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Políticamente... conservador

Una presencia original, también en lo social

Una presencia original, también en lo social


La política española, entre la Semana Santa y el comienzo formal de la segunda legislatura, transcurre a dos velocidades. La del PSOE, muy activa, la del PP, menos. Esperemos que no sea un anticipo de lo que va a suceder en los próximos cuatro años. Mariano Rajoy está siendo muy criticado por no haber designado portavoz parlamentario o por no haber anticipado cuál va a ser su voto en la investidura. Son silencios lógicos. La victoria del PSOE le otorga el derecho a llevar la iniciativa. El problema no son los silencios circunstanciales, sino un silencio de fondo, profundo. Un silencio histórico que entrega a los socialistas la iniciativa y el protagonismo, no en cuestiones puntuales pero sí en la construcción del “discurso político” que acaba definiendo la realidad de lo que está pasando.

 

Se construye, por ejemplo, el mito de la crispación y cuando el PP quiere intervenir es tarde porque tiene que hacerlo a la contra o en un contexto que le es forzosamente adverso. Sólo en algunos momentos de la pre-campaña, con propuestas como las del contrato de inmigración, los populares consiguieron zafarse de esta trampa que les sofoca. Detrás de esta forma de hacer oposición, que casi siempre acaba siendo reactiva, hay un problema de fondo. Una cuestión cultural, si la designamos utilizando la parte más noble del asunto; o una cuestión de propaganda, si reducimos esa nobleza a un enfoque ideológico. No parecen entender en Génova, es un mal endémico del centro-derecha, que la política es siempre subsidiaria de una determinada concepción de las cosas. Es muy poco útil que todas las energías estén volcadas en intentar asaltar los castillos que otros han construido en un campo de batalla en el que las reglas las pone el contrario. Cuando se concibe la política como pura gestión, siempre se llega tarde.

 

En cualquier caso, es inútil enfadarse con la oposición. Incluso ese enfado puede ser una distracción y un síntoma de que no se ha entendido cuál es la tarea que la sociedad civil más activa tiene por delante en los próximos cuatro años. Páginas Digital comienza a publicar hoy una serie de reacciones de personas del mundo de la cultura a las declaraciones que hizo Julián Carrón, el presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, en el semanario Alfa y Omega en Semana Santa (www.alfayomega.es). La entrevista se titula “Una presencia original” y, aunque en ella Carrón desarrolla sobre todo una reflexión sobre cómo recomenzar una experiencia educativa y misionera de la fe, también ofrece criterios muy útiles para todo el movimiento social que se ha despertado en el último tiempo y que ahora puede sentirse, en cierto modo, desfondado. Él mismo deja claro que para los católicos no es secundario construir esa sociedad civil: “u na fe madura se expresa en obras en las que se encarna el deseo del hombre (...), no es solamente un asunto privado o limitado a algún ámbito particular, sino que tiene también un papel público, hasta en el compromiso civil y político vivido como caridad”, asegura. Y añade: “hace falta una presencia original, no reactiva. Una presencia es original cuando brota de la conciencia de la propia identidad y del afecto a ella (...). Como cristianos, no hemos sido elegidos para demostrar nuestras capacidades dialécticas o estratégicas, sino únicamente para testimoniar”.

 

La propuesta que hace, desde su experiencia cristiana, para construir lo que denomina una presencia original bien puede servir para cristianos y no cristianos que han experimentado la urgencia de responder a la arrogancia de un poder cada vez más invasivo. Respuesta que, si no quiere ser reactiva y estar definida y condicionada por ese poder, sólo encontrará su originalidad en la conciencia de la propia identidad. No se trata, dice más adelante, de “demostrar nuestras capacidades dialécticas o estratégicas sino de testimoniar la novedad que la fe ha introducido en el mundo”. Puede parecer que estas dos categorías, la identidad y el testimonio, son insuficientes para construir una presencia original, también en el ámbito social. Ése el espejismo que en ocasiones ha enturbiado el movimiento social que en los últimos años ha luchado por la libertad de educación, la libertad de conciencia o la dignidad frente al terror. Las energías utilizadas en dar “el último empujón” para que se produjera el cambio que necesitábamos parecen desperdiciadas. No es así.

 

Se ha despertado la conciencia de que existe un poder agresivo. Pero no basta, hace falta la conciencia de la propia identidad, como dice Carrón, para conseguir una auténtica fecundidad social que dé respuestas desde el primer momento. El ejemplo más nítido es el de Educación para la Ciudadanía (EpC). La identidad de los católicos, su auténtica tradición y capacidad critica, como la identidad de los judíos o los librepensadores, es la única que puede generar respuestas educativas que sean originales y que estén a la altura del reto que supone la materia. Una respuesta real y no virtual no tiene más “herramienta” que el testimonio, dicho con otras palabras: la libertad de agentes sociales que explican los motivos que les impulsan. Llevan razón los líderes que revindican la EpC como la cuestión esencial para el nuevo movimiento social. Pero no porque la batalla contra esta materia sea más o menos instrumental para construir un proyecto ideológico alternativo, sino porque al referirse a la educación nos obliga a retomar los motivos y razones que pueden generar una nueva presencia social.

 

Fernando de Haro

Páginas Digital, 26 de marzo de 2008

¿Dónde están los progres para defender al Tíbet contra la dictadura comunista china?

¿Dónde están los progres para defender al Tíbet contra la dictadura comunista china?


De nuevo la izquierda española y sus escuadrones de intelectuales a sueldo nos dan toda una lección de su hipócrita compromiso con la defensa de los derechos humanos. Contra las dictaduras de derechas, como las del cono sur americano, siempre un paso adelante, contra las dictaduras comunistas, como la china,  siempre un paso atrás.

 

No hay manifestaciones de repulsa ni manifiestos firmados por Bardenes, Cuerdas o Almodovares, en solidaridad con el pueblo tibetano. Por cuarta vez desde 1950, los comunistas chinos aplastan las ansias de libertad del Tíbet.

 

En 1950 el poderos y victorioso ejército rojo de Mao invadió el pequeños país del techo del mundo, derrotando fácilmente su mal llamado ejército. China se anexiona el Tíbet y mantiene, en aras de evitar un levantamiento popular, al Dalai Lama como jefe espiritual sometido a los cada día más humillantes dictados de Pekin, hasta que en 1959 el pueblo se alza contra la dictadura comunista. Entonces se abre la época más dura de la represión. Los comunistas se emplearon duramente contra un levantamiento que termino con miles de tibetanos masacrados y con el Dalai Lama en el exilio. Durante la Revolución Cultural el patrimonio histórico-religioso del Tíbet fue destruido y cientos de monjes budistas asesinados, en lo que sin duda ha constituido un autentico genocidio cultural.

 

En los enfrentamientos ocurridos la  semana pasada en Lhasa perdieron la vida 19 personas y más de 600  fueron heridas, según la agencia de noticias estatal china Xinhua. Sin embrago el gobierno tibetano en el exilio habla de 99 rebeldes muertos, 80 en Lhasa y 19 en Gansú, además de miles de heridos.

 

Nosotros nos preguntamos ¿dónde están los progres de Barcelona que durante el Foro Universal de las Culturas se apresuraron a sacarse la foto con el Dalai Lama? ¿Dónde están esos que tan solidarios se mostraban con el pueblo iraquí invadido con los malvados USA? ¿Dónde están las rosas blancas por la paz? O mejor aún ¿Dónde está Zapatero y su caterva de de seguidores en busca del ansia infinita de paz?

 

Minuto Digital, 23 de marzo de 2008

Derechos humanos y libertad religiosa: China a examen

Derechos humanos y libertad religiosa: China a examen

Al acercarse las olimpiadas, la atención se concentra en Pekín

ROMA, domingo, 23 marzo 2008 (ZENIT.org).- Durante estos meses previos a las olimpiadas de verano, la situación de los derechos humanos en China está siendo sometida a un análisis a fondo. Esta atención no les gusta a las autoridades de Pekín y hace unas semanas el ministro de asuntos exteriores, Yang Jiechi, pedía a los críticos que se callaran, informaba el 12 de marzo Reuters.

 

Justo el día antes de las declaraciones de Yang, el departamento de estado de Estados Unidos publicaba su «Informes por países de las Prácticas de Derechos Humanos en el 2007». Ha sido un alivio para China, puesto que se ha quitado al país de la lista de aquellos con las peores prácticas.

 

No obstante, el informe contenía una dura reprobación por la situación de derechos humanos en China. La sección dedicaba a esta país afirmaba que el expediente del gobierno chino «sigue siendo pobre» en el 2007, y se han estrechado los controles en temas como la libertad de religión en el Tíbet.

 

El departamento de estado también acusaba a las autoridades de aumentar las restricciones a la libertad de expresión y de empresa, y de incrementar sus esfuerzos por controlar el uso de Internet. Entre muchos otros puntos mencionados, el informe también acusaba al gobierno de seguir con su política represiva de limitación de nacimientos, que en algunos casos lleva al aborto y a la esterilización forzados.

 

Como suele ocurrir, China reaccionó con hostilidad a las críticas del departamento de estado, informaba Associated Press el 13 de marzo. El gobierno chino publicó su propio informe, documentando lo que considera son violaciones de los derechos humanos en Estados Unidos.

 

Sin embargo, las organizaciones de derechos humanos hubieran querido una crítica más contundente y han mostrado su descontento por el hecho de que Estados Unidos haya quitado a China de la listas de los peores violadores de derechos humanos, informaba el 13 de marzo el Washington Post.

 

Preocupación olímpica

 

«Nosotros y otros hemos documentado un marcado incremento en las violaciones de derechos humanos relacionado directamente con la preparación para las Olimpiadas», decía al Washington Post, Phelim Kine, investigadora para Asia de Human Rights Watch, con sede en Nueva York.

 

El artículo también citaba a la organización, con sede en París, Reporteros sin Fronteras, que declaraba que hubieran preferido que Estados Unidos obtuviese algunas acciones positivas de China en el área de derechos humanos antes de quitar al país de la lista de peores países en derechos humanos.

 

En cuanto al Tibet, el periódico británico Guardian publicaba un artículo el miércoles 12 de marzo informando de las protestas de cientos de monjes en las calles de Lhasa, en lo que han sido las mayores protestas de casi dos décadas. La marcha tuvo lugar en el aniversario del fallido levantamiento contra los chinos de 1959, comentaba el Guardian. El artículo también afirmaba que habían sido detenidos entre 50 y 60 monjes.

 

Las protestas han continuado los días siguientes en lo que se consideran los peores disturbios desde 1989. Los medios de comunicación del estado chino informaron que 10 personas habían muerto durantes las protestas, aunque los grupos opositores afirmaban que eran 30, informaba el 15 de marzo la BBC.

 

En cuanto a la situación pre olímpica, las organizaciones de derechos humanos han protestado por el aumento reciente de arrestos de disidentes. Acusan a las autoridades de intentar acallar cualquier oposición antes del comienzo de los juegos, informaba el New York Times el 30 de enero.

 

El artículo observaba que en los últimos meses China ha encarcelado a 51 disidentes que han llevado adelante sus protestas vía Internet. También citaba a la organización Reporteros sin Fronteras, que afirma que el año pasado las autoridades chinas bloquearon más de 2.500 páginas webs.

 

El 6 de febrero, la organización Human Rights Watch acusaba a las autoridades chinas de «medidas enérgicas sistemáticas contra los disidentes».

 

«Pekín no ha dado signos de que intente cumplir las promesas hechas a la comunidad internacional a cambio de acoger los Juegos», afirmaba en un comunicado de prensa Sophie Richardson, directora para Asia de Human Rights Watch.

 

Florecimiento de la fe

 

La libertad religiosa es otro tema de conflicto. Algunos acontecimientos recientes apuntan a un resurgimiento de la fe en China. El 8 de diciembre el periódico Times de Londres informaba de que se ha elevado la demanda de ejemplares de la Biblia. El único editor de la Biblia autorizado en China es Amity Printing, que, según el artículo, ha alcanzado la suma de 50 millones de ejemplares impresos.

 

Según un reportaje publicado en el Washington Post el 20 de enero, los líderes chinos se están abriendo a la religión, pero todavía quieren contenerla dentro de las directrices oficiales. Un signo de la aceptación oficial h asido la reciente publicación de una foto en la portada del periódico del partido, el Diario del Pueblo, de Hu Jintao, jefe del Partido Comunista Chino, dando un apretón de manos a Liu Bainian, secretario general de la Asociación China Católico Patriota, con motivo de la fiesta del té del Año Nuevo.

 

«Debemos sacar plena ventaja del papel positivo que las figuras religiosas y los creyentes pueden jugar entre las masas en la promoción del desarrollo económico y social», declaraba el 12 de marzo Jia Qinglin, miembro del Comité Permanente del Politburó, en un mitin ante funcionarios del gobierno relacionados con la religión, según el Washington Post.

 

La apertura a la religión, comentaba el artículo, se limita a que pueda ser de ayuda en la promoción de las prioridades determinadas por el gobierno.

 

Este punto de vista lo confirmaban los datos de China Aid Association. El 6 de febrero la organización, que se dedicaba a dar cauce a las quejas de los creyentes perseguidos, publicaba su informe anual 2007.

 

Según el documento, la persecución aumentó el año pasado, con un incremento en el número de arrestos con respecto al 2006. El informe se centraba en la situación de las así llamadas iglesias hogar, pequeños grupos especialmente de creyentes protestantes que se reúnen en viviendas privadas y no siguen las directrices del gobierno en práctica religiosa.

 

El informe observaba que ha habido un incremento en los arrestos de líderes de estos pequeños grupos. Asimismo, han sido arrestados y expulsados de China cierto número de misioneros cristianos extranjeros. Según China Aid, el año 2007 supuso el esfuerzo mayor desde hace años en contra de los misioneros cristianos extranjeros.

 

Relaciones con el Vaticano

 

También siguen siendo problemáticas las relaciones entre China y el Vaticano, especialmente sobre el tema del nombramiento de obispos. Sin embargo, parece que hay esfuerzos por explorar la forma de mejorar la situación, aunque es difícil tener una idea clara de lo que está ocurriendo.

 

El 20 de febrero, Reuters publicaba un artículo informando que, según un funcionario anónimo del Vaticano, una visita de Benedicto XVI a China sería «impensable» dada la falta de libertad religiosa.

 

Al mismo tiempo, Reuters observaba que el funcionario también confirmaba que se está mejorando la comunicación por ambas partes. De hecho, al día siguiente Reuters publicaba otro artículo, afirmando que China había hecho una «rara admisión pública» de que había tenido conversaciones con el Vaticano.

 

«La parte china han tenido contacto con el Vaticano», afirmaba el portavoz del ministerio de exteriores, Liu Jianchao, durante una conferencia de prensa. No se dieron más detalles.

 

El interés de la prensa en el tema continuó con un reportaje el 2 de marzo en el South China Morning Post. El artículo afirmaba que una comisión vaticano-china podría reunirse en breve para discutir algunos temas, incluyendo el posible restablecimiento de relaciones diplomáticas.

 

El periódico comentaba que sería el primer reajuste importante de la política vaticana, tras la publicación el pasado mayo de una carta del Papa a los obispos, sacerdotes y files de China. Como informó ZENIT el 10 de marzo, el encuentro tuvo lugar del 10 al 12 de marzo.

 

El cardenal Joseph Zen, de Hong-Kong, quien estuvo de visita a Roma para el encuentro vaticano, fue entrevistado por la televisión italiana RAI durante su estancia. Declaró que las Olimpiadas de agosto ofrecen a China una oportunidad para mejorar la situación de los derechos humanos, según un reportaje de Associated Press el 12 de marzo.

 

Aunque no entró en detalles, el cardenal Zen afirmó, durante la entrevista, que espera que la Santa Sede y China pronto entren en una «nueva era» en sus relaciones por medio de alguna clase de acuerdo que mejore la situación de los católicos en el país asiático.

 

Está por verse si China aprovechará la oportunidad para abrirse un poco más, o seguirá reprimiendo los derechos humanos y la libertad religiosa.

 

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

 

 

 

Ya son más de un millón

Ya son más de un millón


No es ninguna broma, los musulmanes son más de 1.130.000 en España. De ellos, tan sólo unos 33.000 son conversos, cifra que indica la dificultad de penetración de esta ‘religión’ entre los europeos. Sin duda, el maltrato a las mujeres, la ablación, la violencia, la tortura de homosexuales y los asesinatos continuados son una barrera que frena al Islam entre los ciudadanos españoles.

 

Los datos los aporta el primer censo de ciudadanos de esta confesión, realizado por la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), y que sitúa en el 2,5% el porcentaje que abraza el Islam del total de ciudadanos. Por comunidades, la autonomía con mayor población de musulmanes es Cataluña, con un total de 279.037 personas, seguida de Madrid, Andalucía y Valencia. Entre las cuatro, concentran el 70% del total.

 

Los datos serán trasladados próximamente al Ministerio de Justicia, del que dependen los asuntos religiosos, y tienen como base el padrón municipal a finales del año pasado, los registros de la Administración General del Estado y los archivos de las mezquitas españolas.

 

Con todos estos datos, la UCIDE ha realizado el Estudio demográfico sobre conciudadanos musulmanes, que señala que de cada mil personas 25 son musulmanas, la mitad procedentes de Marruecos y 33.750 españoles conversos. La mayoría de los fieles son suníes que practican el culto por el rito de las cuatro escuelas reconocidas en el mundo islámico.

 

El 70% del total de musulmanes residentes en España se concentra en cuatro comunidades, siendo los principales asentamientos en Cataluña (279.027), Madrid (196.689), Andalucía (184.430) y Valencia (130.471). En el resto de comunidades, los datos son los siguientes: Aragón (30.982), Asturias (2.731), Baleares (25.859), Canarias (54.636), Cantabria (2.179), Castilla La Mancha (32.960), Castilla y León (17.366), Ceuta (30.537), Extremadura (15.536), Galicia (6.709), La Rioja (10.373), Melilla (34.397), Murcia (63.040), Navarra (10.884) y País Vasco (16.608).

 

En cuanto al alumnado musulmán, éste se concentra más o menos en la misma proporción que en la lista anterior, ya que en Cataluña estudian 30.000 personas, en Madrid cerca de 25.000, en Andalucía 19.000 y en Valencia alrededor de 11.000. Del resto de regiones, tan sólo Murcia, Canarias, Ceuta y Melilla registran algo más de 5.000 estudiantes, ya que el resto no llegan a esta cifra.

 

El informe de UCIDE lamenta que “sólo se atiende una demanda básica en las comunidades de Andalucía, Aragón, Canarias, Ceuta y Melilla, quedando alumnos musulmanes todavía sin clases y profesores en el desempleo”. De esta forma, la asociación pide el cumplimiento del contenido curricular de las clases de Enseñanza Religiosa Islámica, aprobado en 1996 y que establece también la contratación de los profesores para impartir la asignatura.

 

Minuto Digital, 18 de marzo de 2008.

Un clásico olvidado del siglo XX. Reaparece “Dios ha nacido en el exilio”, de Vintila Horia

Un clásico olvidado del siglo XX. Reaparece “Dios ha nacido en el exilio”, de Vintila Horia

La editorial Ciudadela acaba de reeditar una magnífica novela de un amigo mío: Dios ha nacido en el exilio, de Vintila Horia.

 

Abro este libro al azar y en las páginas 196 y 197 leo lo siguiente: un individuo ha matado a su mujer con la excusa de que ésta sufría empujándola por las escaleras de su casa; anuncia al protagonista su boda con su amante a la vez que le culpa a él de haberle inducido al crimen. Un asesinato disfrazado de compasión y un asesino que exige su derecho a la felicidad. ¿Describe la novela el presente o el futuro? No, está ambientada en el Imperio romano y fue publicada en 1960. Hablo de Dios ha nacido en el exilio, ganadora del antes afamado Premio Goncourt.

 

¡Qué alegría verla reeditada! Fui amigo de su autor, Vintila Horia, durante unos pocos años, pues él murió en 1992; en ese tiempo su amistad fue generosa, decisiva e iniciática. Hasta ahora “Dios ha nacido en el exilio” sólo podía leerse en ediciones de los años 60 encontradas en librerías de viejo. Un prólogo acertado cuenta la vida de Vintila así como los avatares de la novela. Si en los años 60 la persiguieron los comunistas y sus tontos útiles, hoy la ignorarán los progres y los marxistas devenidos en nihilistas.

 

¿Es una novela histórica? No, es una novela religiosa. La búsqueda de Dios por unos hombres. Un argumento que vale para cualquier época, incluso para ésta. Sólo que Horia lo sitúa en el Imperio romano y en los años del nacimiento de Jesucristo. El protagonista es el poeta Ovidio, desterrado por el emperador Augusto a Tomis, en la lejana Dacia, hoy el puerto de Constanza, en Rumanía. Allí, el poeta exquisito es forzado a vivir junto a bárbaros, mercaderes, legionarios, prostitutas, deportados... y algo le une a muchos de ellos: el deseo de conocer al Creador y de liberarse de un poder despótico . En el puerto se difunden todos los mitos y rumores sobre deidades: dacios, egipcios, romanos, griegos..., incluso llegan noticias sobre la venida del mesías que esperan los judíos.

 

¿Aparecen batallas, duelos, conspiraciones? Tampoco. Los únicos combates que hay los libran los hombres contra sus miedos, sus rutinas y sus desesperaciones. Nuestra vida cotidiana.

 

¿Es fácil de leer? ¿Desde cuándo el mapa del tesoro es sencillo? Y aquí el tesoro es la Paz.

 

Una novela que nunca obtendría el Planeta. Por eso hay que leerla. Éste es el tiempo para el que fue escrita.

 

PEDRO FERNÁNDEZ BARBADILLO

elmanifiesto.com, 20 de marzo de 2008

 

 

Socialistas y comunistas unen fuerzas para una nueva Desamortización

Socialistas y comunistas unen fuerzas para una nueva Desamortización

La Iglesia navarra está en peligro. La izquierda quiere expropiar los templos usando una Ley franquista. Ignorancia y anticlericalismo se complementan en una pretensión absurda. 

 

El PSOE, Izquierda Unida y los abertzales de Nafarroa Bai han aprobado en el Parlamento de Navarra una moción que insta al Gobierno de Miguel Sanz a discutir la propiedad de los edificios y bienes religiosos en la Comunidad Foral. Acosado por las izquierdas, el Ejecutivo se debate entre los derechos de la Iglesia y las exigencias del PSN-PSOE, del que depende para sostenerse en el poder. En torno a la cuestión se ha revivido la alianza de izquierdistas y abertzales que se rompió en la crisis del verano de 2007. Pero lo que está en juego es mucho más importante que un gobierno regional.

 

Una cuestión histórica nada complicada

 

En principio, Izquierda Unida exigía del Gobierno que empleara "todos los procedimientos legales oportunos para impedir la privatización de los edificios y bienes públicos de uso religioso de Navarra". Añadiendo la imprecisión a la mentira, los comunistas navarros de Ion Erro olvidaban en su petición tres aspectos esenciales: 1) Los inmuebles de la Iglesia no pertenecen a las instituciones públicas, 2) su uso religioso no es circunstancial y no admite límites y 3) si hasta el momento no se habían podido inscribir en el Registro de la Propiedad se debía a una legislación franquista ahora modificada o derogada. Tres importantes razones que permiten dar la vuelta al asunto: la Iglesia no está usurpando lo que siempre ha sido suyo, sino que la izquierda trata ahora de nacionalizarlo.

 

La Ley Hipotecaria de 1946, continuando una tradición centenaria, excluía de la publicidad registral los bienes de la Iglesia. Al modificarse esta Ley y su Reglamento, y en cumplimiento de los acuerdos entre la Iglesia y el Estado, las diócesis están inscribiendo sus bienes, ¿o acaso no tienen derecho? ¿Añora la izquierda la situación del franquismo? Quizás, sencillamente, no sabe a qué era debida.

 

España, desde la conversión de Recaredo en 589 hasta la entrada en vigor de la Constitución de 1978, con pocas interrupciones y algunos altibajos, fue un país católico. No hablo de la cultura, la tradición y la religión predominantes (que siguen siendo las mismas) sino de la unidad católica, fundamentada en la confesionalidad de los poderes públicos y en la alianza estrecha entre Iglesia y Estado. Se presumía la catolicidad de España y de los españoles, de manera que no había razón para marcar límites entre lo público y lo eclesial. Y no porque no existiesen.

 

Ahora bien, tanto la Iglesia como sus partes tienen hoy una personalidad jurídica plena, y el Estado no es confesional. Si legalmente tiene hoy razón Manuel Azaña, y España ha dejado de ser católica, no es menos cierto que la Iglesia sigue existiendo, y sigue poseyendo lo que era ya suyo. Mendizábal en 1837 planteó –con la excusa de una desamortización- el expolio de las órdenes religiosas; y al extenderse después la desamortización a los restantes bienes eclesiales quedaron excluidos, precisamente, los destinados al culto y aquellos cuya venta no se logró. La Iglesia posee por tanto, hoy, los restos de su patrimonio inmemorial y lo que haya podido recibir en el último siglo y medio. Y como todo propietario, puede acudir al Registro de la Propiedad: no para quitar a nadie lo suyo, sino para evitar, precisamente, lo contrario.

 

Se escandaliza nuestra izquierda de que se han inscrito en el Registro "más de mil propiedades", entre "iglesias, ermitas, parroquias y cementerios", a nombre de las diócesis de Pamplona y Tudela. El PSOE, con aire moderado, pide al Gobierno foral "que medie" entre el arzobispado de Pamplona-Tudela y los Ayuntamientos afectados para que se conozcan las razones de esta escrituración de las propiedades eclesiales. Y el presidente del PSN, Román Felones, ha hablado pausadamente de la dificultad de un problema "nada sencillo y sensible" según él.

 

Una cuestión política, entre fanatismo y complejos

 

Felones sabe bien, sin embargo, que este asunto de las "iglesias propias" ya se planteó y se resolvió hace unos cuantos siglos. Quizás hablaríamos de otro modo si el emperador Enrique (q.D.g.) hubiese derrotado a Hildebrando y a la condesa Matilde, o si el clero no se hubiese manchado las manos en la vergüenza de Tagliacozzo, pero la Historia ya pasó por este punto: tanto las dignidades eclesiásticas como los bienes de la Iglesia están sometidos a la disciplina de Roma, y desde luego no a los caprichos de las autoridades seculares. Y menos aún cuando presumen de su acatolicidad, laicismo o anticristianismo, por cierto.

 

Es divertido ver a un heredero de Lenin como Erro diciendo que son "bienes públicos de uso religioso", y hablando con pretendida seriedad de "apropiación indebida"; o a uno de Sabino Arana, como Maiorga Ramírez, de Nafarroa Bai, lamentado la "nocturnidad y alevosía" con la que cree que ha actuado la Iglesia en este asunto.

 

Pero en definitiva, ¿de qué se trata? De saber a quién pertenecen las parroquias, las ermitas y las casas parroquiales. Según los indignados izquierdistas "numerosas facturas y documentos que acreditan y garantizan que esos edificios fueron costeados en su mayor parte desde la voluntad pública". En efecto, así es: o así fue al menos mientras el Estado fue católico. Esos bienes, creados por el pueblo (de Dios: es decir la Iglesia) para el culto, han servido a todo el pueblo mientras el pueblo ha sido católico. Ahora bien, si las instituciones ya no son confesionales es ilógico privar a la Iglesia de su derecho a registrar sus bienes (cosa que sí intentó hacer la Segunda República, pero la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas de 1933 no está en vigor).

 

Dos puntos de humor del asunto

 

Para reír, la ocurrencia del centrista José Andrés Burguete (CDN) que con su noble trayectoria jurídica se lava las manos diciendo que "estas cuestiones deben dirimirse en el ámbito judicial". Cierto, cierto: pero si vamos a abstenernos ante todo intento de usurpación entonces no cobremos el sueldo a fin de mes. La pelota, al final, va a parar al tejado del Departamento de Cultura de Juan Ramón Corpas y a la Dirección General de Pedro Luis Lozano Úriz: si lo que está en juego no fuese tan serio sería divertido ver cómo consiguen rechazar las pretensiones de los socialistas sin parecer, por Dios, que dan la razón a la Iglesia.

 

Esto tiene pinta de colear mucho tiempo, pero al fin y al cabo se debe a un problema social muy español: ya no somos católicos (las instituciones no lo son y muchos ciudadanos tampoco) pero no queremos renunciar a lo que nos gusta de las etapas anteriores. Es decir, no voy a Misa pero quiero que mis niños se bauticen y comulguen, no doy limosna pero quiero casarme en la iglesia, el chaval no cree en nada pero quiero que se confirme y así sucesivamente. Y ahora éstos, que son abiertamente enemigos de la Iglesia, que no quieren ser parte de ese "pueblo de Dios" que construyó, mantiene y llena los templos, quieren tenerlos en propiedad. Incluso cuando son edificios anteriores en varios siglos a la constitución del primer Ayuntamiento navarro. Rozan el ridículo pero causan un gran daño a la convivencia pacífica.

 

Pascual Tamburri

El Semanal Digital, 20 de marzo de 2008

Izquierda e islamismo. Derechos para pocos, sharia para todos

Izquierda e islamismo. Derechos para pocos, sharia para todos


Parece que el Gobierno de Zapatero seguirá con su política de extender eso que él llama "derechos sociales", que no consiste en otra cosa que en forzar a una mayoria insoportablemente silenciosa a atender las reivindicaciones de una activa minoria, gay, cristofóbica o islamista.

 

Tanto si todo se limita a una estrategia para captar votos elección tras elección, como si se trata de una sincera forma de "dar derechos", lo cierto es que la forma de actuar es la misma: despreciar, atacar y desmontar paulativamente el conjunto de valores filosóficos, morales y culturales –griegos, romanos, judeocristianos– que constituyen la personalidad europea.

 

Recordemos que la democracia parlamentaria sólo es posible mediante la combinación de unos valores compartidos y un pluralismo político y social posterior. Esta particular combinación de unidad y diversidad es lo que constituye la democracia occidental. Pero hoy la izquierda se dedica a reivindicar constantemente lo diverso, lo distinto, lo "nuevo", lo diferente. Da alegremente "derechos" a unos, a otros y a los de más allá, sin fundamento jurídico, moral o intelectual alguno. Les basta con dinero y propaganda. Pero esto ni sale ni saldrá gratis.

 

La actitud de la izquierda hacia la moral, la Iglesia o los valores tradicionales socava los principios que sustentan la democracia europea. A ella le encanta, pero lo que está haciendo es de una gravedad extrema: están vacíando de contenido la cultura europea, dejando un vacío moral, cultural e histórico cada vez más grande.

 

¿Le parecen al lector antiguos la moral cristiana o los fundamentos antropológicos y jurídicos de nuestro derecho? ¿Cree que está bien no creer en nada, hacer de España y Europa un inmenso hueco moral donde no exista ninguna creencia ni principio ético? Pues espere a que el islamismo se haga cargo de ese hueco. Porque lo hará, de eso no cabe duda. Y lo avalan dos hechos.

 

El primero, que mientras los europeos rechazan cada vez más su propia cultura, los musulmananes, en España y en Europa, reclaman la suya con una insistencia cada vez mayor. Hoy los europeos no van a misa, critican su historia y desprecian su moral. Por el contrario, los musulmanes acuden a las mezquitas, son cada vez más reivindicativos, y exigen que su religión sea reconocida y sus "derechos satisfechos".

 

Por otro lado, las proyecciones demográficas para España y Europa no dejan lugar a dudas; los europeos tienen cada vez menos hijos y los musulmanes cada vez más. Cada vez más niños que ni se integran ni tienen intención de hacerlo, y que reivindican que los valores islámicos sean políticamente reconocidos en el continente.

 

Por eso, islamistas e izquierdistas hoy caminan juntos. Éstos últimos se dedican a desmontar alegremente todo el aparato cultural e ideológico occidental; aquellos les apoyan con entusiasmo. ¡Cómo no! La izquierda está haciendo el trabajo sucio, convirtiendo la cultura europea en una inmensa zona cero donde luego el islamismo construirá sus mezquitas, su educación, su religión y su ley civil.

 

Atacando la cultura europea, la izquierda europea en general, y la española en particular, esta allanando el camino a una nueva forma de totalitarismo. Lo malo es que no serán los politicos actuales los que sufrirán las consecuencias, sino sus hijos y los hijos de sus hijos. A ellos les tendrán que explicar por qué se dedicaban a dar derechos a unos pocos mientras abonaban el terreno para que se acabara imponiendo la sharia para todos. Ocurrirá. Y nosotros estaremos ahí para recordárselo.

 

GEES

Libertad Digital nº 1409,  16 de Marzo de 2008

 

Más de 160 cuestiones de inconstitucionalidad contra la Ley de Violencia de Género

Más de 160 cuestiones de inconstitucionalidad contra la Ley de Violencia de Género


Los jueces consideran que vulnera el principio de igualdad y que es discriminatorio castigar más a los hombres que a las mujeres por el mismo delito de violencia sexista

 

El año 2007 se cerró con la constatación de que la Ley Integral contra la Violencia de Género no consigue frenar los feminicidios. Ante esta realidad, distintos jueces han presentado más de 160 cuestiones de inconstitucionalidad ante el Alto Tribunal.

 

Los jueces consideran, entre otras cosas, que esta ley, aprobada el 29 de diciembre de 2004, vulnera el principio de igualdad que recoge el artículo 14 de la Constitución Española, según indican fuentes del Tribunal Constitucional (TC).

 

Las mismas fuentes señalan que la mayoría de las cuestiones han sido interpuestas contra los artículos 153 y 171 del Código Penal al considerar los jueces que es discriminatorio que a los hombres se les castigue con una pena superior que a las mujeres por el mismo delito de violencia sexista.

 

La última oleada de cuestiones se ha producido en las últimas semanas, en las que se han presentado más de una veintena. Hasta la fecha, el Alto Tribunal ha admitido a trámite todas ellas.

 

“Revisar miles y miles de sentencias”

El portavoz del Consejo General del Poder Judicial, Enrique López, ha pedido al TC que avale o rechace la constitucionalidad de la ley “cuanto antes” porque hay muchas víctimas y agresores pendientes de la resolución judicial.

 

Además, López añadió que en caso de que el Alto Tribunal dé la razón a estos jueces “habrá que revisar miles y miles de sentencias” dictadas desde la entrada en vigor de la Ley contra la Violencia de Género.

 

Por su parte, la presidenta de la Federación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo, asegura que hay “un grupo reducido de jueces que quieren boicotear la ley” y que, a su modo de ver, están librando una batalla “ideológica y no jurídica”.

 

Sin embargo, lo cierto es que las cifras no avalan los argumentos de Pérez del Campo, porque esa ley que los jueces “quieren boicotear” no ha conseguido reducir los feminicidios, sino que éstos aumentaron en 2007 como nunca antes lo habían hecho, hasta alcanzar las 78 víctimas.

 

Imponer la ideología de género

El problema de esta ley es que es ideológica y política, detrás de ella subyace el empeño de la izquierda más radical por imponer la ideología de género. La ley parte de la idea de que la violencia contra la mujer es una condición estructural de la naturaleza masculina.

 

Así, el culpable de esa violencia y agresiones no es tal o cual persona en particular, afectado por una obvia patología, sino que lo es el hombre en general por el mismo hecho de ser hombre.

 

O sea, que mientras haya masculinidad habrá violencia. Por eso, la ideología de género propugna abolir la masculinidad y la feminidad: según este ideario, habrá violencia mientras no se llegue a ese estadio.

 

Forum Libertas, 14 de marzo de 2008