La derecha juvenil italiana nos dice que sí. ¿Es posible un ecologismo de derechas?
Para quienes no conozcan de la derecha italiana otra cosa que las desinformaciones que nos transmiten nuestros medios de comunicación de masas, Elmanifiesto.com les muestra que más allá de las operaciones de cirugía estética de don Silvio Berlusconi o las declaraciones salidas de tono de tal o cual personaje de la Lega Nord, hay vida. En Italia existen políticos e intelectuales de derechas de una gran valía y todo un movimiento político, cultural y social que bajo la denominación genérica de Destra –en particular la conocida como destra sociale (derecha social)– representa toda una variedad de sensibilidades y modos de hacer y pensar diversas que tienen como denominador común unos principios y valores compartidos.
Es tal la magnitud y complejidad de dicho movimiento que en él podemos encontrar desde grupos de “música alternativa” hasta asociaciones de estudiantes pasando por los llamados “centri sociali di destra” o círculos culturales de diversa índole. También existen grupos ecologistas que se dedican a promover la defensa del medio ambiente desde una postura de derechas, por llamarlo de algún modo. Grupos alejados tanto del catastrofismo ecologista de la izquierda como del indiferentismo hacia los temas ecológicos de cierta derecha liberal y economicista, que tienen sus filas plagadas de jóvenes comprometidos con el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente. De todos ellos el grupo con más solera es Fare Verde (www.fareverde.it), asociación ecologista fundada por el romano Paolo Colli (http://www.larchitrave.org/Cultura/Paolo_colli.htm) a mediados de la década de los ochenta.
Desde sus comienzos y hasta nuestros días Fare Verde ha llevado a cabo diversas iniciativas de voluntariado como los campamentos estivales antiincendio o las operaciones de limpieza y cuidado de playas en la región del Lazio que se conocen como “Il mare d’inverno” y que se llevan a cabo en la estación invernal. Pero el activismo militante de estos jóvenes no se detiene ahí, sino que sigue con campañas de promoción del reciclaje, edición de publicaciones, sitio en Internet, voluntariado internacional, organización de foros y convenciones, y todo un largo etcétera de actividades que tienen como norte la difusión de una cultura ecológica.
Los principios en los que se inspira este trabajo los definen así los estatutos sociales de Fare Verde: “principios éticos, filosóficos y culturales, que reafirmen, en un contexto de recuperación de una concepción tradicional de la vida y del mundo, el sentido de lo sagrado, los lazos solidarios y comunitarios, los valores no materiales del hombre, su relación orgánica e integral con la Naturaleza” y que les lleva también a una labor de “respeto y de conservación de las particularidades culturales de los pueblos(…). Conscientes del fundamental valor del arraigo, la asociación se empeña en la salvaguarda y valorización del patrimonio artístico arquitectónico, en la recuperación de las tradiciones culturales locales, en el cuidado del paisaje”.
Como se puede ver, toda una lección no sólo de compromiso y militancia de los jóvenes italianos de derechas, sino de defensa de unos principios y convicciones que forman parte de las señas de identidad de una derecha desconocida para muchos de nosotros.
Diego Baño
El Manifiesto, 8 de diciembre de 2007
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