”, gobernada más que por sus respectivos “gobiernillos” por un partido político central, totalitario que acabará, si puede, con los separatismos, pero también con la foralidad navarra.

 

Javier  NAGORE YÁRNOZ  (4.IV.2006)

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