HO se pronuncia en favor de la unidad de España
Ante los hechos que están ocurriendo en nuestro país, y después de un tiempo de reflexión, HO ha decidido hacer más explícito su compromiso con la promoción del patriotismo como virtud social y con la defensa de la unidad de la nación española, por entender que se trata de una exigencia del bien común aquí y ahora. La Junta Directiva de HazteOir.org ha emitido un documento en este sentido, que ofrecemos a continuación a nuestros lectores.
HAZTEOIR.ORG .- Desde su nacimiento hace 5 años, HazteOir.org ha asumido como misión promover la participación de los ciudadanos en la política. Creemos que ésta es la mejor forma a nuestro alcance de recuperar la dignidad de la cosa pública y de mejorar nuestra sociedad.
En nuestra tarea nos adherimos a la concepción cristiana del hombre y de la sociedad, y en consecuencia afirmamos la dignidad de la persona humana y la importancia de valores como la vida, la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad. De este modo, queremos contribuir a la construcción de una sociedad más justa, favorable al pleno desarrollo de las personas.
Son muchas las acciones que a lo largo de estos años hemos desarrollado en defensa de estos principios. El trabajo y la ilusión de incontables voluntarios ha permitido que hayamos obtenido éxitos considerables. Pero el mayor de todos ha sido convertir a HO en la plataforma líder de la participación ciudadana.
La existencia hoy de gravísimas y frontales agresiones a los aspectos más básicos de la dignidad humana, la vida, la libertad de conciencia, la familia o la libertad de educación, no puede, sin embargo, hacernos cerrar los ojos ante una cuestión que supone también un ataque a un bien moral concreto de nuestra sociedad: la unidad de esa realidad milenaria que se llama España.
Por este motivo y después de un tiempo de reflexión, creemos que HO debe hacer ahora más explícito su compromiso con la promoción del patriotismo como virtud social y con la defensa de la unidad de la nación española, por entender que se trata de una exigencia del bien común aquí y ahora y que de su preservación va a depender también, en alguna medida, la permanencia de las raíces cristianas de nuestra cultura popular.
Con esta postura HO asume, una vez más, la plena responsabilidad de lo que constituye un juicio prudencial inspirado en los principios de nuestro ideario, sin que pretendamos, en este ejercicio de autonomía como opción de participación cívica, imposiciones ni exclusivismos de ningún tipo. Antes bien, se trata de una propuesta que consideramos positiva y necesaria para nuestros conciudadanos y las generaciones futuras, que, además, articularemos con la independencia que HO ha tenido desde su fundación.
Este compromiso está, como toda actuación de HO, inspirado en el humanismo cristiano y en los principios de nuestro ideario. Ahora bien, en la medida en que se trata de un juicio concreto, no pretendemos que nuestro juicio sea el único posible para todos los que compartimos los mismos principios. Asumimos la completa responsabilidad de este compromiso político, conscientes de que es nuestro deber traducir nuestros principios en lo concreto.
Texto:
1. Consideramos que la concepción cristiana de la persona y la sociedad se proyecta también sobre esa unidad social de inserción que conocemos como nación y que, en el caso de España, está integrada por una pluralidad de comunidades ascendentes y concéntricas, articulables en un orden de afectos compatibles y complementarios entre sí. La nación nos hace sentirnos arraigados en una comunidad natural de la que hemos recibido nuestra herencia humana y cultural, que de este modo asumimos de manera activa y solidaria. El amor y el servicio a esta comunidad constituye un deber de gratitud y una expresión de solidaridad.
2. Concebimos España como una realidad cultural conformada por una historia común y con un proyecto de futuro, con identidad propia y diferenciada. Una realidad que está basada en la unidad en la diversidad, por lo que no puede entenderse nuestra identidad sin entender que esa diversidad es parte misma de la esencia de España. Por eso, a la vez que defendemos la unidad, afirmamos que la negación de la identidad de los pueblos que forman España, junto a sus legítimas libertades (derecho a proteger su lengua y cultura, por ejemplo), implica, además de una injusticia, negar la identidad de nuestra nación. España es al mismo tiempo el todo y las partes.
3. Salvada la unidad cultural de España como bien moral, creemos que su dimensión política admite plasmaciones diversas. La estructura política actual de España realizada en la Constitución de 1978 es una de esas posibles plasmaciones, siempre que posibilite a todas las personas y a todos los pueblos que la componen su pleno desarrollo. A nuestro entender, el marco jurídico-político actual permite ampliamente este desarrollo.
4. Como vía de progreso del actual modelo territorial y competencial, HO entiende que lo prioritario no es tanto traspasar competencias desde el Estado a las comunidades autónomas, centrales también en sus respectivos territorios, como descentralizar a todos los niveles e impulsar la sociedad civil, profundizando en una cultura política de subsidiariedad y no estatista que favorezca la difusión del poder y al participación.
5. El nacionalismo que HO no puede aceptar es el que se afirma sobre el rechazo del otro en su diferencia o el que “diviniza” la propia comunidad, anteponiéndola a la moral, al bien común y a los derechos de las personas.
6. HO está, sin fisuras, dudas ni ambigüedades, contra el terrorismo y los que apoyan de cualquier modo a los asesinos. Así lo exige nuestro compromiso básico con la vida (con toda vida) y con el rechazo de la violencia como método político.
7. La paz es un bien esencial de la sociedad. Para conseguirla, la autoridad legítima (que en nuestro ordenamiento en este ámbito es el Estado) puede hablar con los terroristas, pero siempre y cuando éstos previamente dejen las armas y asuman su culpa. Además, consideramos que la negociación de una rendición de los terroristas no puede basarse en concesiones políticas, ya que eso significaría reconocer valor político al terrorismo, al tiempo que se enviaría un mensaje erróneo de lo que es realmente eficaz. La sociedad puede y debe ser generosa en la aceptación de una salida humana para los terroristas, pero sin que ello nunca implique el desprecio de las victimas ni merma de la justicia.
8. Deseamos que en el ámbito que hemos expuesto, como en cualquier otro en el que HO despliegue su acción, sea siempre realidad el principio, para nosotros indispensable, de "unidad en lo esencial, libertad en lo accidental y en todo, Caridad".
20 de junio de 2006
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