Evo Morales decreta «el fin del saqueo extranjero de nuestros recursos naturales»
El decreto del presidente otorga al estado boliviano el «control absoluto» de los hidrocarburos
El presidente de Bolivia, Evo Morales, firmó ayer un decreto gracias al cual el Estado recupera el «control absoluto» sobre las reservas de gas y petróleo. Las empresas extranjeras que operan en el país tienen 180 días para entregar su producción a la petrolera estatal YPFB, que gestionará a partir de ahora los recursos naturales bolivianos. Morales cumple, antes de lo previsto, con la promesa insignia que le aupó a la Presidencia.
Repsol YPF: «No parece una buena noticia»
La petrolera Andina, filial de Repsol YPF en Bolivia, reconoció ayer, nada mas darse a conocer el decreto, que «no parece a priori una buena noticia». La valoración oficial vendrá de la Cámara de Hidrocarburos española, a la que pertenece Repsol YPF, que estaba analizando el decreto punto por punto. No obstante, adelantó su preocupación porque «a partir de ahora todo puede pasar». Así, consideró que «se está empezando a vivir» lo mismo que en Venezuela. -
Campaña para la Asamblea que «refundará» el país
El presidente de Bolivia, Evo Morales, firmó ayer un decreto gracias al cual el Estado recupera el «control absoluto» sobre las reservas de gas y petróleo. Las empresas extranjeras que operan en el país tienen 180 días para entregar su producción a la petrolera estatal YPFB, que gestionará a partir de ahora los recursos naturales bolivianos. Morales cumple, antes de lo previsto, con la promesa insignia que le aupó a la Presidencia.
DONOSTIA
El presidente de Bolivia, Evo Morales, firmó ayer un «decreto supremo» que da al Estado el «control absoluto» de todos los hidrocarburos, actualmente en manos extranjeras. Ese decreto establece que las empresas extranjeras que operan en Bolivia deberán entregar toda su producción a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB, estatal) y regularizar en menos de 180 días sus actuales contratos, si quieren seguir operando en el país. De lo contrario, el Gobierno intervendrá sus instalaciones.
Morales anula así el proceso de «capitalización» de empresas públicas, que significó para el país la pérdida del control estatal sobre la riqueza nacional, y que fue promovido por gobiernos afines al neoliberalismo, como el depuesto presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. «Se acabó el saqueo de nuestros recursos naturales por empresas extranjeras», advirtió Morales. Una vez concluido el proceso, YPFB comercializará los recursos en el país y tendrá a su cargo los convenios de exportación.
El presidente de Bolivia anunció la confiscación de las acciones necesarias de varias empresas mixtas para que YPFB tenga en ellas más del 50%, entre ellas Andina, filial de la hispano-argentina Repsol YPF, y una subsidiaria de Petrobras Bolivia.
Anuncio sorpresivo
Varias fuentes diplomáticas comentaron que el «decreto supremo» va más allá de lo que preveían y que a las petroleras extranjeras no les quedará más remedio que recurrir a arbitrajes internacionales, o abandonar Bolivia.
La nacionalización fue anunciada sorpresivamente por Morales en el campo de San Alberto, el más rico del país, operado por la brasileña Petrobras y situado en la localidad de Carapari, a unos 100 kilómetros al sureste de la ciudad de Tarija.
Los campos San Alberto y Sabalo, desde donde se exporta el 70% del gas boliviano y que están operados por Petrobras, están ahora obligados a entregar el 82% de su producción a YPFB, lo que permitirá generar para el Estado 300 millones de dólares adicionales en 2007.
El anuncio se produjo al mediodía, a una hora en la que estaba anunciado que el presidente iba a encabezar en La Paz una manifestación por el Día del Trabajo.
El mandatario dijo que ésta es la «tercera y definitiva» nacionalización del gas, después de que en 1937 se estatalizara por primera vez en Sudamérica, la empresa Standart Oil, y en 1969 la Gulf Oil, ambas norteamericanas.
Morales exhortó a los bolivianos a movilizarse frente a «cualquier intento de sabotaje de algunas empresas» y dijo que serán bienvenidos los trabajadores de las petroleras que se sumen «a este cambio».
«Pedimos a las empresas petroleras que respeten la dignidad de los bolivianos, que respeten esta decisión del pueblo boliviano. Si no respetan, nos haremos respetar a la fuerza, porque se trata de respetar los intereses de un país», advirtió Morales. Como advertencia, las Fuerzas Armadas tomaron el control de medio centenar de campos petroleros distribuidos por el país.
Bolivia posee reservas de 48,7 billones de pies cúbicos de gas, los segundos del continente tras los de Venezuela, que tiene el triple. En Bolivia, además de Repsol YPF y Petrobras, operan las Bristish Gas y British Petroleum y la franco-belga TotalFinaElf. También tienen inversiones las estadounidenses Panamerican Energy y Exxon Mobil, la argentina Pluspetrol, la Canadian Energy y la coreana Dong Wong.
Repsol YPF: «No parece una buena noticia»
La petrolera Andina, filial de Repsol YPF en Bolivia, reconoció ayer, nada mas darse a conocer el decreto, que «no parece a priori una buena noticia». La valoración oficial vendrá de la Cámara de Hidrocarburos española, a la que pertenece Repsol YPF, que estaba analizando el decreto punto por punto. No obstante, adelantó su preocupación porque «a partir de ahora todo puede pasar». Así, consideró que «se está empezando a vivir» lo mismo que en Venezuela. -
Campaña para la Asamblea que «refundará» el país
LA PAZ
Los candidatos a elaborar una nueva Carta Magna en Bolivia comenzaron ayer oficialmente sus campañas en los medios de comunicación, aunque el Gobierno y la oposición hacen proselitismo desde hace meses de cara a la elección de la Asamblea Constituyente el 2 de julio. Los 255 diputados que resulten elegidos comenzarán sus deliberaciones el próximo 6 de agosto y tendrán un plazo máximo de un año para reemplazar la Constitución actual, vigente desde 1967.
Evo Morales se reafirmó en su promesa de «refundar» el país en esa Asamblea y cambiar radicalmente las estructuras estatales, administrativas, jurídicas y políticas.
El presidente de Bolivia se lamentó de que el actual sistema legal y constitucional le impide gobernar en favor de las mayorías indígenas marginadas por siglos, que no participaron en la primera fundación de Bolivia como república en 1825. «El pueblo debe convertirse en constituyente para encontrar la verdadera independencia. Esta es una lucha por la independencia, por la liberación. Queremos de verdad refundar nuestra Bolivia», aseguró recientemente.
El primer presidente indígena de Bolivia apuntó, además, contra las políticas neoliberales y las privatizaciones de sus antecesores en el Palacio Quemado, políticas que añadió han convertido al país en un «estado colonial».
El mismo 2 de julio los bolivianos se pronunciarán en referendo sobre si conviene o no reformar el régimen de autonomías departamentales.
Gara, 2 de mayo de 2006
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